sábado, 15 de diciembre de 2012

¡Qué cachondos, los chicos de Google!


Ha estado "uno" leyendo un libro titulado Desnudando a Google, del empresario Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. Aunque está escrito con el culo, que todo hay que decirlo, y se le nota de lejos la mala baba contra la empresa de Mountain View, derivada sin duda de alguna mala experiencia empresarial, ha merecido la pena la lectura porque me ha abierto los ojos sobre algunas prácticas cuando menos dudosas de una empresa que se puede decir que tiene el monopolio de una gran parte de internet, dato que por sí sólo ya nos produce un miedo justificado. Resulta que la simpática empresa de las seis letras de colorines no sólo controla en España el 97% de las búsquedas que se hacen por internet (la mayor cuota de mercado en todo el mundo), sino que es propietaria, entre otros, de gmail, blogger o youtube, servicios que yo uso alegremente todos los días, y que me hacen estarle incluso agradecido, porque no tengo conciencia de pagar nada por ello, pero el señor Suárez da en la diana cuando dice que lo que Google obtiene a cambio es una materia prima valiosísima, la más preciosa que existe en nuestros tiempos: algo tan simple como información. Información sobre nuestros gustos, sobre nuestros amigos, textos de correos electrónicos (cada vez que mandamos un correo privado por gmail iniciamos una conversación a tres bandas), fotografías aéreas (Google Earth) y frontales (Street View) de nuestras casas, también sabe dónde estamos situados en cada momento a través de las aplicaciones para móviles (Latitude por ejemplo)... y no sigo. Google ya gana dinero con una parte de esta información, pues además monopoliza mediante adquisiciones estratégicas los servicios de publicidad por internet, y estos ingresos la han situado entre las compañías más poderosas del mundo [inciso: nunca entenderé cómo las empresas pagan tanto dinero por publicidad en el buscador de google, en youtube o en gmail: en mi vida he hecho ni puto caso a esos anuncios, si tengo que reservar una habitación en un hotel me busco la vida]. En cuanto a la información masiva captada con servicios como Street View, en que literalmente está fotografiando el mundo (y parte de sus habitantes) o Google Books (la biblioteca de Alejandría 2.0.), con todos los problemas de vulneración de derecho a la privacidad y derechos de autor que están generando, ya ideará el modo de explotarla.

Un monopolio no es sano para la economía, no creo que haya ningún economista que lo dude, y hoy por hoy la posición de Google es de clara dominación del mercado en muchos ámbitos. Si a eso añadimos el objeto del monopolio en cuestión, que no es otro que internet, algo que debería ser poco menos que patrimonio de la humanidad, la situación es para echarse a temblar. Lo cierto es que ya no me parecen tan simpáticos estos "niñatos" treintañeros que llevan quince años comiéndose el mundo.

P.S. ¡Y cómo se ríen, los cabrones!

17 comentarios:

Er Tato dijo...

Pues sólo estoy de acuerdo contigo en que, en principio, los monopolios son nefastos para la economía.

Pero Google y, en general, este tipo de empresas que se mueven en el mundo de la información y de la prestación de servicios a través de internet no son un monopolio al uso.

Por ejemplo, nos prestan un servicio gratuito de búsqueda -que les cuesta un pastón en hardware, soporte, desarrollo, etc...-, a cambio de información. Si quieres usarlo lo usas y si no, no lo usas. A diferencia del típico monopolio, existen otros buscadores gratuitos. ¿Por qué Google tiene mayor cuota de mercado? Desde luego no porque un Estado haya decidido otorgarle arbitrariamente el monopolio o porque la gente no tenga otras alternativas, sino porque se gasta mucha pasta en ser el mejor y la gente decide usarlo mayoritariamente. En cuanto a la información que obtiene de nosotros, en mi caso es bien poca, pues suelo ser bastanted reservado sobre mis datos personales cuando me muevo por internet. ¿Que puede conocer mis gustos en función de las búsquedas que hago? Pues sí, pero no creo que les sirva de mucho porque yo, como tú, tampoco pico en los banner.

En cuanto a gmail o a blogger, hay opciones de pago. Puedes elegir el servicio gratuito a cambio de que usen la información que obtengan de ti, o puedes pagar por esos servicios obteniendo un producto profesional. Es una elección del consumidor. A mí no me parece que sean malos los monopolios debidos a la excelencia o los monopolios elegidos voluntariamente por el consumidor. Lo que no parece de recibo es que no queramos pagar por servicios que cuestan dinero, y nos quejemos de que quienes prestan esos servicios obtengan ingresos para pagar los costes con los que nos prestan esos servicios. Teta y sopa no caben en la boca.

