Calado hasta los besos
Caen gotas en mi cerebro;
rumor de aguas infinitas
corriendo cuerpo abajo,
hasta el dedo más remoto.
La pena fluye por las corrientes
de los arroyos internos
nacidos de manantiales abiertos
en huecos insospechados,
y alimenta suavementeun corazón mojado,de latir vacilante,calado hasta los besosen este invierno tan largo.
calado hasta los besos ¡Ole!
ResponderEliminarCuida esas goteras de la azotea.
Digo lo mismo que Fernando. Estupendo juego verbal. Un abrazo.
ResponderEliminarMonsieur RIDAO:
ResponderEliminar¡Y encima los besos explotan como burbujitas de Freixenet!
¿Burbujitas a la Gema Mengual o Burbujitas a los Mojinez Escozíos?
Salu2 de vino joven
¡Oh, qué hermoso!
ResponderEliminarParece que el invierno, que se empecina en quedarse, se viste de nostalgia para regalarnos tus versos...
Besos primaverales, José Miguel.
Un poema muy oportuno...y húmedo. Un abrazo.
ResponderEliminarQué joío, le has cambiado el título por aclamación popular xD
ResponderEliminarCalados y helados, al menos por la zona centro. Hasta los besos suena a las mil maravillas.
ResponderEliminarQué bien escribes, Ridao
Un abrazo
Las cuido, Fernando, pero me se cuela el agua.
ResponderEliminar¡Por mis mulas que no he cambiado el título! Has leído con el cerebro...
Muchas gracias, Juan Antonio.
Mojinos escocíos, Dyhego. La duda ofende.
Abrazos mojineros.
Qué bonito, Liliana. Tu verano toca también a su fin.
ResponderEliminarSobre todo húmedo, tocayo.
Aquí no estamos helados, Mery, y ahora mismo ha salido el sol, ya no me acordaba. Muchas gracias por el cumplido.
Abrazos soleados.
El título es genial y la primavera está al caer, que lo digo yo.
ResponderEliminarNo solo los mares están llenos de hermosos caladeros, José Miguel.
¡Ah! Siento baber sido yo quien te haya expulsado del panteón de los eximios.
ResponderEliminarEl título me encanta...Un beso
ResponderEliminarMuy hermoso y, como decían Fernando y Juan Antonio, con un estupendo juego verbal... Lo poético que te pones para decir que estamos "jartitos" de agua y de invierno, como Julio en su blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por eso el dicho, de no "tienes sangre en las venas"...tienes agua del Guadalquivir...jejeje..
ResponderEliminarPrecioso poema. Un beso
A ver qué pescamos en los caladeros terrestres, Álex. No soy eximio desde el año pasado. Ya va tocando...
ResponderEliminarMuchas gracias, Marisa, siempre traes palabras de aliento.
Ya ves, Alegre. Contra las inundaciones, poesía.
Qué asco, mangeles, con lo sucia que está ese agua. Muchas gracias por los ánimos.
Abrazos.