La retención del personal hospitalario: por qué es importante y cómo
lograrla
-
Por Giuseppe Moscelli El sector de la salud es intensivo en mano de obra.
Durante las últimas dos décadas, el sector se ha enfrentado en numerosos
países a...
Hace 17 horas
28 comentarios:
Monsieur RIDAO:
Cuando iba yo a la escuela llamábamos "bloces" a los cuadernos de espiral. Como el singular es "bloh" (con la boca bien abierta, nunca supe cómo demonios se escribía eso).
Ahora "bloguero" me suena a "braguero".
Lo que pasa con estos palabros es lo de siempre, si lo dices en inglés pasa a ser "in, chilaut, fres, cul, trendi" y si dices "bitácora, cuaderno, diario, etc) pasas a ser facha, retrógrado, conservador, etc). ¡Nunca sé qué es peor!
Qué bonito el 1, me encantó.
¿Y podrías desarrollar los 4 y 5? Debo estar algo espesito, no termino de pillarlos.
Un abrazo.
Genial lo de blohes, Dyhego. En cuanto al blog, yo suelo llamarlo cuaderno, sin más. Lo de bitácora no me gusta. Además, la bitácora es el armario donde se guardaban en los barcos los cuadernos de bitácora, así que creo que su empleo es incorrecto.
Gracia, Juanma. Debes echarle imaginación, hombre. Además, cuando echo a volar una bloguería deja de ser mía y os pertence a vosotros, jeje.
Abrazos bloheros.
Vale, muchas gracias, eh?, encantado...si es que así da tanto gusto que es regustininí.
Un abrazo.
Nada, hombre, a mandar, es un favor que te hago. Para eso están los amigos, faltaría más.
Espero salir favorecida según mis comentarios Sr. Ridao.
Favorecidísima, Ángeles. Tengo una excelente opinión del individuo al que acabas de comentar (ver bloguería 2).
El 5 me hace mucha gracia, supongo que hay escuelas y estilos (contestar siempre o no contestar nunca, a todos en general o a cada uno con comentario aparte). Pero lo más curioso JM son esos blogs donde se contesta a unos sí y a otros no. ¿Te has fijado?
Respecto al 6 ¿tú crees de verdad que hay gente que escribe pensando en los comentaristas? Me parece complicado escribir no por encargo -que es bastante más fácil- sino pensando en el comentario o comentarista en si (no en si leerán, que eso siempre gusta, creo yo).
Lo de contestar sí que es un dilema total. Yo, cuando tengo tiempo, lo intento, pero reconozco que muchas veces me puede la pereza. En ocasiones, sólo contesto algunos, porque entren en alguna polémica o dinámica interesante, pero reconozco que lo ideal sería responderlos a todos. En otras ocasiones, me parece que contestar diciendo "gracias" y poco más a cada uno es casi como aumentar artificialmente el número de "chops", sin más. Hago propósito de, al menos, hacer un comentario global por entyrada, a ver si soy capaz de obedecerme...
Estupendas como siempre estas reflexiones.
Un abrazo.
Es sensato lo que dices, mesié, pero falta la 11, la de oro, la imprescindible:
Haz lo que quieras, es una de las pocas cosas que aún no está legislada (y no demos ideas:-)))
Abrazos bloguentinos o bloguetenses.
(Bloguero suena a braguero, es verdad)
Sí son curiosos, Aurora. En cuanto al 6, cuando hablo de escribir pensando en los comentaristas me refiero a que la existencia de comentarios, el carácter interactivo del blog, condiciona en mayor o menor medida. Los extremos son el que se la refanfinfla y el que está totalmente condicionado. Parece que tú estás más cerca del refanfinfle, lo que dice bien de ti, pero que cada uno lo valore...
Juan Antonio, al final es como dice Aurora, que hay "estilos". Cada uno hace lo que quiere y, a veces, lo que puede. Está bien eso de "aumentar artificialmente el número de chops", jeje; tanto por lo de "chops" como por el palo a esas competiciones de a ver quién tiene más comentarios.
