lunes, 13 de mayo de 2013

Ezra Pound: Ancora

¡Buen Dios! Dicen que eres casquivano,
¡Oh canzonetti!
Nosotros que salimos hacia las cuatro de la madrugada del         mundo
Componiendo nuestras albas,
Nosotros que con los conejos nos sacudimos el rocío,
Nosotros que incluso hemos visto a Artemisa atándose las         sandalias,
¿Alguna vez oímos algo parecido?
¡¡Oh montañas de Helas!!!
¡Venid a mí, oh Musas!
Cuando nos sentamos en el umbral de granito en Helicón
Vestidos por la luz del sol hecha jirones,
Musas de barbillas delicadas,
Oh Musas de rodillas deliciosas,
Cuando salpicábamos y éramos salpicados
por la lúcida fuente de Castalia,
¡¡Alguna vez arrojaron sobre nosotros un epíteto como ése!!


Good God! They say you are risqué,
O canzonetti!
We who went out into the four A. M. of the world
Composing our albas,
We who shook off our dew with the rabbits,
We who have seen even Artemis a-binding her sandals,
Have we ever heard the like?
O mountains of Hellas!!
Gather about me, O Muses!
When we sat upon the granite brink in Helicon
Clothed in the tattered sunlight,
Muses with delicate shins,
O Muses with delectable knee-joints,
When we splashed and were splashed with
The lucid Castalian spray,
Had we ever such an epithet cast upon us!! 

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
¡Se nota que hay un trasfondo de Alájar en el poema ¿eh?!
Salu2.

José Miguel Ridao dijo...

Pues ahora que lo dices, sí señor. Tengo mi fuente de Castalia particular, mi locus amoenus, por ponerme pedantillo.

Un abrazo.