martes, 31 de julio de 2012

Apuntes (170): Séneca, mercados y un dilema moral


Desconfiad de los que tienen la conciencia tranquila: casi todos tienen mala conciencia.

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Los mercados no son pérfidos ni salvadores; tan sólo reflejan el interés egoísta de las hordas económicas.

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Con el permiso del Sr. Smith, que el interés particular conduzca al interés general, ya es mucho decir. La falacia de la composición no es suficientemente ponderada.

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Y para colmo, el Estado no hace sino empeorar las cosas.

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Escribe séneca en Las troyanas: “Quaeris quo jaceas post obitum loco? / Quo non nata jacent”. “¿Que dónde estarás después de morir? / Donde están los que no han nacido”. Para los que buscan con la razón un sentido a su vida, éste es el único consuelo que podrán hallar.

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Dilema moral: Someone you are well acquainted with shows you upon a different light a very close relative, who can´t read English, and you realise he is mean, vile and selfish. Should you still love him?

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Quienes gobiernan un Estado son el espejo de los gobernados.

6 comentarios:

Jaimemarlow dijo...

Mr. Ridao:
I'd love to answer the question in english, but i am not very sure of its meaning.
Who is mean vile and selfish? The person whick you are well acquainted or the very close relative?
And who you should still love?

enrique baltanás dijo...

*las hordas económicas... tú fabulas, Ridao. Sabes mejor que yo que el mercado no es posible sin una administración de justicia independiente, sin unas leyes iguales para todos... Lo que precisamente excluye a las hordas (que probablemente no sean más que fondos de pensiones, modestos y honrados inversores....)

* El Sr. Smith: no es una falacia, sino una paradoja. Y yo creo que tiene razón precisamente por ser una paradoja.

* Séneca: pues si ese es el único consuelo, qué poco consuelo deben de tener.

* "Quienes gobiernan un Estado son el espejo de los gobernados"... no estoy muy seguro. Para creer eso haría falta creer en la democracia...

Espero no consideres mis comentarios demsiado impertinentes.

Er Tato dijo...

¿Se puede tener mala conciencia tranquila? Hay mucho cabrón que duerme a pierna suelta...

¿Qué mercados, Ridao? ¿Los de los taxistas que destrozan el taxi del compañero que ejerce su derecho a trabajar mientras reclaman -o mejor, exigen-, al Estado que les protejan del mercado? ¿El de los mineros? ¿El de las eléctricas? ¿El de las farmacias? ¿El de los horarios comerciales? ¿Los financieros? No, Rido, no, los mercados no reflejan el interés egoísta de las hordas económicas, es en la ausencia de mercado y libertades donde campan a sus anchas esas hordas.

¿Y qué es el interés general sino el interés particular común de la mayoría? ¿O acaso el interés general tiene su propia inteligencia, independiente de los intereses particulares que lo componen? ¿Ahora te estás volviendo comunista o fascista, tanto monta, monta tanto? Cuando es necesario imponer por la fuerza el interés general, es que no es general.

Y no, yo me miro al espejo y no veo a quienes nos desgobiernan. Ya conoces mi teoría de que, al final, todos tenemos lo que sólo algunos se merecen. Cosas del desinterés general...

Apúntame un abrazo (que no es lo mismo que darme un puntazo...)

José Miguel Ridao dijo...

Mr. Marlow: Let's say that I have known that my close relative is mean, something that I didn't know, at least to such an extent, but I'll be attached to her for the rest of my life.

Enrique: no me parecen impertinentes para nada tus comentarioos, soy consciente de que mis apuntes tienen un punto de provocación. En cuanto a la falacia de la composición, creo que merece una entrada, pues es un asunto al que no se presta la debida atención, algo que conecta con las hordas económicas a las que me refiero, que son más bien las hordas financieras, y no los pequeños agentes que citas. Es cierto que poco consuelo aporta Séneca, por eso los que lo buscan (no todos lo hacemos) suelen profesar una religión. En la última creo que tienes toda la razón.

Tato: las hordas económicas son tan dañinas en el libre mercado como en el socialismo. Se necesita una sabia mezcla que las meta en cintura, pero no lo veo nada claro. Evidentemente, me quedo antes con el mercado. Ya que lo citas, el ejemplo de los taxis en el aeropuerto de Sevilla es un buen ejemplo de hordas descontroladas (se requiere Estado para controlarlas). A lo otro te contesto con una entrada sobre esa falacia. Por último, en ese espejo se mira el votante en general; evidentemente luego hay disparidad. Los franceses se miraban en Sarkozy, los rusos en Putin, los africanos en su cacique corrupto; los alemanes se miraron en su día en Hitler... Quizá la excepción fue Zapatero, no creo que muchos se miraran en él: para toda regla hay excepciones.

Abrazos enjundiosos.

Jaimemarlow dijo...

Crystalline, Mr. Ridao.
In this situation, I don't dare to say anything to you.
(In fact, my main reason to ask you is I am a gossip).
Enjoy august.

Jaimemarlow dijo...

And forgive my bad English.