viernes, 4 de febrero de 2011

Apuntes (LIX): El diario imposible


Blank sheet syndrome.


***

Pasan los días uno tras otro, como lágrimas gemelas, y son la arquitectura invisible e inviolable de la vida, ajena al ruido de pasiones, tan alta que no se alcanza a ver su techo, ya que es infinita y los hombres no la podemos comprender ni abarcar. Infinita pero a la vez efímera, porque el día de ayer desaparece cada nuevo amanecer.

***

Todo escritor, que no escribiente, es un poeta.

***

Es muy distinto escribir (si es que esto es posible) para uno mismo o hacerlo para el público. La escritura cambia radicalmente; a mejor, por supuesto.

***

Me gustaría crear un personaje, trasunto de mí mismo, y exponerlo sin tapujos en un diario íntimo. Así mi escritura sería libre, y no pensaría en otra cosa que en lo que me sucede y lo que pasa por mi cabeza; y no tendría necesidad de fingir, porque estaría protegido de la mirada severa o simplemente curiosa de los lectores. Ese diario sería auténtico de veras, y nadie lo ha escrito aún, sencillamente porque es imposible. Quien más alardea de escribir sinceramente es el que más finge: su vanidad en ese alarde le delata. Quizás lo más próximo que hay a ese diario que digo es el cuaderno oculto que llevan algunos, o más bien que llevaban en el pasado, donde se hacían anotaciones prohibidas a los demás, guardadas bajo llave en un cajón. Pero hasta en ese caso existía la ilusión secreta, inconfesable, de que un día alguien leería esas páginas, retiraría una rosa marchita y se conmovería ante la grandeza de alma del dueño del diario.

***

Último apunte en mi cuaderno, que comencé en agosto, hace seis meses. Me da algo de nostalgia cerrarlo, pero mañana mismo estreno otro.

13 comentarios:

Paco dijo...

Y si escribieses un diario en un blog que creases con un nombre que no es el tuyo. Con una historia que no es la tuya. Con un foto que no es la tuya (sin sombrero, sin cigarro y sin bebida). En un pueblo que no es el tuyo. Con una familia inventada que no es la tuya. Con unos lectores que no serán los tuyos. ¿Te sentirías más libre? ¿Dejarías de fingir? ¿O acaso te quedaría una última esperanza de que algún informático avispado desvelase quien se oculta secretamente en esa identidad virtual?
¿Y si ese quien dice que es Ridao, en realidad es otro que nos mira desde el agujero de un blog, y en verdad es alguien completamente diferente?
¡Vaya paranoiarrrrr!

José Miguel Ridao dijo...

Seguiría fingiendo: aunque no supieran mi identidad secreta estaría contentísimo de ver cómo alaban a ese alter ego. Simplemente proyectaría mi vanidad en un ente imaginario.

La única forma de que sea lo que tú dices es que alguien se haya apropiado de mi imagen, haya usurpado mi nombre y apellidos, se conozca toda mi vida, yo no haya reaccionado a esa usurpación y encima tenga la poca vergüenza de darte esta respuesta sabiendo que es un impostor.

¡Aaaargg!

Paco dijo...

O sea, que D. José Miguel Ridao es un señor economista que no tiene ni papa de informática, que no se asoma ni por internet, no le gusta la lectura ni escribir, pero tú has reemplazado su vida en este blog (y él sin saberlo).
Ya decía yo que era imposible escribir tanto, con cuatro churumbeles, mujer, trabajo, responder los chops, tantos libros en la mesilla, e-reader, no hay tiempo...
Tú debes ser un personaje solitario, vividor de las rentas, sin trabajar, que solo escribes en el blog por vanidad, para salir de tu aburrimiento. Has tomado la vida del pobre Ridao, la has fusilado en el blog, y has suplantado toda su existencia real, en este mundo virtual.
¡Como me encuentre al Ridao de carne y hueso, y se lo cuente, te vas a enterar!!
Nota reflesiva: Siempre me pregunté quién dio a conocer a quién, si Pedro Páramo a Juan Rulfo, o Juan Rulfo a Pedro Páramo...

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
Creo que es imposible ser sincero.
Salu2 ¿sinceros? ¡Ahhhh! Nunca podrías saberlo...

José Miguel Ridao dijo...

Sactamente, Paco, y lo de los niños es un bulo, no veas lo que me cuesta inventar anécdotas de ese Miguel, que estoy creando un mounstruo... Y el Ridao sin saberlo, trabajando como un cabrón, jeje.

Los saludos nunca son sinceros, Dyhego, son un mero formulismo que sólo hacen los tontolabas.

Saludos.

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
¿He de suponer que me llama usted tontol'haba?

José Miguel Ridao dijo...

La duda ofende, Dyhego, por supuesto que no, tú mandas salu2, lo que te da un plus de originalidad.

Saludos.

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
¡Pues ya me había mosqueado yo y todo!
Lo siento.
Salu2.

José Miguel Ridao dijo...

Bueno, tampoco habría sido para tanto. Los tontolabas somos unos seres entrañables.

Saludos.

Mery dijo...

J.M. te diría que hay una persona que escribió un diario lo mas parecido al ideal que describes: Anaïs Nin. Estoy en plena lectura y me parece muy valiente, sobre todo consigo misma.

Ah, y que empieces con buen pie tu segundo cuaderno.

Un beso

José Miguel Ridao dijo...

No lo conocía, Mery; apuntado queda, tus recomendaciones son siempre bienvenidas. Un beso.

Mery dijo...

Bueno, este libro lo recomiendo con reservas pues creo que es mejor entendido desde el punto de vista de las mujeres.
Anaïs Nin fue una mujer muy interesante, pasó su vida rodeada de intelectuales de la época, sentimentalmente era un torbellino de amantes compartidos...Y todo ello lo plasmó en sus diarios con una audacia inusitada.

No sé, primero échale un vistazo y decides. Al principio a mi me costó cogerle el gusto.

Buenas noches, J.M y compañía

José Miguel Ridao dijo...

Lo tendré en cuenta. Mery. Buenas noches, ahora sí.