Las lágrimas de la melancolía saben dulces. Las de autocompasión son diluidas, acuosas. Las de rabia se evaporan nada más salir, y las de pena están amargas como un cáliz de hiel. Pero el dolor verdadero no tiene lágrimas. Es árido, seco, infinito.
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No tengo remedio; he vuelto a leer a Pessoa.
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A veces, cuando veo a un pianista tocar una melodía evocadora con los ojos cerrados, sobre todo de Chopin, me parece que el piano se eleva cada vez que toca el pedal.
Pessoa produce eso, y agarrate si encima llueve o hace frio..!
ResponderEliminarTú tienes suerte y te libras. Alguna ventaja hay en el verano continuo.
ResponderEliminarJoé Ridao, ¿por que no te lees las obras completas de los hermanos Alvarez Quintero? Algo de humor tienen.
ResponderEliminarFuerte lo de "el dolor verdadero no tiene lágrimas", fuerte pero cierto.
Un estrechón de manos.
Coño, estás que te sales,
ResponderEliminarlo de pedal del piano guau
y me alegro musssho
que escribas tan requetebien..
Un abraXXo.
Buena descripción del sabor de las lágrimas, no había caido en ello.
ResponderEliminarSi es que eres cojonudo.
Un abrazo
Comparto la opinión de Ramón... ¡Estás que te sales! ¡Eres un genio!
ResponderEliminarMe encanta tu reflexión de las lágrimas, bueno todas, pero de Pessao no puedo opinar porque no lo he leido lo reconozco.
ResponderEliminarEstos apuntes que nos dejas (las cuatro entregas) son de una sabor agridulce y se agradecen.
Saludos.
Muy buenos los tres apuntes. Saludos.
ResponderEliminarCon tus apuntes y tu forma de escribir me recuerdas a D.Javier Sánchez Menéndez. Vengo a leerte y me recuerda su manera de escribir.
ResponderEliminarPerdona, no he querido comparar sino sólo es una impresión mía.
De todo vale en la vida encanto, de todo. Déjate llevar porque hay días para todos y nosotros tenemos que saber cómo adaptarnos.
Volveré para leerte más tranquila, besos.
Hobre, Naranjito, para humor ya tengo mi blog.
ResponderEliminarMe dejas abrumao, R.S. Eres un amigo.
De vez en cuando se me caen los cojones, Rafael.
Pa genios los que salen de la lámpara, Alegre. Yo tengo que currar.
Abrazos agradecidos.
Susana: no te recomiendo que lo leas, por si las moscas.
ResponderEliminarMuchas gracias, José Manuel. Ya he visto que has vuelto a cargar las pilas tras la descarga estival.
Creo que eso se debe al tono diarístico, LNJ. Pienso que escribo de modo muy distinto a mi amigo Javier. Si lees a Trapiello o al mismo Pessoa captarás el mismo aire.
Abrazos.
Sí, es al tono diaristico que te refieres; he leído esos dos genios de los que hablas.
ResponderEliminarEscribes de manera muy distinta, porque consigues atraer al lector con una sensibilidad que te caracteriza, muy especial.
Gracias por la aclaración.
Lo de Chopin, es así, un milagro.
ResponderEliminarMe han gustado mucho estos tres apuntes, especialmente el primero. Saludos.
ResponderEliminarGracias a ti, LNJ.
ResponderEliminarMismamente, José María. Hace poco lo vivimos en directo.
Muchas gracias, Sara. Me alegra verte de nuevo por aquí.
Abrazos.