Hace un par de días, leyendo un comentario a una entrada de Enrique García-Máiquez, una magnífica décima de Espinelete capaz de encontar rima a la palabra Famóbil, recordaba la ilusión que me hacían de niño los juguetes de los Reyes y me preguntaba si a los chiquillos de hoy les harían la misma ilusión. Imposible de saber, salvo que dispusiéramos de un medidor de sentimientos. Y es ahí donde entra en escena Doraemon, el gato cósmico, capaz de inventar los artilugios más insospechados que hacen las delicias de niños y no tan niños. Seguro que si yo fuera Nobita mi amigo Doraemon sacaría del bolsillo mágico un ilusiómetro, lo apuntaría hacia Tsuneo, a quien los Reyes le habrían traído una Wii, y después me transportaría a mis ocho años para medirme la ilusión jugando con el Autocross (gracias por recordármelo, Espinelete), que seguro que en Japón era teledirigido . Estoy convencido de que como siempre Nobita le ganaría la partida a Gigante y sus secuaces.P.S. Ahora que lo pienso, si los Reyes vienen de oriente y no hay oriente más lejano que Japón, seguro que los niños japoneses son los primeros en recibir sus regalos.
P.P.S. No sé si es correcto escribir Reyes con mayúscula, pero si el tamaño de la letra refleja la importancia del personaje, éstos van con mayúscula y los otros con minúscula.
P.P.P.S. Doraemon viene del siglo XXII, así que ya no queda tanto para disfrutar de sus inventos.
P.P.P.P.S. Mejor hago otra entrada mañana, que se me llena de Ps la línea.
3 comentarios:
PPSSS... Que ingeniosa entrada .
A todos las personas humanas les ocurre, las ilusiones tambíén creo que se puede llamar... felicidad... y cuando tratas de pensarla un instante, parece huir pavorosa hacia otro lugar. Tal vez no deba pensarse, simplemente vivirse, porque en el momento en que la planteas no dejas el lugar apropiado para que suceda. Algunas personas piensan que las ilusiones y la felicidad no se viven , sino que se recuerda, no sé si explico bien lo que quiero decir... algunas personas no saben que son felices hasta que dejan de serlo porque pierden la Ilusión , y te preguntarás "¿cómo es esto?", yo creo que es simplemente porque vivieron exigiendo demasiado de si mismos, de las personas que les rodean, del entorno... y no se dieron cuenta de que estaban experimentando un momento único, cada instante es precioso si me mantiene la mirada apropiada para observarlo. Pero estas personas pensaron no en el momento, sino en otros posibles, ignorando lo que se les presentaba, entonces ese momento pasó fugaz la ilusión y su felicidad quedó estancada en el recuerdo. Creo que la felicidad , como la ilusión es cambio, es fugaz, es en ese movimiento donde una se siente viva , pero no está atrás o delante, es decir, en el pasado o en el futuro, al igual que unos piensan que fueron felices en el pasado y sólo lo pueden recordar, otros piensan que está por venir y se pasan la vida esperando sin que llegue jamás. La Ilusión como la felicidad está aquí y ahora pero no la mires como tal, está en el ver que hay miedo en el descubrir y en la satisfacción ,en el superar, en un beso o un abrazo , en una despedida , en el dormir y al despertar. Creo que debes buscarla en ti mismo, no pensemos en medir las ilusiones , aprendamos a ser feliz con uno mismo y así crecerán nuestras ilusiones , sintiendo que todo nos sale mal y que al día siguiente todo está lleno de colores, no nos quedemos estancado en un lugar, muévete entre esos dos lugares porque uno te demuestra el otro, parece que están encadenados... ppsss ... pero no lo quiero aburrir, tampoco haga mucho caso , soy muy borde .
Buen inicio de semana
Si me permite le dejo un ramito de lavanda .
Rosna
Ah ,se me olvidaba adoro a Heidi .
A mí Doraemon me encanta, Shisuka me enamora, Suneo me repatea. Un abrazo
Gracias otra vez, Rosna, por las flores. No deja de asombrarse el repertorio florido de tu jardín. Sospecho que has contratado a Doraemon de jardinero.
Jesús, te recomiendo la entrada Doraemon en Wikipedia. Te enteras, por ejemplo, de qué están hechos los dorayakis. Un abrazo.
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