jueves, 8 de marzo de 2012

Filosofía, Poesía y Economía


Acabo de caer en la cuenta de un hecho sorprendente y obvio al mismo tiempo: si todos los filósofos que han existido a lo largo de la historia, desde los presocráticos a el Beni de Cádiz, no hubieran escrito ni enseñado nada, el mundo habría seguido exactamente el mismo curso, y los hombres no serían ni más ni menos felices: simplemente se afanarían, como siempre, en hacer más placentero su paso por esa vida que tanto analizan los secuaces de Descartes.

La poesía, en cambio, es un arte claramente utilitario, mucho más incluso que la Economía, porque alimenta el alma, y eso, aunque no se sabe muy bien qué es, son palabras mayores, a ese festín nos apuntamos todos con avidez. Algunos, todo sea dicho, se quedan con la gastronomía, que alimenta el cuerpo.

En cuanto a la Economía, para qué vamos a hablar, es una ciencia que ni está ni se la espera, una alfombra roja para las plagas, un castigo que se remonta al pecado original, algo que pudiendo ser muy simple nos empeñamos en enredar con arabescos matemáticos, teneduría de cuentas y esclavitudes milenarias. Al menos me da de comer. Eso sí, suscribo una economía donde se produzca sólo lo que necesitamos para ser felices, y que esa modesta cantidad llegue a todos los seres humanos, y si no es mucho pedir, que éstos no se multipliquen como conejos; es más, sería conveniente reducir su número, yo borraría de un plumazo toda la China, incluyendo los chinos expatriados, el Islam enterito, los agonías que trabajan más de ocho horas al día, los gilipollas que en el mundo han sido, y así hasta quedarme solo con mi familia y mis amigotes, que nos íbamos a comer y beber el manso, en Alájar a ser posible.

Ya veis, cada uno tiene sus sueños.

8 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

¡Joder! pues anda que empezamos bien el día, eliminando prójimo.
Espero estar en la lista de amigotes.
De todas formas, si es en Alájar donde hay que celebrarlo, para aligerarte la carga, hablo con mi "cuuuñaaaaaao" y así te pongo más fácil que me incluyas en la lista.
Un abrazo

Fernando Moral dijo...

Joé, tío, como te vea entrar en la tertulia con un abrigo negro hasta los pies, me tiro al suelo antes de que empiece la balacera.

Abrazos reticentes.

Er Tato dijo...

¿Alájar? El otro día me topé por casualidad con este blog. Original, curioso, botánico y literario.

Cuando lo vi me dije, se lo tengo que decir a mi amigo Ridao -lo de amigo es por si acaso...-, pero después se me olvidó. Ahora me acabo de acordar.

Un abrazo floral

eres_mi_cruz dijo...

¡84, connnñiooooo!... ¡spannnñia ya!...
el Beni no lo pudo decir mejor:
¿feliz yo?... ni farta que hase...

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
Se te han olvidado otras disciplinas fenomenológicas tales que la gastronomía, la follisquería, la siestería o la blogueduría.
Si es que no está usté en lo qu'hay qu'estar.
Salu2.

José Miguel Ridao dijo...

Por supuesto que tú estás salvado, Rafael, con la condición de que te traigas tu pedazo de carriola y nos paseemos con ella por la Peña, en la romería de Nuestra Señora de los Ángeles, y también en san Bartolomé.

Fernando: por esta vez os vais a librar, que los miércoles trabajo hasta las 11, pero en la próxima tertulia no respondo, que últimamente estoy muy cabreao.

Pues fíjate, Tato: se trata de un vecino mío, pared con pared, y no lo supe hasta que vi su foto en el blog, que es muy muy interesante.

Anda que no, eresmicruz, tenemos que hacer como los franceses, y es más, debería haber un código para Andalucía, qué digo Andalucía, para Alájar, coño, a alimentarnos de ibérico y productos de la huerta.

Dyhego: la gastronomía ya la he citado, home, y la follisquería es fundamentá, sí señor, una ciencia en que nos podemos saltar la teoría e ir directamente a la práctica.

Abrazos follisqueros.

RIDAO BACALAO dijo...

Doy por entendido que yo me salvo... para mayor gloria de Dios y bien de las almas.
Y aplícate el cuento, conejo pellejo Ridao Bacalao.

José Miguel Ridao dijo...

Hombre, claro que te vienes, la vida sin discusiones es muy monótona. Además, así tengo tiempo de convertirte al infidelidato.