sábado, 18 de octubre de 2014

Castañas


Hace calor en medio del otoño
y en la calle resuenan los juegos de los niños.
La sierra clara, los caminos verdes,
la cesta colorida con las setas
recién recolectadas,
y los viejos recuerdos posados en las tapias.
Hace calor, y asamos las castañas
con un fuego de piña y de carquesa.
Los niños nos transportan a otros tiempos.
La historia se repite:
Otoño, chimenea, una sartén,
el trébede, las tanas en la cesta
y el dulce crepitar de las castañas.

2 comentarios:

  1. ¡Qué ganas tengo de comerme unas castañas asadas!
    Salu2, Monsieur Ridao.

    ResponderEliminar
  2. Pues ya estás tardando, Dyhego.

    Saludos castañoides.

    ResponderEliminar