miércoles, 24 de noviembre de 2010

Apuntes (XXXVI): De libros y esperanzas


Hastío, fastidium, tedio. Da igual cómo se le llame: es la parálisis de la vida, la suspensión de los deseos y, en el peor de los casos, la angustia existencial.


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La semana pasada me dijo Rafael que había tirado más de cien libros. Ante mi lógico escándalo me comentó que lo había hecho en un contenedor de papel y cartón. Como ya los había leído, y ocupaban demasiado espacio, confiaba en que con el reciclaje de ese papel se imprimieran libros nuevos, historias distintas, en una especie de regeneración de la literatura.

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Todo es polvo, y en polvo se convertirá. Polvo inerte, sin amor, sin sentido.

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Si no hubiera nadie para leer un libro, la literatura dejaría de existir. Del mismo modo, si existiera una raza cuyo intelecto (o el equivalente en ellos a nuestro intelecto) disfrutara contemplando largamente las texturas de una piedra y quedara indiferente ante los libros, entonces las piedras serían libros y los libros serían piedras.

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No hay nada nuevo bajo el sol, pero no hemos visto sino una ínfima parte de todas esas maravillas.

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El libro electrónico conseguirá el reciclaje perfecto, salvará millones de árboles, dejará sin trabajo a muchas personas en el sector forestal y dará trabajo a muchas más en el sector editorial, aunque probablemente no serán las mismas que trabajan hoy en él.


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La esperanza es el motor de los hombres, y la ilusión es su máxima expresión. Mientras hay vida hay esperanza. Da igual que al fin se muera; lo importante es mantener la esperanza hasta el último momento.

P.S. Nuevo refrán: Mientras hay esperanza hay vida.

14 comentarios:

Juanma dijo...

¡¡Te pillé!! Ahora te leo...

José Miguel Ridao dijo...

Acabas de batir el récord de rapidez al comentar: un segundo y 78 centésimas desde que colgué la entrada.

Juanma dijo...

Sí, la esperanza siempre...por encima de todo.

Yo tengo varios libros de un compañero de trabajo que los va soltando por allí, por el trabajo, tras haberlos leído. No podría hacer yo lo mismo, no. Me gusta tenerlos y muchas bullas me llevo con Lola como para tirarlas.

Mas todo es respetable.

Abrazos, querdio R.

J.

Javier Quiñones Pozuelo dijo...

Realmente, José Miguel, has encontrado un género que te va como anillo al dedo. Poco a poco, me da la impresión, entrada tras entrada, estoy viendo nacer un libro.
Un abrazo, Javier.

Marisa Peña dijo...

¡Ay!...Y con este suspiro no tengo más que añadir.
Bueno sí...que me gusta leerte.(pero eso ya lo sabes)

Luis Valdesueiro dijo...

Respecto al segundo texto, entiendo tu escándalo y quiero entender a Rafael. Es un auténtico dilema, y quien lo vivió lo sabe.

Liliana G. dijo...

¡Tirar libros! Me da un ataque de pensarlo nada más. Respeto todas las ideas pero esta me angustia. Ni siquiera adhiero al bookcrossing... ¿quién no te dice que les lloverá encima, o que algún joven lo quemará para divertirse, o que algún mendigo lo usará de papel higiénico? ¡Válganme los dioses del Olimpo!
En cambio, si abandonara una piedra-libro, creo que tendría más chances de sobrevida y sobrelectura :)

De la esperanza pienso lo mismo, pero eso ya lo sabe medio mundo ya que no me pierdo oportunidad de proclamarlo.

Estupendas reflexiones las tuyas, Ridao, hacen reflexionar.

Besos.

soylapaqui.com dijo...

Ridao,cariño que fatiguita te está dando,deja de pensar en los libros y piensa en lo que hay que pensar en estas horas.

El alegre "opinador" dijo...

Anda que si los libros los reciclan en papel de váter.
Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Marisa y Javier: no sabéis lo que agradezco vuestras palabras. Ojalá fuera como tú dices, Javier. Por falta de ganas no va a ser.

Luis: yo no lo he vivido, pero no creo que llegara a eso. la postura de Rafael, más que escandalosa me parece romántica.

Liliana: cuanto más lo pienso más me convence lo que hizo Rafael: polvo eres...

Paqui: los hombres tenemos la insólita capacidad para pensar en varias cosas a la vez.

Pues más de uno no necesitan ni el reciclado, Alegre. La pena es que suelen estar satinados...

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Se me olvidaba, querdio: cómprate un e-book y Lola te lo agradecerá, jeje.

Rocío. dijo...

Ridao,no hagas caso a la Paqui,que solo piensa en sexo,y más sexo,a toas horas,y piensa en lo terrible que es tirar,los libros,yo desde que me he enterao,ando llorando por los rincones,así que pa desquitarme de mi pena,me ha dao por pensar,en lo mismo que la Paqui,que le voy a hacé.
De paso me oigo al Arrebato,cantando:hoy todo va a salirme bien,canción que le dedico desde aqui,a un amigo del alma mía,que tengo y me tiene abandonaita perdía,vamo que acabo con la fatiguita,como dice la sabia de la Paqui.
Un beso festivo,que no erótico.

Mery dijo...

Opino como Javier Quiñones: este blog tiene todo el espíritu y la materia para un libro de pensamientos.
Parrafito a parrafito haces una disección de lectura-libros-literatura de lo mas sesuda.

Cabeza privilegiada, si señor.
Un beso

José Miguel Ridao dijo...

Llego tarde a tu dedicatoria, Rocío. Espero que llegara a tu amigo.

Abrumado quedo, Mery. Lo más difícil de estas palabras es asumirlas y agradecerlas sin parecer presuntuoso ni pecar de falsa modestia. ¡Menuda papeleta! Yo te lo agradezco de verdad, y te digo que ojalá estos apuntes puedan llegar a ser alguna vez un libro de los de papel, que son los que me gustan por mucho que hable.

Besos.