Por otro lado, creo que equivocas tu análisis. Google no tiene ningún monopolio de internet. Se puede navegar por internet, tener cuentas de correo, realizar búsquedas, tener un blog o una página web, un dominio donde alojar una página con el contenido que nos dé la gana, etc..., sin contar para nada con Google. Internet es muchísimo más que Google... Afortunadamente.

Abrazos tocapelotas

José Miguel Ridao dijo...

Desde el punto de vista del usuario tu análisis es correcto, pero vámonos al lado del cliente: Google controla en Europa aproximadamente el 90% de las búsquedas por Internet. Eso le ha permitido, por ejemplo, lanzar impunemente el servicio Google News usando sin permiso contenidos elaborados por otros. Cuando han recibido demandas han respondido cortando el motor de búsquedas a los accesos de los diarios demandantes. Esto se llama chantaje, y no es el único caso. Los tíos te fotografían por la calle, o hacen una toma aérea de tu casa, y eres tú quien debe dirigirte a ellos para borrarla. Se aprovechan de su fuerza, aunque tú y yo no lo veamos o no lo experemintemos. Su juego es doble. van de tíos guays con el público y exprimen a la competencia aprovechando la situación de monopolio. Sí, monopolio: en búsquedas (97% en España), en vídeos (youtube está por encima del 90%...). Evidentemente, no tienen el 100%, técnicamente son prácticas monopolísticas, igualmente dañinas. Y además está el problema de la información confidencial que manejan, ojo: no te extrañe que ofrezcan a un tío un anuncio de joyería por el aniversario de su amante, de lo que se han enterado a través de google. Escrúpulos parece ser que no les sobran. Te recomiendo el libro, está en internet.

Un abrazo competencial.

José Miguel Ridao dijo...

Fe de erata: Quería decir a través de gmail, no de google. Que yo sepa, a través del buscador aún no se puede descubrir a tu amante. Todo se andará...

Er Tato dijo...

Google no controla nada, Ridao. Google no es nada sin los usuarios, porque sin los usuarios nadie le pagaría por la publicidad. Y por eso le ofrece a los usuarios un conjunto de servicios cojonudo y gratuito. Unos servicios que, por otra parte, podría ofrecer cualquiera haciendo las correspondientes inversiones. No se usan materias primas ni factores de producción excluyentes. Ni información o tecnología que no esté a disposición de cualquiera.

Hablas del servicio Google News como si fuera un robo. Te recomiendo este pequeño debate entre dos periodistas sobre ese asunto.

En mi opinión, los economistas que pretenden analizar el mundo de internet, de las tecnologías inmateriales o de la creación intelectual como si de la economía tradicional se tratase andan bastante despistados.

Veo que el libro te ha llegado al alma...

José Miguel Ridao dijo...

En cualquier caso, no se puedde negar que Google ha constituido un imperio que en muchos aspectos de la red roza el monopolio, con los peligros que ello conlleva. El gobierno USA, poco sospechoso de keynesianismo, ya está tomando medidas, y en la Unión Europea hay en marcha procesos, sin ir más lejos creo que ayer llegaron a un acuerdo extrajudicial con los diarios belgas, por algo será. Me suena a Microsoft, aunque no tienen tanta pinta de malos. Mira este artículo de Libertad Digital, que data de 2007:
http://www.libertaddigital.com/opinion/enrique-dans/es-google-un-monopolio-38484/.
Un botón: "Un competidor gigantesco, un coloso capaz de, potencialmente, plantear un comportamiento monopolístico en cuanto a precios, posibilidades de elección, conflictos de intereses o pérdidas de privacidad".

Como mínimo, hay que estar vigilante. Voracidad no les falta, como buenos empresarios, y si por ellos fuera se quedarían solos. El cuento de que son altruistas no me lo creo, qué quieres que te diga.

Un abrazo yaquisierayoero.

José Miguel Ridao dijo...

En cuanto al debate, el asunto tiene su miga. No está claro, resulta espinoso. Conclusión: los abogados se están forrando, as usual. Nada nuevo bajo el sol. Yo, a bote pronto, entiendo más a los diarios, que son los claros perdedores.

Er Tato dijo...

¿Altruistas? Si tú no te lo crees, imagínate yo, opinando lo que opino.

