Escucho el adagietto de la quinta sinfonía de Mahler y mi vida desfila ante mis ojos. No es gran cosa mi vida, un pobre conjunto de banalidades, si exceptuamos el único amor. El peso de sentir, decía Pessoa, y eso es lo que me abruma mientras oigo las cuerdas in crescendo. No me dicen nada y me dicen todo. Tadzio; ¿o se llamaba Tesio? Ahora es fácil averiguarlo, pero no merece la pena, ¿para qué? No tengo nada en común con ese muchacho, pero la música nos une.
Mi primer recuerdo infantil
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MI PRIMERA CONSCIENCIA
Cada noche me salva
de morir un recuerdo.
Yo tenía tres años
y abuelos en el cielo.
En un sueño yo era
un ángel de Fra Angélico ...
Hace 18 horas
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