miércoles, 12 de septiembre de 2012
Eurogomorra
Advierte el cardenal Rouco Varela de los peligros que supone el proyecto Eurovegas para la moral, sobre todo de los jóvenes, y las hordas anticlericales del país han saltado a la yugular de la Iglesia como movidas por un resorte. El cardenal ha dicho lo que es su obligación decir, y se entiende menos el escándalo que suscitan sus palabras que la complacencia con que la sociedad ha acogido un complejo que va a generar miles de puestos de trabajo cubriendo unas necesidades tan poco edificantes como el juego o la prostitución más o menos encubierta. Echo en falta un análisis moral, al margen de la Iglesia, de este proyecto tan "ilusionante" que han peleado a dentelladas Cataluña y la Comunidad de Madrid, como una especie de maná que vendrá a paliar las graves carencias de empleo. Un maná que, a diferencia del bíblico, no cae del cielo, sino de un magnate norteamericano, genuino representante del capitalismo más rancio, ése en que los ricos pagan pocos impuestos y se hace la vista gorda a minucias como los ataques de Israel a Palestina o la válvula de escape de la prostitución para ciudadanos blancos, republicanos y a los que sobra el dinero. Claro está, el hombre ha visto el cielo abierto con la crisis europea, y prevé un aumento de la clientela llevada por la desesperación propia del que juega su última baza en la vida a romper la banca en un golpe de suerte. Todo muy ético, muy moral, del mismo color que la moral republicana. Por eso he querido traer hoy las palabras de Rouco, porque tiene más razón que un santo, aunque seguramente no lo sea: a cambio de un puñado de puestos de trabajo con la excusa de la crisis, la Sra. Aguirre, tan conservadora ella como Adelson, se ha vendido, ha vendido a su comunidad y ha vendido el bienestar de muchos jóvenes y no tan jóvenes. Los beneficios de esta sucursal de las Vegas irán a parar precisamente a la Gomorra original. Aquí quedarán hoteles, casinos, millones de horas de trabajo remuneradas, todo con el objeto de cubrir una necesidad, la del juego, que condena la Iglesia, condeno yo y condena cualquier persona para la que la ética signifique algo. Una actividad no ya estéril, sino dañina, pero el gobierno y la mayor parte de la sociedad vuelve la vista hacia otro lado, hacia los miles y miles de platos de lentejas que el señor Adelson ha comenzado ya a dispensar en los comedores sociales de ésta cada vez más empobrecida y sumisa patria nuestra.
Monsieur Ridao:
ResponderEliminarSe me ocurre que, para ahorrar, se podría utilizar la inutilizada macrourbanización de Seseña. Y como en todas las provincias tenemos urbanizaciones vacías o semivacía, se podrían reutilizar con centros de desintoxicación etílica, ludopática y putérica.
Salu2.
Un futuro prometedor: "¡hagan juego, señores!"
ResponderEliminarme acuerdo, ridao, cuando en la fila del colegio le decía a los compañeros quillo, te apuesto dos flash a que... y mi madre siempre me reprimía diciendo ¡niño, no apuestes!... que éso es de gentuza mala...
ResponderEliminarpues esa misma gentuza mala debe ser la que nos gobierna hoy día... puteros, yonquis, ultras, modernitos, okupas, contertulios de intereconomía, funcionatas pelosrojas, evasores de capital, defraudadores de impuestos y algún que otro cura... todos a una con el hijoputa este del Adelson... todo un asco, macho...
¡Coño, Ridao, pedazo de vena progremoralfascistoide que te ha salido hoy, macho!
ResponderEliminarO sea, que la gente juega y compra sexo porque existen los casinos y las putas, y no al revés. En fin, qué sería de nosotros los ciudadanos si no hubiera gente que impusiera la moral, su moral, individual a esos ciudadanos tan débiles de mente que se dejan arrastar por tales pecados. ¡Vade retro Satanás!
Por cierto, yo no condeno el juego, me limito a no practicarlo. Tampoco creo que condenarlo, o no condenarlo, tenga nada que ver con la ética, pero en fin.
