miércoles, 13 de junio de 2012

Rato & Friends, al banquillo


Pasan los años, los meses y los días de esta crisis y todo sigue como al principio: nadie es responsable de nada. Nuestra pobre economía maltrecha, heredera de palacios de ladrillo, cae sacudida por una tormenta inevitable, que nadie ha podido prever. Como mucho se levantan voces críticas sobre una gestión poco afortunada, una medida concreta de política económica que se ha revelado inútil o dañina. Sin embargo, todos sabemos que hay culpables. La concentración más grave de delitos, aparte de los numerosos casos de corrupción que alcanzan incluso a la cúpula del poder judicial y que no están siendo convenientemente tratados, debemos situarla en el sistema bancario. La caída de entidades de proporciones enormes como CAM o, más recientemente, Bankia, debería sentar en el banquillo a sus máximos responsables. Me centraré en el caso de Bankia, tan reciente como escandaloso. Es inadmisible que su máximo responsable, Rodrigo Rato, no haya sido aún encausado. La única explicación de que no se haya dado ese paso es el veto político, pues es algo que no interesa a ningún partido: todos tienen casos parecidos en sus filas. Tanto él como sus colaboradores estrechos deberían asumir ahora el alto grado de responsabilidad que soportaban, y que iba incluido con creces en sus sueldos millonarios. Quién mejor que Rato sabía la ruina que era Cajamadrid antes de sacar a bolsa a Bankia. No hace falta ser doctor en leyes para concluir que ello es causa de procesamiento, por estafa, robo o como quiera llamarse a los que acudieron a la suscripción de acciones, sin hablar del perjuicio a los depositantes, que está siendo soportado por todos los españoles en su conjunto como precio por rescates millonarios y recortes más drásticos. Y no vale que el señor Rato  diga que el "Gobierno" le obligó: el gobierno no es nadie, ni hay una orden firmada por ninguno de sus miembros, de modo, Rodriguito, que TÚ tienes que responder por ello, y si se demuestra que eres culpable se te deberían quitar los muchos millones de euros que has cobrado de Bankia y mandarte al talego una temporada, con esa cara que pones de no haber roto un plato. A lo mejor así el resto de banqueros chorizos, viendo a un ex ministro enchironado, se lo pensaba dos veces antes de timar a los pequeños ahorradores y accionistas, al pueblo que les ha hecho ricos y que se desangra lentamente.

4 comentarios:

Paco dijo...

Yo, amigo José Miguel, no soy ni mucho menos Economista. Y de la poquita matemática que he estudiado, la que más me gusta es la que se aplica a la Física -que no a la Economía-, me hago la siguiente pregunta:

Ese capital que le van a dar a los bancos, para que (según nos dicen) luego se la den a los tipos de a pie, y para que el que tiene su dinerito ahorrado no lo pierda ¿por qué no se la dan directamente a la gente? ¿Es que no ha quedado claro que son unos nefastos gestores? ¿Encima le van a dar más pasta?

Yo pienso (luego pago) que habría que "desmontar" Bankia. Y propongo lo siguiente:

1.- Ver cuanto dinero tiene la gente en Bankia. Por ejemplo 10 millones de "piruletas".

2.- Empezar a recolectar el dinero guardado de Bankia, más luego todo lo que tenga en especia: pisos, obras de arte (que las tiene en su colección particular como obra social), y demás cosas que se pueda hacer dinero, hasta el último bolígrafo de la última oficina de Bankia. Todo eso, venderlo y traducirlo en dinero.

3.- Con todo ese dinero, que llegamos por ejemplo a 8 millones de "piruletas", lo que falte, que lo ponga el "rescate" que les van a dar. Ya tenemos esos 10 millones.

4.- Con esos 10 millones de "piruletas", se reparten a los que tenían ahí el dinero, y todos contentos. Luego que cada uno haga con su dinero lo que quiera.

5.- Se liquida Bankia, por inútil.

¿Por qué no se puede hacer eso? Es que yo pienso entonces que poner un banco es el negocio del milenio: si te va bien, para ti; y si te va mal, te rescatan.

El único "pero" que le encuentro a esta operación, es la cantidad de parados trabajadores de Bankia que irían la calle (sin ser responsables de nada), pero ¿no estamos los que trabajamos en otro sector viendo como despiden día sí y día también a compañeros, sin que tampoco sea culpa suya el que le pongan en la calle?

Los demás estamos en la misma situación. En mi empresa desde el 2008 he perdido la cuenta de los compañeros que se han quedado en el camino. Al principio, cuando echaban a alguien, le hacíamos una "fiesta" de despedida. Más tarde, la "fiesta" agrupaba a varios. Y por último hemos dejado de hacer esa "fiesta", porque la verdad es que no puede uno gastarse tanto y tan seguido y en tan poco tiempo.

Bueno, perdona la extensión. Pero uff, ma quedao taco tranquilo, sabes?

Abrazos carterístas.

Er Tato dijo...

Pues más o menos eso es lo que digo yo, Paco. ;-)

Saludos

Er Tato dijo...

Ridao, de todos los impresentables que nos han traído hasta aquí, no ha sido Rato precisamente el peor ni de lejos. Y conste que no es santo de mi devoción.

Abrazos sin adjetivos

José Miguel Ridao dijo...

Ahí la has clavao, Paco, deberías hacer una entrada con tu explicación piruletera, porque es ilustrativa a más no poder. El único pero es el pánico que se podría crear, el contagio, pero si se hace de forma controlada, como dice Tato, no tendría por qué. Al fin y al cabo Europa nos va a obligar a algo parecido, me temo. Ojalá se actúe pronto.

Tato: de acuerdo en que no es el más impresentable, pero es el caso más dañino y visible. Que se vaya a por él, y después a por el resto. No se puede seguir con esa impunidad.

Abrazos justicieros.