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Átropos
Después de la tempestad viene la ira de los guardianes
del cielo. Una gorgona ha cruzado el horizonte cuando yo miraba, y he convertido en piedra sus serpientes venenosas. No me asustan tus cabellos de
plata, ni temo a las furias desatadas tras mis pasos. Hace poco que vivía tranquilo
en mi hogar; jamás oí hablar de los castigos de la antigua raza de los olvidados.
No hay oráculo que venza a los poderes del hombre nuevo, ni inteligencia que
supere a los antiguos mitos. Cada noche se hace tarde a la misma hora, y
ya no sé cómo seguir engañando a los que no me escuchan. Una respuesta
incandescente flota en el aire cada noche, y nadie se atreve a despertar la
curiosidad de los antiguos dueños. La más joven de las parcas sigue hilando mi
vida. Átropos espera con sus cabellos de plata. Sonríe al verme envuelta en su
túnica dorada. Yo le devuelvo la sonrisa, quisiera poseer esas tijeras. No puedo temer lo que no es mío.
2 comentarios:
No es lo peor que corte nuestro hilo de la vida, sino el de aquellos a quienes amamos.
Ahí es donde hace daño, la muy parca.
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