Curvas serenas
Apenas tuve tiempo de pensarlo;hoy sigo tan perdido como cuandohiciste de mi vida una balsa de aceite,una continua huida hacia delante.De vez en cuando vuelvo la cabeza y contemploun rosario de obras terminadas,de faros que iluminan nuestros sueños,de voces que nos llamany dan por terminadas las vigilias.Ha pasado tanto tiempo, tan rápido,que ya no sé mirar de otra manera,y veo claramenteque siempre había vivido en la cuneta
hasta tomar las curvas de tu mano.
Precioso, Ridao, de verdad. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Me encantó! ¡Qué romántico! El mérito es compartido, entre la Santa que ha puesto lo suyo, y vos que le has puesto los versos.
ResponderEliminarEstá para derretirse...
Besos
(A polifacético no te gana nadie, Ridao, sos estupendo)
La media verónica final, qué preciosa.
ResponderEliminar¡Las curvas! ¡Si es que hay que llevar mucho cuidado con las curvas y en las curvas!
ResponderEliminarSalu2 rectos (que no rectales, jejeje)
El final, efectivamente, es un quiebro muy bonito. Pero a mí me gusta especialmente ese "ya no sé mirar de otra manera" con el que me identifico (y creo que entiendo) plenamente. Me ha gustado muchísimo, querdio mío.
ResponderEliminarAy, las lolas, lolitas lolas...Abrazos.
Señor Juanma... Yo soy Lola...¿Que pasa con las lolas? No somos tan malas ¿no?...
ResponderEliminarMuy hermosos mi señor Ridao. Creo que soñare con sus palabras durante una temporada aunque no sean para mi. Se las robo.
Saludos y gratitudes.
Una muy bonita resolución para el poema. Un abrazo.
ResponderEliminarQue orgullosa estará Lola, de verdad es precioso lo que has escrito. Un beso
ResponderEliminarGracias de corazón, Paco.
ResponderEliminarMi Santa ha puesto más que yo, Liliana, y cuando te lea se derretirá aún más. Tú sí que eres estupenda.
Y quieren acabar con los toros, José María... Gracias.
Rectos y curvos, Dyhego, el caso es saludarnos.
Abrazos curvirectilíneos.
Juanma: creo que te he leído algo en el mismo sentido, las Lolas nos cambian la forma de mirar. Gracias por tus palabras, querdio.
ResponderEliminarRobadas quedan y con placer, señora Maile. Buena gente las Lolas...
Gracias, tocayo. El remate es lo más difícil.
Qué alegría, Aurora. Orgullosa estarás tú de tu hijo, el mejor amigo que puede haber.
Un fuerte abrazo para todos.
¡Qué alegría más grande tener que corregirte en algo!
ResponderEliminarAcho, es que eres tan perfecto, que me da un subidón de alegría pillarte en un descuido, jejeje.
(¡Qué cabritillo que soy, jejeje).
As escribido "curvirectilíneos" en ves de "curbirrectilíneos".
De nada.
Salu2
Precioso, José Miguel.
ResponderEliminarMe marcho doblemente emocionado...
...palsobre ya, que no quiero derramar dos lagrimones.
Besos y abrazos, a repartir convenientemente en vuestra casa.
¡Qué bonito¡ las curvas de tú mano. Muy bello poema. Besos
ResponderEliminarHermosa esa imagen final, esa mano aferrando tu mano en la soledad de una cuneta.Un beso
ResponderEliminar¡¡Mierrrda, Dyhego, me has atrrapado!! Esto no quedarrrá azín...
ResponderEliminarÁlex, ahora me voy yo al sobre, mira la hora y no te chives.
Gracias, mangeles, eres un sol siempre risueño.
Todos habéis coincidido en eso, Marisa, buena señal. Por lo demás, creo que al poema le falta musicalidad.
Abrazos sobreros, que ya es hora.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo te malinterpreto para nada, Dyhego. Al revés, me identifico contigo, tenemos un humor muy parecido.
ResponderEliminarGurrrrr Nai
Te pillé, jeje.
ResponderEliminarHay quien debe sentirse la mar de orgullosa leyendo este poema ¿a que si?
ResponderEliminarToda una declaración de amor profundo, con sus frutos incluídos.
Muy muy bonito
Besos
Po zi, Mery. Soy un desastre para los regalos, pero le escribo lo que siento.
ResponderEliminarUn beso.