domingo, 7 de marzo de 2010

Las lágrimas de Bach



Jonathan Miller: "...we are here to suffer and our profession in the world is to die".
Estamos aquí para sufrir y nuestra profesión en este mundo es morir.




Erbarme dich, mein Gott
Um meiner Zähren willen,
Schane hier, Herz und Auge
Weint vor dir bitterlich.
Erbarme dich!

Ten piedad de mí, Dios mío,
advierte mi llanto.
Mira mi corazón
y mis ojos que lloran
amargamente ante Ti.
¡Ten piedad de mí!

El violín desgrana la angustia y remueve nuestras entrañas. Podemos sentir la desolación de Pedro, cabizbajo y avergonzado. Después de toda esa terrible noche acabó por traicionar a su Maestro, que lo había profetizado. ¿Cabe un deshonor más grande? ¡Ah, la traición! Sólo queda implorar el perdón, suplicar con una tristeza anegada en lágrimas; lágrimas en los ojos y también en el corazón; un llanto inconmensurable que todo lo inunda; lágrimas que arrasan el alma y se agarran al perdón; lágrimas redentoras y esperanzadas en atraer Su piedad.




No es Pedro quien canta, sino su esencia, su interior más profundo que aparece detrás de él (o'15'') con voz dulcísima entonando el Erbarme dich (0'54'') como único y último recurso, llamando la atención sobre su llanto (2'24''). Después otra vez el violín, triste como la muerte, y de nuevo la súplica incansable, Erbarme dich, en la voz angelical de la conciencia de Pedro, que sigue cabizbajo hasta el final, expiando su pecado, solo ante Bach y ante Dios.


Música: Aria "Erbarme dich" de La Pasión según San Mateo de J.S. Bach.
Imagen superior: Las lágrimas de San Pedro, de El Greco (detalle).

21 comentarios:

Juanma dijo...

Qué bonito modo de comenzar un domingo, tempranito y lloviendo.

Gracias, Ridao.

Luis Valdesueiro dijo...

¡Insuperable! Un pellizco espiritual. Gracias,José Miguel.

Máster en nubes dijo...

JM, muchas gracias, Bach es insuperable, y ya si alguien te traduce y entiendes lo que dice el texto, más allá de la música, ni te cuento. Estupenda música y palabras para hoy. Un fuerte abrazo.

mangeles dijo...

Díos mío...es precioso...todo...el post, el cuadro, lo que expresa ese hombre, y la actuación...es ...es...

Y el actor, Pedro, cabizbajo ¡¡¡¡cuantodebe de sentir¡¡¡¡ metido entre la voz dulcísima de la conciencia, y el llanto del violín....

creo que yo no podría aguantar esos 6 minutos...sin romper a llorar de emoción...

Impresionada estoy...

Muchas gracias y feliz domingo

Besos

Alonso CM dijo...

Bravoooo. Me he emocionado como un niño chico: el maestro Bach, las emociones, los sentimientos, la poesía, la música, el arte. Maravilloso. Para que luego digan que la música clásica es para una minoría, que la gente no lo entiende. Si esto no transmite, que venga Georgie Dann y lo vea.
Un abrazo

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Han sido diez minutos muy bellos.
Gracias por lo que me enseñas.
Un abrazo

maite mangas dijo...

Pues como siempre con tus entradas musicales, una gozada, un placer y un descubrimiento.
Besos.

Aurora dijo...

Precioso José Miguel, me ha emocionado,Pero así es Jesús. Nosotros lo negamos montones de veces, y EL está ahí siempre esperadonos para darnos su abrazo."Eres genial"

José María JURADO dijo...

Gracias, José Miguel, en estos días de Cuaresma y escritura esta música, el quinto evangelio, me está acompañando mucho.

Las hojas del roble dijo...

La frase del Miller no puede ser más medieval, hijo mío.
Un abrazo, Ridao

Mery dijo...

Si, se pone el vello de punta escuchando la voz y el violín enlazados en un lamento eterno.
Aunque suene cursi...

Un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

La mejor manera, Juanma. Gracias a ti.

Un pellizco bachiano, Luis. Y hacen falta esos pellizcos de vez en cuando.

Coincido contigo y con Luis, Aurora, insuperable e inigualable.

Qué emotivo comentario, mangeles. Se nota cómo te ha llegado la música y el vídeo.

Abrazos felices.

José Miguel Ridao dijo...

Lo mismo te digo que a mangeles, Miradme. Y lo de que la música clásica es un rollo para los no entendidos es un mito de los gordos.

Gracias a ti por venir, Rafael.

Maite: eso que me dices siempre me hace afrontar con ilusión nuevas entradas musicales.

Qué cariñosa, Aurora. Cuando escucho a Bach es cuando estoy más cerca de la fe. Su música es milagrosa.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Es la mejor inspiración, José María. Menudo maratón estás corriendo...

Y en el siglo XXI, Julio, que es más gordo. No fue una Edad tan oscura, dicen...

Con Bach no hay palabras cursis, Mery. En todo caso sobran todas.

Más abrazos.

El alegre "opinador" dijo...

La Pasión según San Mateo y mi familia, siempre han tenido una vinculación muy especial. Mis padres la interpretaron de jóvenes (como miembros de la Sociedad Coral de Bilbao) y la siguen amando cincuenta años después con toda el alma. Para mí es una pieza que he mamado y amado desde niño, y en especial este fragmento. Me has hecho llorar Ridao. Siempre que oigo esto me pasa.
Un abrazo, amigo.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Esta música siempre me ha llegado al alma y demuestras un gusto esquisito. La usó Tarkovsky en el comienzo y final de "Sacrificio", su película-testamento a su pesar. (Y uno de los personajes de Stalker la tararea también). Dicen que los de Cádiz somos exagerados, pero esto me parece la cumbre de la música sacra. Un fuerte abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Me emocionan tus vivencias, Alegre. Te ocurre lo mismo que a Miller, y que a tantas personas sensibles.

Gracias, tocayo. Ahí en concreto no exageras, me parece a mí.

Abrazos emocionados.

Unknown dijo...

Precioso.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, Ramón. Nos vemos pronto.

Alejandro Muñoz dijo...

Magnífico, José Miguel.
Te lo habías puesto muy difícil: estar a la altura del Greco y de Bach no está al alcance de cualquiera.

Algo va a tener que hacer Javier con la colección Álogos. Los Andurriales no se terminan de explicar sin tu pasión por la música.

¡Qué se dejen los duros y le peguen un CD a la contraportada!... o que regalen un ebook con altavoces con el libro, home!

José Miguel Ridao dijo...

Mejor un e-book, Álex, que tengo ganas de uno, cagüendiez.