Jamás he escuchado un timbre más luminoso que el del tenor alemán Fritz Wunderlich. Se diría que en vez de garganta poseía un sol radiante que aún hoy, casi cincuenta años después de su absurda muerte, nos inunda al escuchar sus interpretaciones de Mozart, o de las operetas que tanto amaba. En italiano se prodigó poco, para nuestra desgracia. Traigo hoy una de sus pocas grabaciones: el aria de Rigoletto
La donna é mobile, que quizá suena distinta en su voz, acostumbrados como estamos a las interpretaciones de otros tenores, aunque de ningún modo es inferior. Como agudamente señala un comentarista del canal Youtube: "Questo cantante aveva un solo difetto: era nato in Germania e non in Italia".
6 comentarios:
Monsieur Ridao:
¡Seguro que cuando cantaba este arie no pensaba precisamente en la Merkel...!
Salu2 móviles.
Ésa no se mueve, nos mueve...
Wunderlich es el mejor Tamino de la historia... con éso ya le vale... es como perdirle Mozart a Aragall, la leche en bote, demasiao par cuerpo...
Un Tamino muy maqueado, todo hay que decirlo.
Mira La anécdota que cuenta el director de escena August Everding: "No era nada arrogante, una vez llegó tarde a un ensayo, yo estaba muy enfadado, pero él se puso a cantar desde la sala con su resplandeciente voz que no había encontrado sitio para aparcar. Nadie podía enfadarse con él".
Es fantástico: la próxima vez que llegue tarde al trabajo lo haré entonando la música de La donna e mobile: "Nohay - quien - a - paaarqueee..."
que, por cierto...
el otro día fui a ver la última de Woody Allen y me tuve que acordar de ti, macho... la escena del Pagliaci es apoteósica...
Yo también la vi la semana pasada. Ahí Woody Allen se ha pasado tres pueblos, amos, ome, poner una mampara de ducha en lo alto del escenario, con el cristalito traslúcido a la altura de los güevos... una poquita pasado de rosca sí que lo vi...
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