viernes, 17 de abril de 2009

Vuelta a las andadas

Debo confesar que con el nacimiento de mi nuevo hijo ha resurgido mi vena poético-nostálgica. Yo que el día de mi cumpleaños había dicho adiós a una etapa que creía extinguida me encuentro con que sólo un día después, el 14 de abril, los llantos de un mocoso no sólo me despiertan por la noche, sino que también despiertan al poeta que hay en mí. Serán los alientos de la República, que 78 años más tarde aún siguen volando para inspirar a los románticos, aunque en mi caso me inspira igual el movimiento republicano que el monárquico, por algo escribo desde un trono. El caso es que después del “au revoir” debo decir “I’m back”. Donde dije digo, digo Diego, y no me arrepiento, al contrario, me enorgullezco, pues tengo comprobado que al escribir poesía y, sobre todo, al hacerla pública, se queda uno en pelotas, y para eso hacen falta dos cojones, como es lógico.

Mi estro poético es vasto pero, sobre todo, basto, como prueban mis creaciones compuestas a vuela pluma en la clínica (no me llevé el blog, pero sí un bloc). Basta que os diga que uno de los frutos de estos días es el “Soneto premiado”, seguramente el primero en la historia de la poesía que antes de ver la luz ya cuenta con numerosas condecoraciones, nunca mejor dicho, gracias al milagro de la rima consonante, por detrás y por delante. Ya habrá tiempo de que vea la luz en estos andurriales, ahora prefiero dejarme llevar por el estado de ánimo al que me ha devuelto Gonzalo, que tras nacer me inspiró un soneto con menos premios pero más sentimiento.

Tiempo eterno

Resuenan los tambores del olvido,
tam tam lejanos, pieles sacudidas,
palabras huecas, penas reprimidas,
recuerdos de los años que se han ido.

Hogaño me sumerjo en el sonido
de calles, plazas, parques y avenidas.
Las risas de mis hijos esparcidas
son signos de un amor desconocido.

El tiempo eterno fluye lentamente,
lo que era cierto ayer, hoy no es seguro,
memorias de un mañana sugerente.

Reniego del pasado más oscuro,
y así los días felices del presente
se funden en nostalgias del futuro.

16 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Me encanta tu vena nostálgica, me encanta.

Espero leer el soneto del premio.

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

¡Aaaah, qué estupendo, José Miguel!
Tu hijo te ha sentado de maravillas para la creación literaria.
¡Enhorabuena! Seguí con los niños y editarás un poemario estupendo.

Besos.

(¿Has visto que se puede hacer poesía sin mariconadas?)

Anónimo dijo...

Aprovecho hoy para felicitarte por el hijo que tuvieste en la entrada de ayer (el agotamiento, ay, me ha tenido relegado del mundo blogueril) y por el soneto que has tenido en la entrada de hoy. Como los buenos vinos, vas mejorando con la edad. Un abrazo.

Alejandro Muñoz dijo...

No reniegues del pasado. En tu caso no fue tan oscuro. A no ser que lo digas por algunos amigos.
Elige bien el día para publicar el "soneto premiado". Marcará un antes y un después en la blogosfera.

Ricardo dijo...

Miguelito, ya que me criticas en tu entrada anterior por no haber ido a ver a tu niño, te comunico que ya he colocado a mis clones y somos libres, esta noche nos plantamos en tu casa, espero que te comportes como debes (vista la situación, imagino que llevamos la cena puesta)

Y sigues con las nostalgias, ah, no, ya no tienes tiempo, sólo te queda mirar a tu niño, y al otro, y al otro, y ...

Y toma, un regalito para que sepas lo que te espera, de risas nada, llantos y lamentos, y que conste que este tipo de poesía no me va, me gusta algo más rudo cuanto menos, y depués de esto seguro que quién tú sabes me ..., además de correr el riesgo de que alguien me llame nenaza (a ver quién se atreve).

Y por cierto, espero ese soneto premiado como agua de mayo (¿será en mayo?), como Ale, pienso que va a marcar historia, al menos tu historia, en el blog.



