domingo, 16 de enero de 2011

Esbozo de poema (1)


Ha llegado otra vez a permear mi cuerpo
con dientes transparentes cortantes como el hielo,
y yo no puedo huir, tampoco quiero huir.

- ¿No te acuerdas de mí? Éramos uña y carne.
Yo no quería dejarte, y tú me traicionaste
con aquellos acordes, y te perdí de vista.

Y no sé por qué ha vuelto, si ya no soy el mismo.
Ahora tengo casa, y he vivido en la sierra,
y cuando el sol asoma por detrás de la Peña
a veces me emociono y lloro como un niño;
y la felicidad tiene nombre de pájaro,
y el timbre de las risas resuena en mis oídos
en las mañanas límpidas, que duelen de tan blancas.

[...]

10 comentarios:

veridiana dijo...

Los fantasmas de la razón nos confunden y atormentan.

Hermoso poema.

Un beso

Liliana G. dijo...

Cuando la nostalgia enfunda versos como los tuyos, es porque necesita ser exorcizada de los demonios del pasado...
Muy bueno, Ridao, muy bueno.
¿No continúa?

Besotes.

Rocío. dijo...

Precioso poema,Ridao.
Un beso nostálgico.

José Miguel Ridao dijo...

Y nosotros que les dejamos, veridiana. Muchas gracias.

Claro que continuará, Liliana, será muy largo.
Más largo que todos los poemas,
y acabará gozoso, hundido entre la tierra
labrantía y feraz de estos andurriales.

Muchas gracias, Rocío. Otro beso nostálgico para ti.

Abrazos especiales.

José M. Martínez dijo...

José Miguel, me gusta el poema, pero tengo dudas de por qué no lo has terminado. ¿Es porque las musas no te han mandado palabras, o por aquello del recelo al trabajo que comentabas hace unas entradas?

José Miguel Ridao dijo...

Es más simple que eso, José María. Empecé a escribirlo, me sentí inspirado y vi que no se cerraba tan fácilmente; intuí un poema largo, que merecía la pena trabajar, pero también me apetecía compartirlo, por eso lo colgué. Y también confieso que tengo recelo a "trabajar" los poemas, cuelgo lo primero que me sale. Gran defecto, que espero corregir poco a poco. Para mí la literatura no es un trabajo. Si no... de qué.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

No te envidio por tu casa de Alhajar, ni por tu gracia, ni por tener billetes gordos pa tapizá sofases, ni por tener una gran, pero gran, familia, por nada de eso te envidio.
Sólo lo hago por lo bien que escribes.
Un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

Vaya, Rafael, sí que me has piropeado, me has subido la moral del lunes, bajo mínimos para variar. Yo una de las cosas que te envidio es esa cara de felicidad que tienes en el Rocío, y ese peazo carruaje, que cuando pase el frío tanto vas a disfrutar.

Un abrazo grande.

Mery dijo...

Si es que es muy difícil rematar un poema y a la vez resguardar su espontaneidad. Pero no lo haces nada mal, que no-que no.
Un beso ( con prisas y con restraso)

José Miguel Ridao dijo...

Muchas gracias, Mery. A veces conviene dejar a un lado las prisas, creo que cojeo de ese pie.

Un beso.