viernes, 13 de septiembre de 2013

The sick wife (un poema chino del siglo I A.C.)


Impresiona en la poesía china la crudeza con que se exponen los motivos, lo que los realza mucho más que cualquier adorno a los que estamos acostumbrados en la literatura occidental. El siguiente poema anónimo, que rescato de la traducción inglesa de Arthur Waley (ya me gustaría poder traducir directamente del chino), transmite una desolación honda y lúgubre con muy pocos mimbres.

Ella había estado enferma durante años;Mandó buscarme para decirme algo.No podía decir lo que queríadebido a las lágrimas que fluían de sí mismas.“Te he cargado con niños huérfanos,con dos o tres niños huérfanos.No permitas que nuestros niños pasen hambre o frío;Si se portan mal, no les azotes ni les golpees.Cuando saques al bebé, acúnalo en tus brazos.No olvides hacer eso.Por último ella dijo,“Cuando los llevaba en mis brazos no tenían ropay ahora sus chaquetas no tienen forro.” [Ella muere.
Yo cerré las puertas y atranqué las ventanasy dejé a los niños sin madre.Cuando llegué al mercado y encontré a mis amigos, sollocé.Me senté y no pude ir con ellos.Les pedí que compraran algunos pasteles para mis niños.En presencia de mis amigos gemí y lloré.Traté de no afligirme, pero la pena no cesaba.Busqué en mi bolsillo y di algún dinero a mis amigos.Cuando llegué a casa encontré a mis niñospidiendo ser llevados a los brazos de su madre.Recorrí la habitación vacía de arriba abajoa uno y otro lado largo tiempo.Luego salí de ella y me dije,“Olvidaré y nunca hablaré de ello otra vez.”




She had been ill for years and years;She sent for me to say something.She couldn’t say what she wantedBecause of the tears that kept coming of themselves.“I have burdened you with orphan children,With orphan children two or three.Don’t let our children go hungry or cold;If they do wrong, don’t slap or beat them.When you take out the baby, rock it in your arms.Don’t forget to do that.”Last she said,“When I carried them in my arms they had no clothesAnd now their jackets have no linings.” [She dies.
I shut the doors and barred the windowsAnd left the motherless children.When I got to the market and met my friends, I wept.I sat down and could not go with them.I asked them to buy some cakes for my children.In the presence of my friends I sobbed and cried.I tried not to grieve, but sorrow would not cease.I felt in my pocket and gave my friends some money.When I got home I found my childrenCalling to be taken into their mother’s arms.I walked up and down in the empty roomThis way and that a long while.Then I went away from it and said to myself“I will forget and never speak of her again.”

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Sí es emotivo, sí, monsieur Ridao.
Refleja la crudeza del hambre, de la orfandad, la pena.
Salu2 madarines.

José Miguel Ridao dijo...

Pues agárrame los catap... huy, que últimamente me he vuelto una persona seria, así que te quedas sin el premio.