martes, 1 de marzo de 2011

Apuntes (LXVII): Burros asesinos


El domingo nos sucedió en Alájar un hecho estrambótico y, al mismo tiempo, espeluznante: Ignacio fue atacado por un burro. El animal se lanzó a por él cuando intentaba acariciarlo, lo lanzó al suelo y se lió a mordiscos mientras el pobre apenas podía defenderse con las manos. El resultado: dos dentelladas de impresión, una en la barriga y otra en el muslo, y menos mal que Miguel salió al quite y libró a su hermano de las fauces del asno. Cuando lo hemos contado en el pueblo nadie se ha sorprendido; al revés, todos han asegurado que los burros son animales peligrosísimos, y han desplegado un asombroso muestrario de horrores donde figuraban burros que sacaron a bebés de su cuna cogidos de la cabeza, brazos inutilizados, rostros desfigurados y un sinfín de atrocidades perpetradas por estos animalitos tan bucólicos.

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Parece ser que hay tres tipos de burros: los "enteros", los capados y las burras. Los únicos que muerden son los primeros, lo que da que pensar sobre el grado de correlación entre la violencia y la testosterona.

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¿Estaría capado Platero? En realidad me es igual, ya nunca leeré ese libro con los mismos ojos, ni tampoco a Juan Ramón.

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Finalmente todo quedó en un susto, e Ignacio va contando orgulloso su peripecia con una sonrisa en la boca, como si le hubiera tocado un premio en la lotería. Para él, que tiene tres hermanos, no es fácil convertirse en el protagonista del día.

20 comentarios:

Elías dijo...

Me alegro de que todo quedara en el susto.
Pero que te haya mordido un burro
-no me digas que no- es para ponerlo en el curriculum.
Yo, de Ignacio, lo pondría.

Abrazo.

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
Me alegra saber que el percance tuvo final feliz. Batallitas para contar en la escuela.
Salu2.

Aprendiz de brujo dijo...

Vaya susto, amigo.Me alegro de que la cosa no fuera a mayores.Tus hijos están hechos de buena pasata. Uno asimila bien los percances y el otro mostró una gallardía indudable.

José Miguel Ridao dijo...

No veas lo ufano que va, Elías. Eso lo llevará a gala toda su vida.

Gracias, Dyhego, mañana vuelve al cole y está deseando enseñar las heridas a todos sus compañeros.

Muchas gracias, Aprendiz. Yo espero que esa pasta les sirva para ser felices, es todo lo que pido.

Abrazos.

Ángeles dijo...

Menos mal que no ha sido nada, el mío viene diciendo que le ha mordido un burro y lo primero que le pregunto es que le ha hecho al pobre burro.
Un beso a todos

Rocío. dijo...

Pos me alegro,mucho que a tu niño,no le pasara ná,los burros son mú bestias,esos niños tuyos,están hechos unos hachas,un beso pa ellos.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Me alegro que al final o haya sido nada.
Yo sí sé, por varias situaciones, lo cabrón que puede ser un burro entero, más si alrededor hay una burra o yegua "levantada"
Un beso para Ignacio por valiente y otro a Miguel por generoso.
Un abrazo

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Me alegro de que todo quedara en susto, tocayo.
Pobre Platero, hombre.
Un abrazo.

José M. Martínez dijo...

Me alegro de que todo fuera un susto. No he podido resistir la tentación de leer el primer capitulo de 'Platero y yo' y el contraste no puede ser más grande, trágico, estrámbotíco, divertido... ¿Qué les pasa a los burros de hoy?
Por si interesa, copio abajo ese capítulo:

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas.... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal....

Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel....

Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña ... pero fuerte y seco como de piedra. Cuando paso sobre él los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:

--Tiene acero ...

--Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.

Liliana G. dijo...

¡Qué horror! Nunca escuché semejante cosa y por lo visto ustedes tampoco las escucharon hasta que el burro en cuestión atacó a su presa, es decir, al pobre de Ignacio. Eso de aprender de la experiencia siempre resultó peligroso...

Luego de asombrarme, espeluznarme y horrorizarme con la odisea del burro, sigo leyendo (estoy en el trabajo) y mis carcajadas resuenan dos pisos más abajo y catorce más arriba, si me vienen a buscar con chaleco de fuerza será tu culpa, José Miguel. Tus apreciaciones sobre Platero me han hecho llorar de la risa.

Besos.

NGG dijo...

Cuidado con los burros, Ridao,
que son calientes
cabrones y persistentes,
cuando menos te lo esperan
te lan clavao.

http://www.youtube.com/watch?v=T_wspxeqFAc

Saludos

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ignacio lo podrá contar como una herida de guerra y si le ha quedado alguna cicatriz, podrá ligar mucho más. Por otra parte, lo que me acabas de contar demuestra que existen los ángeles de la guarda.

Mery dijo...

Tampoco sabía yo esa mala milk de los burritos...
Ahora bien, me encanta esa solidaridad que despliegan los hermanos para protegerse.
Un besazo para todos tus niños.

soylapaqui.com dijo...

Ridao,cariño,no dejes a tus niños tocar a los burros,en mi pueblo,había muchos,y yo me llevé más de una patada de ellos,así me he quedao hecha una burra.

José Miguel Ridao dijo...

No creas que no lo pensé, Ángeles.

De tu parte, Rocío.

Gracias, Rafael. Yo no lo sabía, pero lo he aprendido bien.

Álex: Los muertos del burro.

Gracias, tocayo. En cuanto a Platero, JRJ se libró de una buena. Imagínate si le arranca la mano, qué tragedia para la poesía española.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Esas líneas son preciosas, José María. Sospecho que Juan Ramón se inventó mucho, pero da igual es poesía pura.

Vaya, Liliana, hacía tiempo que no te arrancaba unas risas. Voy a abrir una suscripción en Facebook titulada "Matemos a Platero".

NGG: Ya había visto yo ese vídeo. Ahí el más cabrón no es el burro, sino el tío que filma, que no echa una mano al pobre hombre.

Ángeles o fortuna me da igual, Cotta, el caso es que salió ileso. Gracias.

Se lo doy de tu parte, Mery.

Ya no tocan ni uno más, Paqui.

Abrazos losmuertosdeplatereros.

Alejandro Muñoz dijo...

Susmulastoas, nunca mejor dicho. ¿Cómo sigue?

José Miguel Ridao dijo...

Está bien, terminando de curársele las heridas, más contento que unas pascuas.

José María JURADO dijo...

--Tiene acero ...

¿Cómo se encuentra el pobre burro, ha superado el shock?

En serio ¡¡¡qué susto!!!

Pero el desconocimento que tenemos de los animales domésticos es culpa de Walt Disney.

Una vez que sabemos que muerden, pueden ser tiernos, como Platero.

José Miguel Ridao dijo...

Pero susto, José María. El burro la ha cagado: su dueño me ha dicho que lo va a capar y vender. ¡Por burro! Yo creo que Platero era tierno porque JRJ lo pintó así. Me gustaría hablar con alguien que lo conociera, que todavía habrá alguno vivo. A lo mejor iba dando bocados a todos menos a su dueño. A ver si te enteras esta tarde, que tendrás oportunidad.