viernes, 17 de enero de 2014

Freedom for Alájar


Es curioso o, más bien, lamentable observar cómo muchos reivindican la democracia cuando les conviene y actúan como dictadores la mayor parte del tiempo. Se les llena la boca de derechos, de reivindicaciones legítimas, cuando en el fondo -y, si se rasca un poco, en la superficie-, no quieren sino hacer su santa voluntad. Y, no por obvio, conviene dejar de olvidar que es imposible que todos hagan valer sus deseos, y hasta en la democracia más perfecta es necesario llegar a una solución de compromiso; de hecho, la bondad de una democracia consiste en la habilidad para llegar a dicha solución de compromiso de modo que todos asuman un pequeño sacrificio en favor del bien común. Además, resulta imprescindible cumplir unas reglas de juego que se llaman leyes, y eso supone, pese a quien pese, la existencia de un poder central que se encarga de promulgarlas y velar por su cumplimiento. A quien no le gusta el juego le queda aguantarse o atenerse a las consecuencias de una desobediencia, en términos de dinero o pena de cárcel.

Todos se reirían si el pequeño pueblo de Alájar, de apenas 800 habitantes, quisiera declarar su independencia, primero de la provincia de Huelva, después de Andalucía y, finalmente, en un golpe maestro constituirse en república independiente para luego tratar de negociar por separado con la Unión Europea, siguiendo el anhelo histórico de esta localidad serrana. Cámbiese Alájar por Cataluña y tendremos una visión bastante clara de las pretensiones de una parte de los catalanes.

P.S. Para quien argumente que Alájar no tiene identidad nacional ni lengua propia, que piense en una aldea astur último reducto del bable, o en mí mismo, que estoy hasta los cojones de los políticos de mi país, tengo una personalidad muy marcada y me gustaría ser un ente autónomo satélite intrapeninsular, pero no me dejan.

4 comentarios:

Antonio Montes dijo...

Lo firmo de arriba abajo, José Miguel. A lo que promueves para Alájar sólo le falta inventar ex nihilo una historia de opresión y saqueo perpetrada por el maléfico Estado español sobre una aldea que, al fin y al cabo, mantiene a los españolitos con sus impuestos... Si se puede remontar la trola, como mínimo, a la época de Argantonio, mejor.

Un abrazo.

Javier dijo...

Porque no quieres, Ridao, porque no quieres...

Un abrazo

Dyhego dijo...

Si mi casa es república independiente ¿por qué nos niegan el derecho, a mi familia, a constituirnos en estado propio? Tenemos todos los ingredientes necesarios: somos un hecho diferencial, hablamos una lengua propia, tenemos recursos propios, tenemos cien mil años de antigüedad, tenemos comidas propias, hábitos propios, costumbres propias,todo propio, auténtico y diferenciado.
Salu2 independientes, Monsieur Ridao.

José Miguel Ridao dijo...

Eso, Antonio, y además apelamos a la autoridad de Herodoto, que estos incultos no conocen, pero les suena importante.

Pues ahora que lo dices ni lo he intentado, Javier, pero no tengo muchas esperanzas: mis intentos por constituirme en ente autónomo dentro de mi casa siempre fracasan debido a la fortaleza del Poder Central.

Di que sí, Dyhego, recoge firmas. Cuenta con la mía, por un módico precio.

Abrazos pilladoporloshueveros.