jueves, 15 de mayo de 2014

Consecuencias de cuatro años de lectura electrónica


Gracias a mi ya anciano ridáider:

1. Leo mucho más.

2. Escribo mucho menos.

3. No me gasto un pavo en libros.

4. Ahorro saliva.

5. No molesto a la parienta leyendo de noche.

6. Estoy cogiendo un nivelazo de inglés y francés.

7. Leo varios libros a la vez.

8. Leo muchos libros antiguos y pocos modernos.

9. He descubierto escritores sorprendentes.

10. Me importa un huevo la industria editorial.

5 comentarios:

Ana Vera dijo...

Vaya. Pues es una pena que no escribas más, porque algunas de tus entradas son tronchantes, como esa que tienes sobre la poesía coreana, que no me canso de leer.

eres_mi_cruz dijo...

por más que pregunté por el ridáier, en ningún sitio lo encontré...
o sea, ridao, lo que en realidad quieres decir es que cada vez estás más perro... vamos, que has alcanzado el grado de intelectual desaliñado y melapelista... que como hace tiempo que no comento tus entradas (ni las de naide) y los nuevos no me conocerán, no voy a decir mesualapollista, que es lo que me pide el cuerpo...

José Miguel Ridao dijo...

Pues sí, estoy una mijita flojo, es mucho más cómodo tumbarse en el sofá con el ridáider que estrujarse las meninges para escribir algo ingenioso. Me estoy haciendo de un curto que espanta, pero me se está secando el estro (acepción 1 RAE), mismamente.

Abrazos a los dos, y a ver si mejora la cosa.

Dyhego dijo...

Estre... estro...
tócse suted los güevos,
ma...estro

Salu2 electrócios, Monsieur Ridao.

José Miguel Ridao dijo...

¡Agárrame el mandao!