Algo parecido dije en mi cuarta entrega de las bloguerías, Olga: "Un blog es lo que su dueño quiere que sea". Así que estoy creando un cuerpo legal bloguero. Madre mía, qué responsabilidad... Bloguentinos suena precioso. Con tu permiso, lo adopto:
Abrazos bloguentinos (obviando el premio, por supuesto).
No me parece tan fea la palabra "blog". Además suena a algo líquido blog, blog, blog... muy necesario para que la rana salte, ¡chop!
Me parece feo no responder comentarios José Miguel, es como no responder a los saludos de la gente, como pasar de largo y a cara de perro ante un "buen día", no sé, me da esa sensación...
Como de costumbre, tus bloguerías son imperdibles, jajajaja
Besazos.
(El tiempo últimamente me tiene de rehén, pero ¡estoy!)
Me apunto al jinqui. Últimamente se me olvida ya hasta contestar.
Un abrazo
Sí que es fea la palabra, con cojones: inventemos una nueva...
¿Te acuerdas cuándo te comenté que a mi los blogs me parecían casas (u hogares), unos cálidos, otros desordenados, otros fríos y distantes, otros acogedores...? En fin que por su blog los conoceréis.
Y a bloguear se ha dicho.
Un beso
Del seis al diez, ¡qué grandes cinco verdades!
Muy buenas.
Me temo que yo instalado en los blog eximios, jaja.
Como anda la cosa por estos andurriales José,creo que coincidimos que escribimos sobre lo que nos gusta y como nos gusta,leemos lo que nos gusta y enlazamos lo que nos gusta independientemente que el autor nos devuelva un comentario.
Lo contrario genera anarquía y se pierde el placer de tener un blog y yo no te visitaría cada vez que publicas.
EL 5 enunciado no lo entiendo,el placer de comentar y ser comentado forma parte de la dinámica.
Un abrazo.
Eres la primera persona que me dice que no le parece fea la palabra blog, Liliana, y me has convencido con el salto de la rana. El agua es el medio ideal para que la gente me comente. Me encanta tu humor. Ten cuidado con el tiempo, que no te apriete demasiado.
No pasa na, Miradme, aunque yo no me he dado cuenta.
A ver, a ver, Julio, se me ocurre "blogo", para españolizarlo un poco, o ya puestos "blogoño", coño.
Me acuerdo perfectamente, Marisa. Al mal bloguero se le ve el plumero (y al bueno también...).
Gracias, Cotta. Son verdades que pocos siguen.
Aún te falta no responder a los comentarios, Fidelis. Entonces serás eximio.
Con el 5 te pasa como a Juanma, América. Os daré una pista: el 4 y el 5 son irónicos y con su puntito de mala leche.
Un abrazo a todos, y gracias por venir (como veis, no soy nada eximio).
Pues claro que los eximios tienen tan pocos comentarios. Necesitas 30 minutos para entender de qué van sus entradas, otros 30 minutos para pensar qué les contestas sin quedar a la altura de una alpargata y otros 30 días de seguimiento para saber si piensan, o no, contestarte.
Coincido con algunos; no valoro el engorde artificial de los comentarios.
Un abrazo pellejero (¡qué poco eximio que eres!)
Hombre, por fin alguien que entiende el eximiaje. Los eximios tampoco dan premios, ¿no, Álex?
Digamos que si nos otorgan un premio, su mensaje quedaría revestido de tal forma que tampoco nos enteraríamos.
Con los eximios es mejor enlazallos y no comentallos.
Y de tocar la zambomba en las manos tienen callos.
Lo cierto es que todas tus bloguerías dan mucho que pensar, y que repensar. Lo que tú haces, José Miguel, es un psico-análisis del blog...
Muy bueno Ridao, muy lúcido y real.
Tu teoría del Cuaderno es muy interesante.
Un saludo.
Pues falta le (nos) hace, Luis.
Gracias, Javier. Leyendo tus últimas entradas, que me llames lúcido es el mejor elogio.
Un abrazo a los dos.
Como mucho tres...y no responderlos.
Genial, José Miguel.
Voy con retraso estos días...¿eso es también de blogueros eximios?
Totalmente, Mery, los eximios nunca son los primeros en comentar. En caso de que se dignen a hacerlo, esperan al menos dos días. Menos mal que no cumples el resto de requisitos...
Otro beso.
Publicar un comentario