jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Quién se acordará?

De que pasé por el mundo, ¿quién se acordará?
G.A. Bécquer
¿Quién se acordará? Una sombra esquiva en las pocas fotografías que le hicieron; él jamás se reconoció en esos ojos vidriosos que no miraban a nada ni a nadie. Los primeros días, meses, acaso años, quedó un recuerdo vago en quienes le trataron, una ausencia dolorosa en quienes le quisieron; poco a poco se fueron difuminando sus manos y sus labios, su voz se extinguió en las volutas del tiempo, su ternura secreta, su cariño tímido, los pocos momentos en que engañó a su destino para asomarse a las bardas de la efímera gloria. Primero murieron los tragos amargos; duraron más los recuerdos dulces, y algunos días memorables se aferraron con ansia, pero el tiempo, indiferente, acabó por arrancarlos. En un suspiro volaron recuerdos de recuerdos remotos, una espiral aterradora que fue engullendo los años y los siglos, y al fin eso que un día alguien llamó vida se extinguió entre las brumas de la nada.

5 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
Ha plasmado usted toda una vida en 162 palabras.
CLXII saludos

Liliana G. dijo...

¿Me pasará lo mismo? Bah, de todos modos no me enteraré...
No recuerdo quién dijo (pero lo dijo) "es preferible morir olvidado, que vivir odiado". ¿A que sí?

Besotes, J.M.

L.N.J. dijo...

Seguro que conoces esa canción de Serrat: "Si la muerte pisa mi huerto".
Ay José Miguel, que últimamente me acuerdo mucho de mi padre y es que tengo ganas de besarle, aunque sea sólo un instante.

Alguien habrá que muy humildemente, se acuerde de ti.

Besos.

Rocío. dijo...

Ridao,pues yo espero que toda la gente que me ha conocío en vida,se acuerde de mi, el día que me vaya,pero lo que mas me gustaría es que al acordarse sonriesen,sería señal inequivoca,de que lo pasaron bien conmigo,solo a eso aspiro.
Un beso navideño.
Bueno,y si hay algún empalmao,mejor.

José Miguel Ridao dijo...

Dyhego: ¡Has contado las palabras! Eres un figura. Un día podemos contar las palabras que llevamos escritas en el blog, y después admirarnos de la resistencia de la yema de nuestro dedo índice. Lo voy a hacer, mira por donde...

Pues casi es mejor morir odiado, Liliana: figúrate a esos odiadores nuestros reconcomiéndose el resto de su vida por no haber llegado a alcanzar nuestros logros.

Seguro que sí, Lourdes, como tú te acuerdas de tu padre.

Rocío: te aseguro que tras tu muerte virtual yo te recordaré con una sonrisa. Para lo del empalme vas a tener que mostrarnos alguna fotito, jeje.

Abrazos guasones.