Leo mucho últimamente la obra, especialmente memorias, de
escritores del siglo XX que tuvieron una vida azarosa, zarandeada por los
acontecimientos que desgarraron Europa y el mundo, especialmente las dos
grandes guerras, y no me abandona la sensación en todo momento de que así era muy fácil escribir, o al menos tenían una gran parte ganada, que es la materia
prima, las vivencias de las que mana la obra de todo artista. Me hallo ahora inmerso
en las memorias de Elías Canetti, judío sefardí cuya lengua materna era el
ladino, nacido en una pequeña ciudad búlgara a orillas del Danubio, entonces
del imperio otomano, que de niño se mudó a Manchester e hizo suya la lengua
inglesa, reforzada por la lectura de Shakespeare con su madre, entusiasta del
teatro, pero al poco tiempo, y ante la muerte de su padre, se trasladó a Viena,
aprendiendo el alemán (que fue la lengua en que realizó su obra) en tres meses por
boca de su madre durante una estancia en Lausana antes de ingresar en la
escuela para, ya en plena Primera Guerra Mundial emigrar a Zurich… y eso con sólo doce años, lo que tuvo que vivir aún ese hombre, bueno y malo pero vida, no
como el sesteo indolente a que nos entregamos en los llamados países
civilizados desde hace setenta años… Ahora las vivencias se buscan de manera
deliberada, no son fruto de los acontecimientos, y la adrenalina es prefabricada
en expediciones al Himalaya o mediante retos absurdos por ver quién cruza a
nado un océano o come más hamburguesas sin que le reviente el estómago. Alguien
dijo una vez que tras el Holocausto la literatura había perdido sentido, pero
el horror despertó la conciencia de muchos y, si no se escribe igual de bien
que antes no es porque se haya llegado a la frontera, sino porque todas las
fronteras han sido cruzadas y ante el hombre se extiende una inmensa llanura
monótona y descarnada.
Bemoles
-
BEMOLES Me pregunta mi buen amigo Diego Morales por qué la palabra bemoles
ha acabado siendo sinónimo de esa palabra trisílaba que todos usamos en
expresio...
Hace 45 minutos
2 comentarios:
Vamos a ver, en un siglo 2 guerras mundiales y otras 100 no mundiales. En 14 ańos llevamos mas de 20 guerras. En el mundo hay siempre 2 clases de hombres los que pretenden hacer cosas y los que se sientan a ver lo que otros pretenden hacer. No depende de la epoca vivida, la actual es aun mucho más vertiginosa que la pasada. La semana que viene sale un convoy de voluntarios para atender los desastres originados en Gaza, por ello JM puedes apuntarte y dejar eso tan aburrido, y vivir lo que han vivido tus escritores favoritos.
Vaya, Sra. A, parece que no le ha gustado mi escrito. Gracias por la información pero no pienso ir a ningún país en guerra, prefiero la tranquilidad de leer a los aventureros antiguos, no a los reporteros actuales.
Publicar un comentario