Por fin he desenmascarado la ingeniosa farsa que me ha mantenido vivo, me alegro infinitamente. Me ha costado, era cuestión de tiempo. Ahora que han acabado los engaños, que se ha desnudado la verdadera dimensión de la tragedia, ahora que por fin están excluidas del vocabulario la esperanza y, sobre todo, la ilusión, es cuando urge finalizar la tarea sagrada para poder partir cuanto antes.
jueves, 15 de abril de 2021
martes, 6 de abril de 2021
De la mano
Si no vas a abrazarme, si no me vas a besar, al menos cógeme de la mano. Nada ha cambiado, todo está ya claro, pero mira qué gesto tan inocente. Para mí lo es todo, y ahora mismo has de ser tú, no me preguntes por qué. Me comprometo a que a nada comprometa. Lo necesito, estoy perdido. A lo mejor después sigo andando yo solo, o me abraso y pierdo esa mano, pero es que no la necesito, de verdad, lo mismo que tantas otras cosas que ya no tienen sentido. Dirás — con la boca chica — que vaya tontería, cogerme de la mano. Si tú supieras lo que se puede decir a través de la piel, aunque sea ese trocito de piel tan sensible... entonces seguro que no te atreverías.
sábado, 3 de abril de 2021
La muerte era eso
¿Qué es la muerte? Me decía
instalado en el amor más puro.
Un tiempo detenido para siempre,
la incapacidad de sentir.
Quizás unas reminiscencias volátiles
de nuestro cariño inmortal.
¿Qué es la muerte? ¿Acaso pone fin
a esta dicha milagrosa?
¡Qué fácil es pensar en ella
cuando se es joven,
o cuando se es joven pero sano,
o cuando se está enfermo pero aún se está,
o más aún, cuando eres tú quien está enfermo!
Y si tu amada languidece y estás al pie del lecho, incluso entonces puedes aguantar,
preocupado y feliz
—yo lo hice —.
Pero al dar su último suspiro
—y ella lo dio, muy fuerte, una noche de mayo —
entonces uno entiende, de golpe,
¡QUE LA MUERTE ERA ESO!
como si nunca hubiera estado ahí, agazapada.