Ayer llevé el coche a la ITV. No sé vosotros, pero a mí me entra un canguelo curioso cada vez que voy. A ver si pongo en pie la peripecia.
Lo primero es aparcar. Llego a la ventanilla y me piden algo así como la tarjeta de inspección y el no sé qué de circulación. Claro, ya me entra la duda de si entre al manojo de papeles antiguos que llevo estarán los dichosos documentos. La amable señorita rebusca, teclea y no me dice nada, así que supongo que todo correcto. Pago y santas pascuas. Vuelta al coche, y ahora toca esperar a que llamen por megafonía. Crecen los nervios. Al cabo de unos minutos que se me hacen eternos oigo:
- "Eeecinco aacuatro efeuvedobleele pase por la línea tres".
Entre lo mal que lo he oído y que no me acuerdo de la matrícula de mi coche no sé si debo arrancar. Afortunadamente lo repiten después de que haya bajado del coche a comprobar la matrícula, y en el exterior se oye más claramente. Arranco, francamente acojonado, y trato de encontrar el número tres pintado en un carril. No lo veo. Aparece un cartel junto a una calle con los números, me cambio dos carriles y llego a la puerta numerada en tres. Pero es la cuatro, el cartel está a la derecha de cada calle. Marcha atrás, me cambio de carril y ahora sí que estoy en la tres, con los nervios de punta. Veo un señor muy ocupado tomando notas en un cuestionario lleno de casillas. No me mira. Alarga la mano y le doy los papeles. Los mira brevemente y por fin habla:
- "Deleunpoquitopalantefrenoyacelerón".
Así, de sopetón, sin saludar. No contribuye a tranquilizarme. Hago como dice, y antes de que termine de acelerar va y suelta:
- "Luzdeposiciónlucescortaslargas intermitentederechoizquierdoluzdeavería".
No tengo manos para seguir sus instrucciones, y en vez de darle a la luz le doy al limpiaparabrisas con agua y todo. Me mira por primera vez. Finalmente doy con las teclas. Sin mediar palabra se pone el tío a abrir y cerrar puertas y a pegar tirones a los cinturones como si los fuera a arrrancar. Temo sus siguientes palabras, esta vez breves:
- "Abraustelcapó".
Ni puta idea de dónde está la palanca. Yo conduzco, pero no soy mecánico. Hago como si se me hubiera caído algo al suelo y empiezo a buscar a gatas el manubrio, hasta que lo encuentro y por fin abro el capó. Vistazo rápido y más órdenes:
- "Delepalantedespacitometalaruedadelanteraenelrodillo".
Me voy acercando lentamente al rodillo, procurando centrarme para no meter la rueda en el foso. La meto en el rodillo pero con el impulso me paso. Una mierda pa mí. Marcha atrás y la clavo. Viene mi verdugo y dice:
- "Ahoravoyabajaralfoso muevaelvolanteydespuéspiseelfrenohastaqueyolediga".
Empiezo a mover el volante y de repente siento una sacudida como si mi coche hubiera sido agarrado por una grúa. Me digo que ése será el momento de pisar el freno. Lo hago, flojito al principio y fuerte después. No oigo nada, así que empiezo a temer que tenga los frenos estropeados. Piso tan fuerte que estoy a punto de sacar el zapato por abajo, como los picapiedra, y finalmente oigo una voz de ultratumba que dice:
- "A foooooooondooo".
No lo puedo creer. Me pongo de pie, me apoyo en el techo y empujo el freno con los dos pies.
- "Vaaaaaleee".
Uffff. Respiro aliviado. La misma operación con las ruedas traseras, ya casi estoy. Me ponen una especie de foco apuntando a los faros, y después... ¡Milagro! Por primera vez el tío me mira con un fondo de humanidad y, con una media sonrisa, me informa de que me puedo bajar del coche. Tomo aire, no voy a tener que volver en dos años. Voy a darle la mano, la retira y dice:
- "Tienefundidaslaslucesdelaplacadelamatrícula infraccióngraveinspeccióndesfavorable (respira) Páseseporuntallerasubsanarlaincidencia yvuelvaapedircitaparaotrodía".
Juro que en ese momento no sentí ni siquiera una pizca de odio hacia mi verdugo. Cosas del síndrome de Estocolmo, supongo.
Monsieur RIDAO:
ResponderEliminarConsuelo me das. Pensábame yo que sólo a mí me pasaba...
La semana que viene tengo que acercarme yo al sitio de marras.
Por cierto cuando se dice "la noche de autos" ¿se referirá a que pasan la ITV por la noche?
