Hay ciertas horas de la noche en que es muy conveniente escribir. Son esas horas en las que uno está cansado después de un largo día de trabajo y sólo tiene ganas de sentarse delante del televisor sin prestar atención a lo que sale en la pantalla, o cuando se vuelve tarde a casa con unas copas de más después de haber salido con los amigos. La primera intención es irse a la cama, pero si uno coge el cuaderno y el bolígrafo o abre el portátil y se sienta a escribir descubrirá que surgen como por ensalmo reflexiones muy certeras, o poemas profundos, con sentimiento, o relatos extraños con un desenlace que se va vislumbrando a medida que se escribe, y no al revés.
Nuestra mente siempre trabaja, incluso en los momentos de mayor agotamiento. Precisamente ese agotamiento hace que la razón quede relegada, agazapada, dormida, y entonces es más fácil que surja la literatura verdadera que tenemos en nuestro interior, que está por encima de argumentos y razones y se limita a utilizar la vida de pasta de modelar, a imaginar en vez de ver, a soñar en lugar de estudiar, a crear en lugar de pensar.
P.S. Escribo de día que hoy mi hijo Gonzalo cumple un añito. No os vayáis a creer que es muy republicano; se bautizó el 18 de julio. Las dos Españas unidas en un bebé.
No es mi caso, querdio. En pocas ocasiones escribo con una copita de más en los interiores, me salen ciertas locuras que no me gustan luego, que no pasan el examen posterior. Lo hacía mucho, escribir borracho, pero desistí hace tiempo.
ResponderEliminarY es para mí el mejor momento para escribir la siete y cinco de la mañana, justo cinco minutos después de haber despertado. Ahí da mi cerebro buena parte de lo que tiene como en ningún otro momento del día. Mi mejor despertador son las ganas de escribir que tengo a esas horas.
En fin, cada loco con su tema, ¿no?
Abrazos.
Es cierto que por la noche todas las creaciones son mas desgarradoras en todos los sentidos. Y también estoy de acuerdo contigo con eso de que la mente no descansa nunca... yo a veces he considerado a mi mente mi verdugo... tratar de dormir y no poder porque ella trabaja y trabaja...
ResponderEliminarTambién me has hecho recoradar una vez, hace años, que acostumbraba a escribir mucho en la cama, cuaderno y boli en mano, y un dia me quede dormida y se me destintó el boli en al cama. Menuda zaragata monté! las sábanas, el colchón, la cara... me puse fina! jajaja
Besos
Cita
A mí me da igual el momento, la verdad, pero reconozco que ese del que hablas en concreto es realmente productivo. Fruto del cansancio las ideas salen directas, limpias; cuestión aparte es que luego haya que pasar todo por el colador a la mañana siguiente.
ResponderEliminarUn abrazo
Hombre yo no he pasado de simples pareados como "mi corazón palpita como una patata frita"; o "dime con quien andas y si está buena me la mandas" y cuando llego de noche lo que más me apetece es ver La Noria o Sálvame deluxe.A veces me entrego en los brazos de un Teletienda presentado por la gran Malena Gracia.Pero tengo un amigo poeta que me ha dicho que son especialmente productivos los amaneceres. Ponerte a escribir justo después de levantarte, sin desayunar, sin ducharte. Escribir con las legañas puestas vamos.
ResponderEliminarMonsieur RIDAO:
ResponderEliminar¡Pero con munchísimo cuidiao, que el sueño de la razón produce... monstruos! ¡Uhhhhhh!
Saludos fastasmagóricos
Estoy de acuerdo contigo, la noche potencia la creación y a mí a veces, aun con un cansancio que te pasas, me salen unos poemas desgarradores, creo. Para mi gusto es el mejor momento para la Poesía, no tanto ara la rosa de un relato o una novela.
ResponderEliminarSaludos.
Ay mi mejor hora para que me lleguen los musos y escribir es después de pasar la mañana en Nikki Beach , la playa más exclusiva de Marbella,tomarme un reserva chateau petrus , sibaritissimo,y comer en el restaurante Calima , realmente solo después de todo ese glamour,puedo escribir,claro si no están a mi lado personajillos de poca relevancia como algunas amigas que tengo que me dejan el cerebro vacío.
ResponderEliminarFelicidades a tu niño.
Pues para mi,es muy dificil escribir a cualquier hora del día,como para hacerlo por la noche,la verdad es que tengo mucha imaginación,y mú poco ingenio,pero si hay que escribí escribo,y que sea lo que dios quiera.
ResponderEliminarA la pija que le voy a decir,que no creo que con toas esas pijoterías que tiene que hacer,antes de escribir le vengan los musos,pero que si vienen es que se suicidan vamo,la jartá de chorrada que dice y hace,es que los musos tiran pá los pirineos con tal de estar lejos,hay que vé.
Yo sólo escribo bien agotado y a esas horas.
ResponderEliminarEl niño que haga el quinto que nazca en Santiago y se bautice el 12 de Octubre y en el Pilar ¿qué es eso de las dos Españas?
Yo escribir, no escribo a ninguna hora...en fin...que se le va a hacer.
ResponderEliminarMuchas felicidades a Gonzalo (bonito nombre)...y si nació el día de la república, será un chico afortunado.
No hagas caso al Jurado...el quinto será niña y será preciosa.
Besos.
Bueno, yo no soy escritor, pero me mola hacer mis post en el blog de noche, con un "whiskyto" y un cigarro. Sí, puede ser que sea un momento especial para crear. Saludos.
ResponderEliminarSí tienes razón, mañana deslumbraremos al respetable con entradas memorables.
ResponderEliminarFelicidades a Gonzalito... que nació un día tarde.
Inteligente reflexión, tocayo. Últimamente escribo, no obstante, a primera hora de la tarde. Feliz cumpleaños en familia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí que somos distintos, querdio. Yo nada más despertarme no sé ni dónde estoy, ni tengo ganas de nada. Cada loco con su tema.
ResponderEliminarVaya marrón, Cita. A mí me pasa eso y me confiscan el bolígrafo. Veo que coincidimos.
Pues yo no paso nada por el colador, Fernando. Me gustan las ideas con tropezones.
Abrazos.
Escasso, te digo como a Juanma, por la mañana nada. Qué asco, legañas.
ResponderEliminarTú sí que eres un moustro, Dyhego.
Tienes razón, Paco. La prosa es otra historia.
Más abrazos.
Bea y Rocío, una poquita de por favor. Yo con el dinero de un Petrus me retiro un mes y escribo una novela.
ResponderEliminarSí, José María. Como dijo no sé quién, ercoñotuprima.
Vaya, mangeles, parece que os habéis empeñado en el quinto. No veas lo ilusionado que estoy. Y la Santa, no te digo...
Abrazos quinteños.
Claro que sí, Carlos. El whysky, fundamental.
ResponderEliminarPues sí, Álex, qué le vamos a hacer.
Gracias, tocayo. A mí en el nocturno-vespertino me toca trabajar.
Abur, me voy pa la tertulia.
Felicidades a tu nene, que ha de estar precioso.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo completamente: la noche envuelve el ánimo con ese halo mágico que no tiene el día, ruidoso y colorido. La noche te deja el alma y el pensamiento libre.
Un beso
Lo has dicho muy poéticamente, Mery. Doy un beso a Gonzalo de tu parte. Esté para comérselo (qué voy a decir yo...).
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