Hace pocos días tuve una experiencia maravillosa: me visitó el insigne Matsuo Bashō. En sueños, pero me visitó. Tuve el privilegio de intercambiar impresiones con el maestro de los maestros, y, cómo no, nos comunicamos usando el universal lenguaje del haiku. Aquí dejo lo que recuerdo de nuestra conversación, que anoté presuroso al despertar, tratando de captar la magia del instante.
flor del cerezo
sakura te saluda
oh ridao san
Pronto empezamos
con las mariconadas,
amigo Bashō.
furu ike ya
kawazu tobikomu
mizu no oto
No me he enterado
de una sola palabra;
habla en cristiano.
un viejo estanque
salta la rana ¡chop!
ruido de agua
Pues ese haiku,
qué quieres que te diga,
¡no es para tanto!
este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo
Será por eso
que veo tantos poetas
crepusculares.
luna de agosto
hasta el portón irrumpe
la marejada
Pa marejada
la que tengo en mi casa
con cuatro niños.
la luz del haiku
no llega al corazón
de ridao san
Será que tengo
que aprender japonés
para enterarme.
P.S. Por si alguien tiene alguna duda, yo soy el de azul, y Bashō el de rosa sakura.
Anton Bruckner
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*Anton Bruckner. Caricatura de Pablo Morales de los Ríos *
Parece que actualmente Anton Bruckner (1824-1896) no está muy de moda.
Tiene detractores y es...
Hace 22 horas
14 comentarios:
Seré sincero. Es una pena que la entrada (o el sueño) se pierda en tanta voluta chistosa cuando tu contestación al del crespúsculo es tan auténticamente graciosa, tan honda y verdadera. Puedes mandarme a hacer puñetas (iré en buena compañía, con Basho y con su rana), pero yo dejaría la entrada en ese par de haikus, el de Basho y el tuyo. Y quedaría maravillosa, crepuscular, sí, pero maravillosa.
Abrazos
Me ha encantado, me parece una genialidad el sueño y los consejos.
Prefiero, como sabes, las soleares pero, lo tomas con gracia, arte y ese punto de cachondeito necesario, tan necesario en los Cuadernos.
Un abrazo.
Ridao, me gusta tu punto canallesco.
Te admiro, tío.
Los dos crepusculares son de antología.
Jajaja, Ridao san, ser muy ocurrente.
Gracias por la sinceridad, Enrique. Tienes razón, tengo cierta (¿mala?) tendencia a enmascarar con el humor muchas cosas que deberían ir solas. Dios me libre de mandarte a hacer puñetas; antes bien, te haré caso y dejaré ambos haikus solos en una próxima entrada cuando pase la luna de agosto y se incorporen los blogueros veraneantes.
Javier, como decía ayer Baltanás los haikus se hacen ahora en Coria, y las soleares las dejaremos para los japoneses.
Julio, me abrumas, tío.
Gracias, Enrique B. De todos los haikus que he leído de Basho, el del camino y el crepúsculo es el que más me gusta. Me conmueve mucho más que el de la rana, y lo veo mucho más profundo. Será que he cogido manía a la rana...
Fue Basho quien dio pie a mis ocurrencias, Jesús.
Un abrazo a todos, y gracias por vuestros ánimos.
Y yo me pregunto ¿qué hay que hacer, qué brebaje tomar antes de ir en brazos de Morfeo, para que te visite - y de qué manera - Basho y su Arte?
No tiene desperdicio ni una sola de las palabras, ni uno sólo de cada haiku.
Un privilegio que te saluden con la flor del cerezo, y mas, que nos lo dejes aquí, para nuestro disfrute.
Enhorabuena.
Un beso de noche
Bueno, ya te he dicho alguna vez que te agarras al humor para proteger cosas que tal vez no dejas ver del todo... pero tienes sentido del humor, eso es indudable.
Aun así, me quedo con el primer crepuscular.
Besos tan tardíos que casi son tempranos (es lo que tiene la noche, que se acaba;-)
Pues me tomé sólo un vaso de agua, Mery. Será que como Basho es zen, no le hace falta más. Me alegra mucho que te gustara. Tus palabras siempre me animan, sabes que te lo agradezco.
Pero bueno, Olga, ¿qué haces escribiendo a estas horas? No quiero ni pensar, más que nada por envidia, desde dónde me comentas ni qué brebaje de los que dice Mery tienes en las manos, y yo aquí, despierto desde las 7:30 con un niño al lado que se ha hecho pipí...
Tú me tienes un poco calaíto, igual esa costumbre mía de ocultar, o proteger, es mala, no sé. Creo que va en la personalidad de cada uno... Ahora te dejo, sigue disfrutando de la noche;-)
Un beso fuerte a las dos.
Los dos crepusculares son, efectivamente, prodigiosos. En cuanto al sentido del humor, confío en que nunca falte por esta casa. ¿Oculta algo el sentido del humor? Pues no sé, tú sabrás, yo prefiero quedarme con lo que muestra: inteligencia.
No te quejarás del comentario, ¿eh?
Un abrazo.
Nos tenías que haber avisado para participar en ese sueño.
Eso es un comentario en condiciones, Juanma, me cago en la leche (aunque la verdad es que hoy no me puedo quejar...). No creo que falte aquí nunca el humor, si no no sería yo.
Fue todo demasiado rápido, Jesús. Lo que podemos hacer es que en la próxima tertulia mercurial invocamos entre todos el espíritu de Basho y le acribillamos a haikus corianos.
Un abrazo a los dos.
¿Será que la luz del haiku no te llega porque de tanto pensar entraste en cortocircuito?
Con luz o sin luz, tu entrada es una genialidad...
Besos José Miguel.
Muchas gracias, Liliana. Puede que me cortocircuitara, sí, la próxima vez que me visite Basho procuraré tener la mente en blanco...
Un beso.
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