Sombra
Dormida en lo profundo de mi mente
vive una sombra hueca y tenebrosa.
Yo no la temo, y bebo de la fuente
de la vida sencilla y armoniosa.
Anoche abrí los ojos de repente
y la sentí salir, fría y viscosa.
Resbalaban jirones por mi frente
de niebla sucia y agua venenosa.
No me dejes solo, toma mi mano,
ayúdame a esconderme en tu regazo
de esta tiniebla cruel, del frío cercano.
Atrapa mis fantasmas con un lazo,
no dejes que me acueste tan temprano
y antes de dormir dame un abrazo.
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