Nunca he sido amigo de los argumentos ad hominem -me parecen despreciables-, pero a Enrique Dans lo conozco personalmente, y no me cae demasiado bien. Tampoco sus argumentos. ;-)

Sobre estas cuestiones, que personalmente me interesan mucho por sus fronteras difusas entre economía, derecho, tecnología y libertades, algo he comentado por la taberna -no me digas que el vídeo de Alierta, un inepto y sinvergüenza gestor de un todavía cuasimonopolio pagado por los españoles, no es espectacular-, y quienes suelen atacar a Google no son precisamente paladines del juego limpio, lo que hace que Google me caiga más simpático que quienes le atacan.

Dicho todo esto, que prime el juego limpio, pero que no se castigue el éxito de la imaginación, del trabajo duro y de las apuestas arriesgadas -¿alguien pensaba que Google iba a llegar hasta aquí cobrando por poner publicidad en internet?, pues eso-, en las que la gente se ha jugado su esfuerzo y su dinero. Que a toro pasado todo el mundo es Manolete y se quiere apuntar al carro. E insisto, hacer lo que hace Google es cuestión de imaginación, asumir riesgos y poner pasta, que el conocimiento y la tecnología están ahí.

Abrazos interesados

José Miguel Ridao dijo...

Estamos de acuerdo en que los detractores no son siempre trigo limpio, y hay monopolios peores y, lo que es más sangrante, sin mérito alguno para llegar a su posición, pero cuando la situación lega a un extremo como el actual hay que estar muy vigilante: se corre el riesgo de que los otrora innovadores no permitan otras innovaciones que las suyas propias, y aborten los sueños de todos aquellos que les estorban. Nadie niega, el autor del libro tampoco, que sus productos son geniales, de hecho por eso son elegidos, pero un control de mercado tan grande debe ser vigilado con lupa.

Abrazos amímedaigualeros.

Antonio López-Peláez dijo...

A mí no me preocupan lo más mínimo los supuestos peligros y maldades de Google... pero, si fuera así, me limitaría a no utilizarlo. Y problema resuelto.

José Miguel Ridao dijo...

Hombre, eso es tanto como decir que si me preocupa el monopolio de Renfe no uso el tren...

Luis Valdesueiro dijo...

Interesante y esclarecedor debate. Respecto a lo de la publicidad, yo me llevé un susto cuasi metafísico la primera vez que entré en una página con publicidad y me aparecieron los libros sobre los que últimamente había indagado en el buscador. Como en un primer momento no caí en la relación causa-efecto, no salía de mi asombro ante tanta casualidad... Durante un buen rato estuve con la mosca tras la oreja.
Saludos.

Fernando Moral dijo...

Lo bueno de la informática, José Miguel, es que cuando alguien monta un tinglado como el que describes, no tardan otros en luchar contra él. Hay mucho caballero andante en este campo de batalla. Me explico: Tengo instalados dos plugins bastante cachondos en mis navegadores. El primero, "Do no track me", bloquea a esos mirones o rastreadores que recogen tus movimientos en las web con fines publicitarios (ahora mismo tiene a tres bloqueados en tu blog). El segundo es "Adblock", que anula la publicidad personalizada de las páginas que visitas. Google se pilla unos rebotes: Una extensión ha bloqueado el contenido de este cuadro.

Por cierto, ¿tu blog también recibe visitas de Mountain View periódicamente? Es de lo más sospechoso.

Abrazos.

Dyhego dijo...

Feliz navidad, monsieur Ridao.
Ha flojeado usted en el último mes de clases. Absentismo injustificado, inasistencia a los exámenes, trabajos sin entregar...
¡Malo, malo!
Tendré que tomar medidas contundentes.
Por lo pronto, tiene usted un 7 (notable bajo) y porque he sido benévolo y he querido valorarle su trabajo anterior, que si no...
¡Póngase usted las pilas -expresión que aborrezco. Me salen sarpullidos en la úvula cada vez que la oigo.-; trabaje más y no se fume usted las clases, hombre de Dios!
Q D G a U m a.

Rocío. dijo...

Feliz navidad Ridaoooo,y a todos los del blog también,desde Finlandia,donde hace un frío que pela.Un beso para todos.

Dyhego dijo...

Muchas gracias, por la parte que me corresponde, Rocío.
Salu2 fineses.

José Miguel Ridao dijo...

Luis, Fernando, Dyhego y Rocío: gracias por venir, como siempre, y ¡¡Felices fiestas!! Muy generoso has sido con las notas, maestro Dyhego, lo tendré fácil para superarme el año que viene. Eso sí, paso de ponerme pilas, es lo que me faltaba para dar las clases como un robot.

Muchos abrazos.

Eventos en Cali dijo...

felicidades por tu blog.