lunes, 5 de marzo de 2012

Apuntes (157): Filósofos señoritos


Sigo leyendo a Ortega, ahora La rebelión de las masas, y no puedo evitar un mosqueo continuo ante la suficiencia con que desgrana sus ideas, me revienta esa pose de señorito que está por encima del resto del mundo, figura que curiosamente critica duramente en el libro, lo mismo que desprecia a aquellos que se atreven a poner en duda sus afirmaciones sin la preparación suficiente y sin haber dedicado horas y horas de reflexión a las tesis que expone (en este sentido yo sería un claro blanco de sus iras). Todo esto me condiciona para valorar en su justa medida las originales aportaciones que ofrece, que sin duda las hay, aunque claro, cuando uno dispara con una escopeta de repetición, alguna que otra vez acierta.

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Me ha dicho Jaime que está ahorrando para una videconsola. Le he preguntado cuánto cuesta y dice que la que él quiere vale 169 euros, y que tiene ahorrados 31 euros y 98 céntimos. Con niños como éste se da un empujón al ahorro y el consumo, y salimos de la crisis.

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Últimamente no me apetece ni leer poesía ni escribirla. He telefoneado un par de veces a las musas pero no me lo han cogido, y tampoco es plan de ponerse pesado.

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Sigo con Ortega. Ahora me están entrando ganas de darle collejitas.

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Ni agnóstico ni, por supuesto, ateo; me declaro infiel.

14 comentarios:

  1. Monsieur Ridao:
    No sé si será cierta la anécdota pero leí que Ortega le leía los textos a la criada y si ésta los entendía, no quedaba conforme y los escribía de forma más ininteligible.
    ¿Perverso, no?
    Salu2 desperversa2

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  2. Ahora que leo a Dyhego, tengo de decir que precisamente Ortega es de los filófofos menos enrevesados que exiten.
    De hecho existen grabaciones de sus clases en la Facultad y son claritas, claritas. No hacía falta ni coger apuntes.
    Puede que se refiera a otro, como Heidegger.

    Lo que si es cierto es que puede resultar cargante la autosuficiencia que demuestra Ortega, como si él estuviera en posesión de la Verdad absoluta. Un exceso de vanidad, sin duda.

    Un abrazo.

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  3. Perdón, tengo QUE decir. Empiezo mal la frase...jopé.
    Otro abrazo

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  4. ¿Infiel? La que Lola te va a dar no creo que sea, precisamente, una collejilla.

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  5. A Mery:
    Si dices que lo entiendes, es que yo me he equivocado. Seguramente lo habré oido referido a otro filósofo.
    Siento haber metido la pata.
    Saludos a ambos.

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  6. Si no fuera por la peligrosa polisemia (señalada por Alejandro), quizás fuera buena la palabra "infiel" para designar a quien no pertenece a ninguna religión (incluidos ahí los agnósticos, ateos, etc.) y se mantiene equidistante de todas.
    Un saludo.

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  7. Infiel: Que no profesa la fe considerada como verdadera.(DRAE)
    Creo que tu conversión, al igual que la de san Pablo, está al caer.

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  8. No se esfuerce. Puede despotricar lo que quiera contra Ortega, que siempre volverá a él... Piense en lo que debía significar en los negros 40 una escritura y un magisterio como el suyos. Se le perdona todo.

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  9. Dyhego y Mery: yo también he oído que Ortega hablaba muy clarito. Para ser un filósofo sus escritos se entienden muy bien, aunque incurre en redundancias. Vanidad y prepotencia, parece que le sobraban.

    Calla, Álex, que ahora no lee mi blog...

    Yo también lo creo, Luis, lo malo es que algún talibán me va a llamar perro infiel, seguro.

    Ni mijita, bacalaero, y te digo más: si yo llego a estar delante cuando Pablo se convirtió, lo convenzo de no meterse en la secta (veáse RAE).

    Pues es verdad, Martín: cuanto peor me cae más ganas me entran de seguir leyéndole, tiene algo que atrae, aunque sigo pensando que es una filosofía muy de andar por casa, y su fama es inmerecida.

    Abrazos iconoclastas.

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  10. Las musas, Ridao, están siempre comunicando, las puñeteras, que no hay manera de hablar con ellas. Yo creo que tienen acciones de Telefónica, aquellas famosas "Matildes".
    -¿te acuerdas?- que anunciaba López vázquez en blanco y negro.
    Anda y que les den.

    Abrazo.

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  11. Te digo lo que acabo de escribir arriba, Elías, que últimamente me ha dado por la Economía y así no hay quien pueda, me cago en los muertos de Rimbaud, así cualquiera, que está muerto.

    Otro abrazo.

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  12. Pero tiene Ortega una peculiaridad: que no te invita a seguirlo, porque se hace odioso muchas veces... Pero esa es una virtud, porque te invita a pensar por tu cuenta, y en ese sentido es un amestro más que generoso. Un socrático, aunque no lo parezca.

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  13. No e stan radical como lo he dicho, pero algo así... O sea: que no te/le aparece, al lector, como un filósofo dogmático. No conozco la biografía de Ortega ncon mucha profundidad, pero no me extrañaría que ésta fuera la experiencia de quienes tuvieron la suerte de oírle. Y lo repito: piense en el supremo lujo de poder escuchar a un personaje así en la España miserable de los 40. Y en que sesenta añosd casi después de su muerte sus libros no se nos caigan de las manos, aunque muchas de sus opiniones sí. Pero esto no importa, pasa con la mayoría de los filósofos. Aunque no con Platón: este tipo consigue que dos mil quinientos años después parezca que se está dirigiendo a ti. El muy cabrón de ateniense...

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  14. Ahí ha estado fino: a cada momento estoy buscando algún argumento para rebatirle, por lo mal que me cae: creo que he aprendido mucho, pero por mi cuenta, de sus tesis sólo se me ha quedado lo del hombre masa. Lo he leído en el reader, y he subrayado muchas de sus citas, que me hacen pensar. Me es muy cómodo recuperarlas usando el artilugio, más que en papel. Yo creo que en realidad ha envejecido muy mal. Lo comparo con Chaves Nogales, aunque no fuera filósofo, pero tampoco he leído mucho de filosofía. Tomo nota de Platón, todavía no me he acercado a él, me da un poco de reparo, cogí el libro de Luri y no me enteré de mucho, la verdad.

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