¿Y como puede el juez Garzón dictar un auto, con lo pesados que son y como se te quedan después las manos de grasa que no se quita ni con silibán, ni con sosa cáustica ni con aguafuerte?
¡Qué cosas!
Salu2 autoutilitarios. Joder, que me se traba la lengua por hacer una gracia (sin gracia).
JM, te habrán acojonao, pero te han dado por lo mneos 15 o 20 palabrejas para tu diccionario, aprovecha, "Deleunpoquitopalantefrenoyacelerón" es genial, a la altura de las mejores.
ResponderEliminarLiteraturizar una visita a la ITV, aunque sea en forma de post, tiene mérito. Enhorabuena. He de decir que tienes toda la razón. A mí cosas como la iteuve, lo de hacienda, etc., me dan una grima que te pasas. Ahí, metido en el coche, y a merced del mecánico de turno, que tienen menos unicidad de criterios que los árbitros de primera división. Menos mal que no me toca hasta el verano. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Genial! Lo suscribo de principio a fin. Al pasar la ITV me siento de todos los colores: tonto, torpe, imbécil... Y nunca acierto con las luces. Y mientras esperas el veredicto, el técnico parece que fuera el presidente del Tribunal Supremo. Bendito tú que la pasas cada dos años.
ResponderEliminarSaludos.
Genial, José Miguel.
ResponderEliminarLe tengo más miedo ese tío que al examinador que me dio el permiso de conducir.
La única forma de librarse de ellos es estrenar coche cada cuatro años.
Y ahora... a ver quién me destroncha.
Supongo que la ITV, será una verificación vehicular que le dicen, pero si da para escribir un post, seguramente dará para escribir un cuento de terror.
ResponderEliminarUn poné: Uno viene de pasar los nervios de padre y señor nuestro con el empleado de marras. Cuando el tipo le dice "Abraustelcapó", usted le ensarta un soberano golpe por detrás, lo mete en el baúl, único lugar que no ha revisado aún, y le dice, "hastalavistababy", y parte raudo con destino incierto...
Tu humor me supera, Ridao.
Besos
JOSÉ MIGUEL "heta quete zale, killo, and my con las zapatas del carro pinchao nozé andonde voy ayegar zi esque yego, y cuando ze entere la parienta no zelova a creer, ¡ashissss!"
ResponderEliminarUn abrazo GENIO.
Ainssssssss porrecito (con acento en la erre)... pensaba que sólo me pasaba a mí, ya estoy mejó ;-)
ResponderEliminarBesos.
Te compadezco, Dyhego. Menuda semanita te espera de nervios y de autos.
ResponderEliminarSí, Capitán, pero no sé si me las aceptará la RAA (Real Academia Andurrialera).
Gracias, Paco. No te envidio, de aquí al verano vas a tenerlo sobre tu conciencia.
Mucas gracias, Luis, compañero de fatigas iteuveras. Plantéate gastar tus ahorros en un coche nuevo, ganarás cuatro años de tranquilidad.
Abrazos iteuveros.
Ahora te paso un destronchador por el Internés, Álex. Grasia, maejtro.
ResponderEliminar¿Verificación vehicular? Mira que sois enrevesados hablando, Liliana, con lo fácil que es decir ITV. Me podías haber dado esas instrucciones ayer por la mañana. Gracias, moustra.
Ramón, ¿onde va con las zapatas pinchás? Así no se puede, home. A ver si nos vemos prontito, que la otra vez me descojoné.
Me alegro, Paloma. Consuela sentirse acompañado en la desgracia.
Abrazos ainsssseros.
¡¡ Es tal y como lo cuentas!! No quitaría ni una coma.
ResponderEliminarYo me pongo especialmente nerviosa cuando me dicen: "pongalaslucesantiniebla".
¿¿Dónde están??
Un besazo, por saleroso
¡Se me había olvidado! Me dijo que pusiera las antiniebla traseras y yo no sabía ni las delanteras. Quedé regular na más.
ResponderEliminarUn abrazo nocturno, para no perder las buenas costumbres.
En realidad aquí le decimos VTV, Verificación Técnica Vehicular. Supongo que la "I" de ITV, será de Inspección...
ResponderEliminarYa ves que hablamos el mismo idioma :)
Cariños
Aquí es Inspección Técnica de Vehículos. Vosotros ahorráis una palabra con el adjetivo vehicular. Pero bueno, esto no nos vale para el diccionario.
ResponderEliminarUn beso.
Jaja, "conestaentradamehereidounmonto".n
ResponderEliminarMealegromuchocolega.
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