Abrazos liberales y extrañados
P.S.: Con lo que sí estoy de acuerdo es con lo que dices de la gente que se haa indignado con las declaraciones de Rouco. Sólo ha dicho lo que se espera que un católico diga. Ni más ni menos.
No cuela, Dyhego: ¿No ves que entonces no se construye a lo bestia? ¿Es que quieres matar de un infarto a Espe? ¡Viva el progreso!
ResponderEliminarTienes razón, eresmicruz, la gentuza abunda, y este nota tiene toda la pinta de mandar por correo dedos ensangrentados a sus clientes morosos. Esto empieza a dar mieo...
No me hables de vena, Tato, que todavía no me he metido con los maricones. Estarás conmigo en que si se lo ponemos fácil se "pecará" más, ¿no? Supón un matrimonio viviendo en una cabaña aislada en medio de la tundra siberiana. Ahora cogen y se mudan a las vegas, donde él ha empleado empleo como croupier y ella de azafata de "congresos". ¿En cuál de los dos casos es más fácil que se cometa una inmoralísima infelicidad (o dos)? Y no vale que me argumentes contra el ejemplo, salvo que elimines la demagogia.
Os saludo, pecadorrrrrressss...
¿Y dónde queda la libertad individual, Ridao?
ResponderEliminarSi damos por bueno el fondo de tu argumento, a saber, que mientras menos alternativas de elección tenga el ciudadano, realizada previamente una restricción de esas alternativas conforme a la moral o ética individual de quien decide lo que es o no ético -por ejemplo, tú ética, o la mía, o la de Rouco, o Rajoy, o Rubalcaba, o Aguirre...-, más felices seremos, entonces que se pare el mundo que yo me bajo.
No sé, llevo ya algunos años leyéndote y discrepando -aunque no tanto como parece-, y no me cuadra que realmente pienses que restringir la libertad individual sea la solución a los vicios o a los pecados individuales. También entra dentro de lo posible que yo no haya entendido la entrada, aunque el ejemplo que pones insiste en la misma idea.
Abrazos confusos
coño, tato... que el personal entra a cualquier trapo que le meneen... que a esta crisis hemos entrado con los cuernos y tú lo has escrito... que el banco te regalaba un 3D-home y te hipotecabas para toda la vida...
ResponderEliminarlo más patético de la historia es que se dé por hecho que el tema de los casinos y las ruletas va a ser el pelotazo padre... panda horteras... pero qué se puede esperar de un país que sueña con veranear en Marina D'Or...
Y tienes razón, eres_mi_cruz, pero ése es otro tema. El problema es que libertad sin asunción de responsabilidades individuales no es libertad, es libertinaje. Si un banco a sido mal gestionado, debe quebrar. Si un ciudadano ha tirado el dinero o ha decidido dejar de estudiar porque ganaba 3.000 pavos arrimando ladrillos, que asuma las consecuencias. Pero ni lo uno ni lo otro, y así nos va, así nos ha ido, y así nos irá.
ResponderEliminarDesde luego, a mí me parece patético que un macrocasino deba ser la solución a nuestro modelo económico, pero Ridao no hablaba de eso. O no sólo de eso.
Saludos
No, hombre, Tato, no me has entendido: yo no digo que haya que restringir la libertad individual, lo que me jode es el aplauso generalizado, y el hecho de que nadie ponga los puntos sobre las íes sobre de qué estamos hablando, a saber: de un negocio bastante repugnante dentro de la legalidad. Es lo del fin y los medios, y todos tragando. No sé, es algo que me revuelve el estómago.
ResponderEliminarRafael: últimamente tus comentarios me salen como spam y los tengo que rescatar ???? Y mira que eres comedido. Habrá que llamar al orden a Mr. Blogger.
ResponderEliminarEl Tato afirma que no condena el juego, sino que se limita a no practicarlo. Pues yo debo confesar que no sólo no lo condeno, sino que también lo practico. Y además disfrutándolo. Triste pero cierto.
ResponderEliminarEsto del juego lo veo yo como el alcohol, que el problema surge cuando aumenta la escala de consumo, justo lo que se va a hacer en Madrid a lo bestia.
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