La Poesía es la ficción suprema, madame.
De la ley moral hace una nave
y de la nave un cielo encantado. Así,
la conciencia torna en palmas,
como alados laúdes anhelando himnos.
En el
principio coincidimos. Eso es claro. Pero
considere
la ley opuesta y construya un peristilo,
y desde el peristilo proyecte una mascarada
más allá de los planetas. Así, nuestra concupiscencia,
respetada por el epitafio, satisfecha al fin,
igualmente se convierte en palmas,
garabateando como saxofones. Y palma a palma,
madame, estamos donde empezamos. Permita,
pues, que en la escena planetaria
sus distantes flagelantes, bien pertrechados,
golpeando sus borrosas panzas en el desfile,
orgullosos de tales novedades de lo sublime,
el flip y el flap, flop y flop-flop,
puedan, tan sólo puedan, madame, azotar por ellos mismos
una gozosa algarabía entre las esferas.
Esto hará retorcerse a las viudas. Pero las cosas ficticias
les harán un guiño. Y más guiñarán cuando las viudas griten.
Poetry is the supreme fiction, madame.
Take the moral law and make a nave of it
And from the nave build haunted heaven. Thus,
The conscience is converted into palms,
Like windy citherns hankering for hymns.
We agree in principle. That's clear. But take
The opposing law and make a peristyle,
And from the peristyle project a masque
Beyond the planets. Thus, our bawdiness,
Unpurged by epitaph, indulged at last,
Is equally converted into palms,
Squiggling like saxophones. And palm for palm,
Madame, we are where we began. Allow,
Therefore, that in the planetary scene
Your disaffected flagellants, well-stuffed,
Smacking their muzzy bellies in parade,
Proud of such novelties of the sublime,
Such tink and tank and tunk-a-tunk-tunk,
May, merely may, madame, whip from themselves
A jovial hullabaloo among the spheres.
This will make widows wince. But fictive things
Wink as they will. Wink most when widows
wince.
Imagen: Woman with cittern. Pieter van Slingeland (1677)