jueves, 17 de noviembre de 2011

Apuntes (140): Proyecciones salvadoras


Leyendo hace un tiempo a Trapiello encontré una cita de Somerset Maugham. No la recuerdo literalmente, pero sí mi percepción de ella, que al fin es lo que cuenta: "Los escritores no deben explicarse demasiado". Pues eso.

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Suele suceder que un libro guste más o menos, o no guste en absoluto, según la época o el ánimo con que se lea. A mí me ha sucedido, por ejemplo, con Stendhal, pero esto no es una ley universal, ni mucho menos. Nunca me sucederá con El Quijote, ni con Romeo y Julieta, ni con David Copperfield, ni con El libro del desasosiego.

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Y por cierto, tampoco lo anterior es una ley universal, ni ninguno de mis apuntes; son la mera proyección de mis gustos y reflexiones sobre los gustos y reflexiones de los demás. Esto me blinda, y ya me estoy explicando demasiado, de cualquier ataque o crítica furibunda que reciba.

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Los apuntes de Trapiello se me suelen olvidar inmediatamente después de leerlos, lo cual es una de las mejores cosas que se puede decir de ellos.

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Me aniquilan los remordimientos.

5 comentarios:

eres_mi_cruz dijo...

los blogueros son escritores sin remordimientos... no se conforman con explicarse... algunos escriben la historia de la blogosfera y se incluyen a sí mismo... pocavergüensa...

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
estoy de acuerdo con usted, cuando un artista tiene que "explicar" su obra... malo, malo.
También es cierto que si un artista quiere ser "críptico", que no se queje luego si la gente no entiende.
Saludos claretes

Paco dijo...

A ver, confiesa, qué haz hecho esta vez para que los remordimientos se apresuren a aniquilarte...

L.N.J. dijo...

Pues llego a la misma conclusión, no deben explicarse demasiado, diría que nada. Me gustan más así.

Los remordimientos son ardores muy fuertes, ¿cómo consigues aliviarlos?.
Si los alivias, claro.

Besosssss

José Miguel Ridao dijo...

Como yo mismo, eresmicruz, recuerda que soy el autor de todo un decálogo del blog, ahí queda eso...

Ahílasdao, Dyhego. Con ser uno mismo ya es bastante.

Paco: ¡Qué no he hecho!, que es distinto.

Se van difuminando ellos solos, Lourdes.

Abrazos sobraos.