Entre olvidados sueños y amoríos
Llantos cercanos, rudas sacudidas
Almohadas huecas, las noches rendidas
Por el pasillo al hombro hasta dos críos

Cualquiera imagina en montes bravíos
Camina el hombre, pisadas perdidas,
Despacio ahí va, miradas sufridas
Los sueños idos tornan desvaríos

El tiempo ya se queda detenido
Parece que el ayer volviera mudo
Tornara así su eterno cometido

El presente diríase muy rudo
Mas hay esperanza, el niño ha reído
Y todo se olvida detrás de este escudo

José Miguel Ridao dijo...

Ya leerás ese soneto, Javier, más pronto que tarde.

Liliana, si para que yo siga pariendo sonetos mi mujer debe hacer lo propio con más niños me temo que mi carrera lírica tiene poco futuro.

Gracias, Octavio, lo primero es lo primero, que te tienes que recuperar para futuros embates. Yo te debo felicitar por el último soneto que te leí, parece que te inspiran tus hazañas. Había pensado, sin que se entere quien yo sé, que podrías presentarme a alguna de tus conquistas, más que nada para pulir mi técnica poética (bueno, si hay que pulirse algo más pues también).

Es verdad que mi pasado no fue oscuro, Álex, pero calla, que queda muy bien para la reputación de un poeta. ¿No son todos unos atormentados? Mira a Bécquer, por ejemplo. Ya que no tengo la pinta de rosita de pitiminí por lo menos me tengo que labrar un pasado en condiciones.

Ricardo, ¿cómo quieres que no te llame nenaza con ese pedazo de soneto de maricona? Primero pierdes el apodo de condoscojones, después te acojonas y ahora me vienes con esta mariconada. ¡¡Where are we going to arrive!!

Un abrazo a todos y otro solo para Liliana, que me ha dicho que no escribo mariconadas.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Me alegro de que Gonzalo ilumine tus rincones oscuros. Este soneto me gusta más que los anteriores. Me gusta la antítesis de nostalgias del futuro. Un abrazo y fuerza y salud.

Alejandro Muñoz dijo...

¿Un pasado... cómo?

José Miguel Ridao dijo...

En condiciones, Álex, en condiciones, un pasado en condiciones. ¿Pasa algo? Para eso es mi blog, aquí los premios los doy yo. ¡CON DOS COJONES!

Perdona, Jesús, que te he saltado. Estos amigotes... Valoro mucho tu sincero comentario, que me sirve para mejorar. De corazón (o, mejor, como tú dices, ex corde, que no tiene premio).

Juanma dijo...

Joder, joder, joder...¡¡¡se me escapó la gran noticia!!!

¡¡¡ENHORABUENA!!! Me alegro muchísimo del nacimiento de un nuevo ridaíto, tienen muy buena materia prima.

Besos y abrazos para toda la familia, muy, muy grandes para Gonzalo.

José Miguel Ridao dijo...

Juanma, ¡qué alegría! Eres el segundo escritor que rompe su silencio para felicitarme, un honor. Un abrazo a tus niños, tu mujer, tocaya de la mía, y a ti. Suerte, y sigue con lo tuyo.

Julio dijo...

Vamos, que te estás amariconando otra vez, economista...

José Miguel Ridao dijo...

Po zi...

Julio dijo...

Je, je

Mery dijo...

¡Protesto! Y que se admita.

Las nenas visitantes vamos a entrar en huelga porque cada vez que te pones estupendo te viene la vena troglodita y llamas nenaza a todo vate de buen hacer.
En vez de un gonzalito te tenía que haber venido una lolita, a ver si te ponía en vereda. A Dios pongo por testigo.

Bueno, a ver qué otra sensiblería te ha salido; esperaremos.
(Sigo con la fregona recogiendo las babas varias, que lo sepas)

Un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

Muchas gracias, Mery, lo de troglodita es de los mayores cumplidos que me han hecho. De la que me he librado con que no venga una lolita. Es cinco contra una y nos tiene a raya; cuatro contra dos sería demasiado para el body.
Estos días han salido nenazadas y trogloditerías por igual; ya las iré alternando.

Un fuerte abrazo.