¿Quién es esa señora posteridad, que todos queremos dormir con ella el día de mañana? ¡Pero si estaremos dormidos! Además, tenemos que esperar quién sabe cuánto, y eso si logramos seducirla. Yo me quedo con la providencia, menos deseable pero infinitamente más reconfortante.
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Se me ocurren mil maneras de arreglar el mundo, pero para qué usarlas, si al día siguiente se volverá a estropear.
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Esta estética triste, pessoana, me atrae cono la miel a las moscas. El desasosiego se calma cuando lo traspasamos del estómago al papel, y entonces uno siente un consuelo inexplicable, no porque haya encontrado el origen de sus males, sino porque ha garabateado unas líneas poco inteligibles, pero hermosas y curativas.
Bueno, ahora no me queda más remedio que ponerme serio y aplaudir.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno lo reconozco me gustan tus reflexiones que me hacen reflexionar. Espero que siga siendo tan efectivo esto de divagar.
ResponderEliminarSaludos.
¿Pero quién era ese señor llamado Cervantes?...¿Qué amaba, que soñaba, que le hacia feliz, que le hacía llorar?...¿a quién le importa?...
ResponderEliminarNo se engañe Sr. Ridao...quien está durmiendo con la posteridad es el Hidalgo Sr. D. Quijote de la Mancha, y no el Sr. Cervantes...
Bellísimo e interesante post. Ridao..
Besossss
Te veo en plena terapia escritural, y nosotros disfrutándola.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estás que te sales, eso es profundidad amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Arreglar el mundo ¿Para que? a vivirrrrrrrrrr.
ResponderEliminarSi, es una buena terapia. Surte (en mi caso) mejor efecto combinada con un whisky doble y algun mecanismo de liberacion de energia "a ciegas". Pero esto no te garantiza que quede bien lo que escribes, mas bien todo lo contrario, asi que mejor omite mi sugerencia
ResponderEliminarUn abrazo,
tania jose
Muy buenas reflexiones y magníficamente expresadas. Te aplaude de pie.Me ha encantado tu blog. Todo muy interesante.¡Felicitaciones! Te sigo.
ResponderEliminarPues viniendo de ti y de nuestro cachondeíto el agradecimiento es doble, Tato.
ResponderEliminarNo sé si efectivas, Susana, pero al menos entretenidas.
Muy aguda observación, mangeles, y muchas gracias.
Y yo disfrutando de vuestros disfrutes, tocayo.
Abrazos disfrutosos.
Tú sí que eres amigo, Rafael.
ResponderEliminarPues tienes toda la razón, Bea.
No olvides, tania, que lo importante es que te cures.
Muchas gracias de nuevo, Alma.
Abrazos cuádruples.
Genial.
ResponderEliminarA mi, tan sólo se me ocuure una idea para arreglar el mundo pero seguro que alguien se adelanta, me copia y lo estropea.
ResponderEliminarUn abrazo
Suscribo este texto enterito Ridao.Un abrazo.
ResponderEliminarSencillamente sobresaliente, querdio Ridao.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me apunto a lo de no arreglar el mundo, creo que todavía está en garantía, ademas no creo que sea el mas adecuado.
ResponderEliminarUn saludo Sr. Ridao.
Muchísimas gracias, LNJ. Espero no envanecerme.
ResponderEliminarPorfa, Ramón, dínosla...
Otro para ti, Marisa. Ya se te echaba de menos.
Me estáis inflando, Juanma. A ver si ahora me voy a parecer a Trapiello y soltar iniciales a troche y moche. Algo así como: "Hoy me ha comentado mi querdio amigo J."
No había caído en la garantía, Naranjito. ¿Dónde estará el reparador oficial de la marca?
Abrazos atribulados.