La literatura coreana es tan amplia y variada como desconocida. Hasta hace tan sólo unas décadas esta cultura no se ha abierto al mundo y empezado a divulgar sus diversas y valiosas manifestaciones culturales. En el caso particular de su poesía, queremos destacar la gran difusión y desarrollo dentro de este país de una forma poética de gran interés y originalidad: el
mo-jino.Cabe mencionar que la literatura coreana, a pesar de gozar de una escritura propia, continuó escribiéndose entre los nobles a través de la caligrafía china. Justamente el
mo-jino y otras formas de poesía se escribieron tanto en caracteres chinos como coreanos, pero particularmente el arte
mo-jino-yan se adaptó con mayor facilidad a la nueva escritura.El
mo-jino se expresó originalmente entre cantos, recitaciones, textos que recogían la tradición oral y luego en poemas escritos sólo para el placer de la lectura de los nobles. No hay una fecha ni publicación determinadas que revelen los orígenes de esta forma poética. Se piensa que se desarrolló a finales del reino de la dinastía
Ko-ito, entre los siglos
XIII y XIV, época en que la variedad ornitológica de la fauna coreana era más que notable, destacando por encima de todos el pájaro
mo-jino, conocido en occidente por el nombre de rabilargo, del que toma el nombre esta forma poética. Así, los vates coreanos del siglo
XIV compitieron en un auténtico frenesí aviar, rindiendo tributo a numerosas aves aparte del
mo-jino antes citado, como la polla coreana, que suele anidar en lo más profundo de los bosques, la
put’ak urraca, la
ja-chí-jigona, el
T'akei ya mamala, el
Kali-mocho, la chocha siltolera o la rapaz más peligrosa del país, hoy extinguida: el
Kim-Yong-Kabrong.
Podría extenderme páginas y páginas sobre la fructífera relación entre la fauna emplumada y la poesía coreana del
XIV, algo en lo que mi erudición no tiene límites. Como no quiero ser prolijo, me limitaré a decir que la estrofa que sirve de base al
mo-jino, denominada
jigo, consta de tres versos, los cuales se dividen cada uno en cuatro segmentos o
umbos. Cada
umbo posee de tres a cuatro sílabas, y forma parte a su vez de un
gayumbo. Dependiendo del número de
gayumbos que abarcan los
jigos que integran el
mo-jino, tenemos un número aproximado de quince sílabas por verso, y un total para cada
mo-jino de alrededor de cuarenta y cinco sílabas englobadas en cien
umbos y quinientos
gayumbos (y eso los
mo-jinos más breves). En su estructura básica, los
umbos de cuatro sílabas aparecen con frecuencia y son llamamos
dumbos. A los
umbos de menos de cuatro sílabas se les conoce como
umbos chungos, y a los
umbos de más de cuatro sílabas,
yumbos. Podemos resumir la forma métrica general del
mo-jino de la siguiente manera:
Como se puede comprobar, la tabla se explica por sí sola.
Para terminar, y a modo de ejemplo, traigo un
mo-jino avícola del poeta Yol-Sil-Tol (Piong-Tiong-Rial; 1336 - Barbate, 1393), donde podemos ver las características de esta admirable composición [Téngase en cuenta que en la traducción he hecho lo que he podido, pero resulta imposible transmitir la sutileza y la gracia inconmensurable del original].
Pit-tuc-ti-ya Kur-miei mo-mo-mo-jino bol-din-drun-güei
(Picoteará mi corazón el puto rabilargo de los co-jo-jones)
Sacaré mi corazón a pasear a lo más profundo del bosque.
Lo dejaré a secar en una parra virgen,
en compañía de An-Nag-Ximuang-Drong,
Y con él te iluminaré, oh, mi Señor,
hasta que el puto rabilargo de los cojones
se cague en el porche de piedra, pino y bambú.
Comentario: El primer verso describe un estado de contemplación donde interviene directamente el sujeto lírico o algún otro personaje. En el segundo verso habitualmente se propone una pregunta, un cuestionamiento o una confrontación entre los diversos objetos o sujetos contemplados, aquí bosque - corazón - rabilargo - An-Nag-Ximuang-Drong, a partir de la cual, en el tercer verso, surgirá una resolución clara, una sentencia que describirá la armonía alcanzada entre el sujeto y su entorno.
Imagen superior del mo-jino o rabilargo: Cortesía non petita (vamos, que me la he bajado by the face) de Falserío