Ich will bei meinem Jesu wachen
Quiero velar junto a mi Jesús.
Pocas veces un divo de la ópera presta su voz a la música de Bach, y menos con el resultado del tan llorado Fritz Wunderlich. Para interpretar a Bach hay que cantar como quien respira, traspasando las notas directamente de la garganta al corazón, sin alardes, algo que muy pocos grandes tenores del siglo XX estaban en condiciones de hacer. Wunderlich sí, se desenvolvía maravillosamente en el terreno de Bach y en el repertorio de Mozart, y ya se acercaba al italiano para reinar en el olimpo del bel canto cuando la muerte le sorprendió a la edad de 35 años.
Suelo escuchar este aria cuando se acerca la Semana Santa y siempre consigue sumirme en un estado de melancolía placentera. Sus notas transmiten un mensaje de esperanza resignada, y quien sienta lo mismo que yo entenderá la paradoja.
P.S. Ese oboe d'amore...
P.S. Ese oboe d'amore...
Tanke, tanke, herr Ridaen.
ResponderEliminarDe naden, de naden...
ResponderEliminarSublime, José Miguel, sencillamente sublime; y comparto contigo lo de esas sensaciones algo contradictorias. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarExtraordinario este
ResponderEliminarIch will bei meinem Jesu wachen, más que melancolía me produce una admiración intelectual, matemática, preciosa, paradógica también.
Salud
Francesc Cornadó
Muchas gracias, Antonio y Francesc. Bach une más que todas las ideologías, y por encima de ellas.
ResponderEliminarAbrazos.