Castañas
Hace calor en medio del otoño
y en la calle resuenan los juegos de los niños.
La sierra clara, los caminos verdes,
la cesta colorida con las setas
recién recolectadas,
y los viejos recuerdos posados en las tapias.
Hace calor, y asamos las castañas
con un fuego de piña y de carquesa.
Los niños nos transportan a otros tiempos.
La historia se repite:
Otoño, chimenea, una sartén,
el trébede, las tanas en la cesta
y el dulce crepitar de las castañas.
¡Qué ganas tengo de comerme unas castañas asadas!
ResponderEliminarSalu2, Monsieur Ridao.
Pues ya estás tardando, Dyhego.
ResponderEliminarSaludos castañoides.