jueves, 19 de noviembre de 2009
Si Bécquer levantara la cabeza...
Volverán los oscuros golondrinos
en tu alerón sus nidos a colgar,
y otra vez, como el tren de Castro Urdiales,
vapor exhalarán.
Pero aquellos que el médico miraba
con cara de haber visto un palomar,
aquellos que eran grandes como un monte,
ésos... no volverán.
Volverán las tupidas madreselvas
de alrededor de tus labios a brotar,
y otra vez por la tarde, aún más frondosas,
te las afeitarás.
Pero aquellos bigotes con trapío
cuyos pelos mirábamos temblar
y caer, en la sopa de tu tía,
ésos... no volverán.
Volverán del calor en tus oídos
los tapones de cera a reventar;
tu vozarrón, de mi profundo sueño
tal vez me arrancará.
Pero muda, y absorta, y en cuclillas,
como se adora a Dios ante su altar;
como tú te has peído..., desengáñate:
¡así no se peerán!
... te perseguiría a bastonazos.
ResponderEliminarSalu2
Estoy con Dyhego, ahi que ver lo que inspira el trono.
ResponderEliminarUn beso
A mi me da que ni eso. Seguro que, como buen romántico, le da un yuyu y vuelve a morirse de la pena.
ResponderEliminarPero "ta gueno". ja ja ¡ qué imaginación !
espero que Cotta tenga razón en lo que dice de que las esposas no son la fuente de inspiración de los poetas... aunque me he reído mucho, que falta me hacía.
ResponderEliminarBesos..? hasta que no me lo aclares no sé si los mereces, jajaja
Lola
Una aclaración: la musa de estos versos es virtual, por supuesto. He tenido que hacer un gran esfuerzo de imaginación. Reconozco que me he inspirado un poco en Frida Kahlo y en alguna que otra tabernera que me he encontrado por esos mundos de dios.
ResponderEliminarDyhego: no me importaría, ese Bécquer no tenía ni media guantá.
¿Has visto, Ángeles? Doy lo mejor de mí desde ese lugar.
Pues a lo mejor hasta se reía, Maile, aunque por los retratos de la época no se le vislumbra demasiado sentido del humor...
Lola, Cotta tenía razón a medias: en muchos poemas, entre los que no se encuentra éste, faltaría más, tú has sido mi musa, lo sabes bien.
Abrazos enormes.
Pensaba que te habías inspirado en algunas miembras de nuestro gobierno.
ResponderEliminarUn abrazo (ya veo lo que me perdí).
Qué gamberrada, Ridao.
ResponderEliminarÁlex, pues ahora que lo dices he perdido una oportunidad. A ver si en la próxima paráfrasis...
ResponderEliminarTienes razón, José Manuel; no todo van a ser escatologías como la de ayer. De todos modos es una gamberrada muy currada, si te fijas he mantenido todas las rimas de Bécquer.
Un abrazo.
Aaay, Ridao, no puede ser que me esté riendo sola y a las carcajadas, esto ya es contagioso...
ResponderEliminarEvidentemente cuando las musas están de copas, se ponen así de alegres y dicharacheras*... jajajaja
* bromista, ocurrente, chistosa, graciosa, ingeniosa, habladora, parlanchina...
Cariños dicharacheros.
Yo alucino, de verdad que alucino...
ResponderEliminarEa, cuídate querdio mío.
Gracias por la dicharachería, Liliana. Me has recordado a Gustavo, el reportero más dicharachero de Barrio Sésamo.
ResponderEliminarMe abrumas, querdio Juanma. Sé que es genial, pero no es para tanto...
Abrazos finidiarios.
Escuchado el poema de tu voz, sobria, como la de Jurado, y con media grite, me puso a cien.
ResponderEliminarPor favor, Javier, no cuentes intimidades, que aquí nos conocen...
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