Ridaiku (III)
los japoneses
se están descojonando
de nuestros haikus
un viejo estanque
salta la rana ¡chop!
y nace el haiku
pues yo no veo
que sea para tanto
lo de esa rana
cuarenta haikus
haiku más haiku menos
en diez minutos
ni esto es un haiku
ni falta que le hace
es un ridaiku
Allá los japoneses José Miguel ¡se lo pierden!
ResponderEliminarTal vez uno de estos días salga un japonés haciendo ridaikus y vamos a ser nosotros los que nos descojonemos, jajajaja
Me has alegrado el domingo.
Cariños, Ridao.
El tercer ridaiku es puro estilo de la casa. ¡¡Me encantan los ridaikus!!...sobre todo por el nombre, que es donde radica su genialidad.
ResponderEliminarA ver, a ver...no, no hay ninguna etarra.
Un abrazo.
Buenos ridaikus, Haikao...
ResponderEliminarCon permiso, voy a escribir un ridaiku:
ResponderEliminarNadie se inspira
cuando salto al estanque:
yo no soy rana.
Y otro:
La probre rana
cada vez que da un salto
sale en un haiku.
A difrutar de las ranas alajareñas.
Un abrazo.
A mi me gustan mucho. Me parecen muy dignos y acojonantes. Gran acojonamientos al leerlos, de su grandeza.
ResponderEliminarY lo de la rana, me recordó algo.
Nos acordamos de ti, y mucho...
Jose Miguel, yo creo que el haiku japonés, el de verdad, escrito en japonés, provocará un cúmulo de sensaciones...no lo pongo en duda, pero seguro que no consiguen que me ria como lo haces tú con tus Ridaikus.
ResponderEliminarCon tu permiso, Juan Antonio, me ha encantado el segundo.
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ResponderEliminarMuy Ridao, especialmente el de la rana.
ResponderEliminarY con permiso de Juan Antonio, y dado el tronío de este blog, me permito:
La pobre rana
cada vez que da un salto
le sale un haiku.
Hala, nos vemos el fin de semana.
En primer lugar, y antes de empezar a contestar, me vais a permitir que me cague en tos los muertos del pinganillo y de la cobertura de Alájar, que en el tiempo que tardo en cargar una página me da para escribir cien ridaikus. Además, así tengo un comentario más para la estadística.
ResponderEliminarLiliana, como salga un japonés haciendo ridaikus primero me descojono, y después le descojono, por usurpar mi nombre.
ResponderEliminarUn beso, ¿cómo va esa garúa?
Tienes razón, Juanma, el nombre es genial. ¿Te puedes creer que no fui yo quien lo inventó? No recuerdo exactamente quién, pero fue un comentarista que siempre está haciendo erratas, y ese día escribió ridaiku por haiku, y hasta hoy. Cuando recuerde quién era te lo digo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustó lo de Haikao, Julio, veo que me voy haciendo con mi propio vocabulario haikuiano. ¿Darán también premios los japoneses? ¿Con 5-7-5 sílabas? ¿Con o sin kigo? Por cierto, para mí el kigo pasa a ser jigo, me lo adjudico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, José Miguel...seguro que es un tío tela de inteligente.
ResponderEliminarMe haces un gran honor, Juan Antonio. Eres el primero aparte de mí que escribe un ridaiku. Me han gustado, tengo prevista una entrada titulada "Y dale con la rana", dando un poco de caña al estilo Jurado. Por cierto, aunque el gentilicio alajareño es válido, se usa casi siempre alajeño. A ver cuándo vienes por el jamón, que lo acabo de abrir hoy.
ResponderEliminarUn abrazo alajeño o alajareño, lo mismo da.
Gracias, Javier, ma acojonas un tanto. A mí lo de la rana también me recuerda algo, y mucho. A ver si me acuerdo...
ResponderEliminarUn abrazo acojonante, y mucho.
Muchas gracias, Maite. Por eso no son haikus, cada uno hace lo que puede, y yo como que no soy muy zen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Javier, ya me contarás en privado esos comentarios que has suprimido. Me dejas intrigado, y mucho.
ResponderEliminarSí que da juego la rana, Capitán. Cuando vengas por Alájar vamos a decirles a los niños que pesquen unas cuantas, cogemos recado de escritura y las tiramos a una alberca, a ver si nos salen haikus inspirados.
ResponderEliminar¡Jaiiiiiiiku!
Te entiendo y comparto tu desesperación con el pinganillo/pistrolo odioso. Acabo de volver de trabajar y allí en el subsuelo, el muy desolador aparatejo ¡me tardaba tanto en abrir que me hubiera podido ir a mi casa y volver!
ResponderEliminarHabría que dinamitarlos... me pone loca (un poco más).
¿Garúa? Qué te cuento que con la tormenta que hubo, ayer tuvimos una granizada de antología. Una piedras de tamaño descomunal, que si te pegaban ibas al hospital. Creo que estamos teniendo las siete plagas por aquí...
Cariños, José Miguel.
Te dedico mi entrada de unos minutos.
ResponderEliminarVendo quimonos.
ResponderEliminarCuando abrió el blog, la rana estaba todavía allí.
Vaya con la garúa, Liliana, viene fuerte este año. Podías sacar el pinganillo a la calle a ver si le acierta un pedruscón. De todos modos, prefiero el invierno al verano. Al menos en Alájar estoy más fresquito que en Sevilla, pero a mí lo que me gusta es la chimenea y los paseos por el bosque con el sirimiri cayendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por la dedicatoria, Javier. Vamos a formar el pelotón antihaiku, o los exterminadores de ranas.
ResponderEliminarResérvame un quimono, José María. En cuanto al estampado, en lugar de la flor de loto prefiero como motivo una rana ahogada en un estanque, cuanto más viejo el estanque mejor.
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