miércoles, 11 de mayo de 2011

Apuntes (XCVII): De polvos, pajas y barbacoas


Ya he terminado mi primer volumen de Chesterton sobre el Padre Brown. Bueno. Puede que me anime con otro, no sé, tampoco es para tirar cohetes.

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Y también acabé las crónicas sevillanas de Chaves Nogales, curiosísimas. Parece mentira que hace relativamente poco tiempo se fueran quemando herejes un día sí y otro también en la plaza de San Francisco, y que junto al actual puente de Triana hubiera un tenebroso castillo con profundas mazmorras donde penaban las presas del Santo Oficio a la espera de que les encasquetaran un capirote y los montaran en un asno para arrearles doscientos azotes a la vista de la multitud entusiasmada y, para redondear el espectáculo, se escogiera un puñado de entre esos infelices para asar a la parrilla. Para colmo, troceaban los cuerpos en cuartos y colgaban cada uno de ellos en una puerta de la ciudad, supongo que para acojonar a las numerosísimas brujas y apóstatas que debían de pulular por Sevilla en aquellos días. Pero no servía de mucho: al día siguiente, ¡zas!, una nueva cuadrilla para el talego, y a preparar de nuevo la barbacoa.

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Trapiello es ante todo un poeta; sus diarios le delatan.

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A veces el humor contamina lo que escribo, y debo hacer un esfuerzo para separar el polvo de la paja, sin saber muy bien cuál es el polvo y cuál la paja.

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Entre los escritores, las pajas están a la orden del día, mucho más que los polvos.

7 comentarios:

Juan Carlos Garrido dijo...

Me quedo con la última reflexión, sin duda la más profunda de todas.

Saludos.

Fernando Moral dijo...

No estoy de acuerdo, Sombras. La profundización sería mayor en el caso contrario ;)

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Ya era consciente, Sombras, "afueraparte" de lo chistoso del caso.

Ahí has estao sembrao, Fernando. Te cabe el Mani atravesao, pero has estao sembrao.

Abrazos, para no ser menos.

Mery dijo...

Esas Crónicas Sevillanas han de ser bien jugosas.
Y si, también creo que Trapiello es un poeta, y un soñador.

Un abrazo. Aquí entras a leer comentarios y sales con un ataque de risa.

José Miguel Ridao dijo...

Pues sí, Mery, no sé qué sería de mí sin vosotros, y lo digo sin asomo de ironía, sin que sirva de precedente.

Jesús Cotta Lobato dijo...

De todo esto nos darás cumplida cuenta en la tertulia.

José Miguel Ridao dijo...

Descuida, Jesús, y ya aviso que los poetas son los más pajilleros...