Yo te pediría
que me dieras lo que tengas,
aunque parezca poco.
No te guardes nada,
no estoy en condiciones
de despreciar una migaja
de cariño.
Tiempo habrá más adelante
de afrontar los sentimientos,
o de huir despavoridos.
Pero no sé,
cada vez sé menos cosas.
Vaya donde vaya,
corra lo que corra,
me estoy desenganchando de la vida.
Sí sé que ahora
te necesito,
y tú, no sé,
resultas un enigma,
y es difícil mirar
a un enigma a la cara.
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