Canto a las nubes
Il pleure dans mon coeur
comme il pleut sur la ville.
Paul VerlaineSigues perdido y no te encuentrasni te encuentran los que te quierenbien, ¿y por qué no cantas mientrasa las nubes, que nunca muerenaunque lloren toda la lluviaque tienen dentro, y nada esperen?
José Miguel. Me he quedado sin palabras. Maravilloso maestro.
ResponderEliminarUn emocionado abrazo.
P.S. Una pena que no sé francés y no entiendo el texto previo.
Muchas gracias, Alegre. Ya quisiera yo. Sí son maravillosos los versos de Verlaine, que ya traje en una entrada de verano. El poeta hace un juego de palabras con los verbos "llorar" y "llover", que en francés suenan muy parecidos. A mí me gusta traducirlos así:
ResponderEliminarLlora en mi corazón
como llueve en la ciudad.
Un abrazo.
Digo yo que eso hacemos muchas veces al escribir: cantar a las nubes mientras vamos perdidos, buscarnos de otra manera.
ResponderEliminarContagia tu poema una sensación de suave tristeza, como la lluvia.
Seguro que los que te quieren bien, te acaban encontrando.
Saludos.
Esos versos dicen mucho Jose Miguel. Lo dicen todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Olga. Al final siempre me encuentran.
ResponderEliminarSí dicen tanto, Madison, estoy contento.
Un abrazo a las dos.
Ridao que bonito...
ResponderEliminarComo no es a lo que nos tienes acostumbrados llegan muy dentro letras asi.
Te felicito sinceramente
Cita
Cuatro versos alucinantes. ¿Se puede decir tanto con tan poco? Un abrazo.
ResponderEliminarMonsieur RIDAO:
ResponderEliminarBueno.
Muy bonito, no mueren pero el sol con su fuerza las disipa y es más fácil encontrar a los que te quieren.
ResponderEliminarUn beso
¡Mon Dieu! ¡C´est très beau!
ResponderEliminarY el discípulo le preguntó al maestro: "Maestro, ¿son las nubes quienes lloran o es tu alma que ha perdido el camino?"
Mille baisers :)
Probablemente, José Miguel, el mejor poema que te he leído. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso, amigo José Miguel. Ya sabes que a mí, últimamente, las nubes me ponen...
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonitos versos, sí señor.
ResponderEliminarUn beso.
Est que vous avez vu mon coeur, monsieur Ridao ? est que, une fois, vous avez écouté la pluie en tombant sur moi ?
ResponderEliminarAlguna palabra tuve que buscar pero en frances suena mejor, indudablemente, aunque no sea del todo correcto, mon Français est moisi.
Gracias señor Ridao. Tierno, muy tierno. ¿podia llorar, no?
Gracias por tu felicitación, Cita. Es lo bueno de cambiar los registros, que se llega mejor. Un beso.
ResponderEliminarTe agradezco un comentario tan generoso, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, Dyhego. Qué mejor que eso.
ResponderEliminarAbrazos.
Qué bonita imagen, Ángeles. Has sabido ver la esperanza.
ResponderEliminarUn beso.
Merci beaucoup, Liliana. Es más sabio el discípulo que el maestro.
ResponderEliminarGros bisous.
Muchas gracias, Juan Antonio. Y eso -o por eso mismo- que lo escribí en Alájar de una sentada (piensa mal y acertarás).
ResponderEliminarUn abrazo sin televisiones y sin premio.
A mi también me ponen... chorreando, Octavio. Pingando, vamos.
ResponderEliminarGracias, y un abrazo.
Muchas gracias, Paloma.
ResponderEliminarUn beso.
Suena mucho mejor en francés, Maile. Ni he visto ni he escuchado, pero hay sentimientos universales. Llorar, siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
José Miguel.
ResponderEliminarGracias por traducirlo. Ahora cobra aún más sentido.
Un abrazo.
Que vas p´arriba, Ridao...
ResponderEliminarGracias a ti, Alegre.
ResponderEliminarA ver si no (me) subo demasiado, Julio, que después me pego una leche.
Dos abrazos.
Pero muchacho ¿qué tendrán los días de lluvia que dejan a las musas colgando de cada gota que cae sobre la tierra?
ResponderEliminarEstás florido y lleno de matices en este poema. Ha sido un placer.
Un beso
Muchas gracias, Mery. El placer es mío al leerte.
ResponderEliminarUn beso.