No se ha dado mal la cosecha esta mañana. Gallipiernos enormes, chantarelas y algún que otro pinatel. Los niños han disfrutado a lo grande por el bosque, enarbolando sus pequeñas navajas para cortar las setas por el pie. El olor intenso a tierra y a humedad, a suelo primigenio; las hojas mullidas crujiendo bajo las botas, los gritos entusiasmados de los chiquillos al divisar un parasol lejano en la pradera al otro lado de la cerca. Las pequeñas gotas resbalando por nuestras capuchas; la felicidad de una mañana de noviembre que ya es vieja, y que vengo a retratar en la distancia de la capital para que nunca se me olvide, con la esperanza de que alguno de sus pequeños protagonistas pueda volver a ella en el futuro.
Bemoles
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BEMOLES Me pregunta mi buen amigo Diego Morales por qué la palabra bemoles
ha acabado siendo sinónimo de esa palabra trisílaba que todos usamos en
expresio...
Hace 10 horas
7 comentarios:
Monsieur Ridao:
No sé yo si me atrevería a comer una de esas setas cogidas por ti...
Salu2 champiñoneros.
Es broma. Por si acaso te lo tomas a mal.
Eso mismo dice mi mujer, Dyhego.
Abrazos gallipiérnicos.
¡Qué envidia, poeta...!
No por el resultado, sino por el proceso...
Un abrazo
P.S.: Yo sí me las comería, salteaditas con un poquito de aceite, ajo y perejil...
Si, lo mejor es cogerlas, pero es verdad que los sanjacobos de gallipiernos que cenamos el domingo estaban buenísimos. Mejor que a la plancha, el gallipierno tiene poco sabor.
Un abrazo macrolepiótico.
Algún día el cuerpo y sobre todo la mente de tus churumbeles agradecerán estas dosis masivas de naturaleza que les das. Y no me refiero solo a las setas.
Un verde abrazo (también en lo deportivo, te jodes).
¿Sanjacobod de gallipiernos?... ains con el hambre que hace a esta hora...... pasa la receta hombre, esas cosas hay que compartirlas
No sé, Fernando, que me temom que de aquí a nada empiecen a decir que tururú a los fines de semana en Alájar y me conviertan la casa de Sevilla en un picadero...
Hola, Barbie. Los hizo mi mujer, a ver si le pregunto. Se empana el gallipierno (trozos grandes) y se pone también una capa de queso y otra de jamón de york, como en un sanjacobo normal. Está espectacular.
Abrazos procerosos.
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