Arranco el coche y a la vez arranca uno de los maravillosos motetes de Bach. Desde hace un tiempo me acompañan en esos ratos muertos al volante, y suponen un contrapunto ideal para el tráfico, las prisas y los malos humores. Quizá Bach no merezca un uso tan prosaico, pero su música lo tapa todo y lo vuelve a llenar; te eleva por encima del asfalto con el peligro que ello supone, aunque al menos a esa altura no circulan vehículos. El motete Jesu meine Freude me reconcilia con el género humano, y también con el divino. Los primeros compases de Komm, Jesu, Komm! son la súplica más bella y desesperada que he oído nunca hacia ese Jesús sin el cuál Bach nunca habría compuesto, se diría que al dictado, esa polifonía sublime.
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La Teología, esa ciencia que busca el conocimiento de Dios, no tiene sentido como ciencia. Si es que hay un Dios creador, nunca querría que el hombre le conociera, ni el hombre en cualquier caso lo lograría. Pero la búsqueda merece la pena, no es estéril aunque nada se encuentre. Unos frutos tan maravillosos como las cantatas y motetes de Bach pueden convertir en creyente al más escéptico de los impíos.
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Hay más belleza en un solo compás de Bach que en toda la obra de cualquier músico contemporáneo.
Caro fratello, me congratulo de que vuelvas por la senda del bien...
ResponderEliminar(dicho con voz episcopal y campanuda)
Bach, arroyo en fuga.
Creo firmemente que Bach estaría orgulloso de que tan prosaicos momentos de la vida fuesen sobrellevados con su música. Y en cuanto al último punto, pues claro, tampoco has puesto el listón muy alto ;)
ResponderEliminarUn varazo.
PD: Mejor que los de Bach, prefiero los motetes de Antequera con aceite y jamón, ¿o no se llaman así?
la música de Bach es sublime.
ResponderEliminarCompartí con mi amigo organista,en Leipzig ( Alemania),el órgano dode tocaba Bach.¡Un lujazo!
Un beso.
Gracias, Ridao, preciosa entrada para uno que está en la búsqueda.
ResponderEliminarMe congratula también con el género humano ...y el Divino.
Si te gustan los caballos( iba a poner corceles, pero me ha sonado muy caleti) aquí te dejo un enlace.....al cielo.
Fuego y Juanma en Kentucky, hoy de madrugada.
http://www.topiberian.com/htmlvideos/FUEGO_KUR.html
(conecta altavoces o auriculares y sube el volumen)
Dejo para otro momento el significado de "caleti", es demasiado andurrialesco.
La música de Bach tiene un no sé qué que no hay en ninguna otra parte. Te recomiendo la película "El silencio antes de Bach", que se acerca un poco a ese misterio diáfano que cautivó a otros artistas como Tarkovsky.
ResponderEliminarUn abrazo.
No veo por qué Dios no querría darse a conocer. Me parecería inevitable.
Otro abrazo.
Air Suite N.3, no sabes cuántas veces me he inspirado para escribir con esta música. En definitiva, casi toda la música clásica me gusta.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=FUPx42UmSng
Esta interpretación que te dejo con la guitarra, es fabulosa.
No tengo ganas de hablar de Dios, es tan bueno, tan dedicado a los demás, tan generoso..., y tan embustero ...
Con perdón hacia los creyentes.
Besos.
Por qué Dios no iba a querer que el hombre lo conociera. Bach debió acercarse bastante.
ResponderEliminarUn abacho.
Bach es una de mis pasiones, yo también le dediqué una entrada hace tiempo en mi blog. Bach silencio, porque su música llega a la plenitud del sonido, a la esencia de lo humano...
ResponderEliminarTu entrada es magnífica, introduce muy bien en lo que Bach significa...
Un abrazo!
Impresionante. Para volar o conducir, qué más da.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Aljandro, puede ser que Bach más que acercarse a dios, es una parte de él. ¿ No crees ?.
ResponderEliminarSaludos.
No te congratules tanto, fratello Jurado, que en cuanto deja de sonar Bach se me acaba el misticismo. Muy afortunado, el arroyo en fuga. Tiene arte.
ResponderEliminarPues no te veas los motetten astigitanos, Fernando, bien calentitos con su aceitito...
Vaya suerte, Veridiana. Eso debe de dar respeto, hasta temor.
Abrazos.
Gracias, NGG. En cuanto pueda veo el enlace, que ahora estoy chungo de cobertura. Yo en realidad ni busco.
ResponderEliminarGracias por tu consejo, tocayo, Estoy derseqando verla.Yo creo que Dios es mu mijita para esas cosas. No puedo explicar bien el motivo.
Esa aria fue tocada en directo en mi boda, Lourdes. Una maravilla.
Abrazos.
Porque Dios es esquivo, Alex, y si le ven pierde la gracia.
ResponderEliminarGracias, Ruben. Compartimos el amor por esos sonidos inverosimiles.
Juanma: y para... mas cositas.
Abrazos.
P.S. scribo en un teclado sin tildes, con el coraje que me da eso.
Pues esa música es preciosa,acabo de oirla aquí en Madrid,donde está lloviendo,y mientras cae el agua sobre mis cristales,esa maravilla oyendose,uy me encuentro en el septimo cielo.Muy buena música,si señor.
ResponderEliminarAhora lo que dice Fernando Moral de los motetes de antequera,esos tampoco están pa dejarlos de lao,con su aceitito,su jamón,y su café calentito,me dá hasta hambre,pero ya si suena Bach,es pa morirse,como voy a echá los molletes de antequera aquí en los madriles,menos mal que siempre nos quedará bach.
Un beso molletebachero.
No es que sepa mucho de música clásica, pero Bach me ha consolado en más de una ocasión,(preferiría que lo hubiera hecho mi amada Francisca).
ResponderEliminarLa pasión según San Juan y alguna suit,(como se escriba) que sale en la película Despabilate amor; así como una música maravillosa que escucha Hannibal Lecter en la escena en que se come a dos polis son mis favoritas. Aunque supongo que habrá muchas más que yo ignoro.
Me parece fino, elegante, íntimo, lento en el sentido taurino de la palabra, sublime. Exquisito de cojones en definitiva.
Congélalos, Rocío, y no olvides tomártelos con el motete Jesu meine Freude de fondo. Mollete con motete y jamón.
ResponderEliminarDe cojones, Escasso. Ésa es la expresión, aunque no sé si él lo aprobaría, tan empelucado.
Dos abrazos.
No sé si darte envidia... bueno, te la voy a dar: he vuelto estos días del campo con el ordenador a reventar de San Mateo y otras perlas de Bach (copiadas a un amigo músico que colecciona, para mas inri, versiones de diferentes orquestas y directores).
ResponderEliminarHaces muy requetebien en envolverte con Bach sea cual sea el escenario. Faltaría maiss.
Un beso
Pues sí que me das envidia. Compartir la música junto a un músico es apasionante. Creo que la disfrutas más tú que el músico, para el que al fin y al cabo es su profesión.
ResponderEliminarUn beso.
Tienes razón, yo disfruté de todo un máster en un par de horas escasas (ahora no tengo muy claro si albergué todo en mi memoria).
ResponderEliminarPero bueno, me queda la memoria del ordenador.
(Ya estoy casi recuperada, gracias por tus buenos deseos)
Un abrazo