domingo, 14 de noviembre de 2010

La pluie à nouveau


La belleza triste de las primeras lluvias moldea los mejores poemas.


Llueve fuerte en Alájar, como si fuera la primera vez y el agua descargase su furia sobre una tierra sedienta. Los canalones echan a la calle chorros rabiosos que me han empapado en mi paseo apresurado. Ahora, ya en casa, diviso las brumas de la Peña desde mi escritorio, y se me vuelven a venir a la cabeza los versos de Verlaine, completando un ciclo de lluvia y melancolía.

Il pleure dans mon coeur
comme il pleut sur la ville.

Y lo único que me pide este domingo de noviembre, hijo de tantos otros domingos, es contemplar la gran nube chorreante y repetir unos versos del invierno pasado.

Sigues perdido y no te encuentras
ni te encuentran los que te quieren
bien, ¿y por qué no cantas mientras
a las nubes, que nunca mueren
aunque lloren toda la lluvia
que tienen dentro, y nada esperen?

13 comentarios:

mangeles dijo...

¡Qué bonito¡..Si te sirve para algo...yo también tengo un día gris de lluvia y melancolía.

Muchos besos

Anónimo dijo...

Bonita entrada, José Miguel. En Dublín hace un domingo soleado, pero ¡ay, quién pudiera estar hoy en Alájar! Me encantan esos días otoñales de lluvia en el sur...

L.N.J. dijo...

Esta mañana fui a pasear, caía agua, esa llovizna suave que no sé por qué extraña razón quería sentir. Y eso hice José Miguel, dejé el paragüas en casa y vine con olor fresco y otoñal en mi vestido...; sin miedo al agua.

Besos.

veridiana dijo...

" Existe un hombre que busca lluvia cuando no encuentra sus lágrimas"

Siempre nos seduce la lluvia con la melancolía.
¿No será mejor cantar y bailar bajo la lluvia?

Un beso

Liliana G. dijo...

La lluvia del otoño, un paisaje maravilloso desde tu ventana y toda una nostalgia que pide a gritos exorcizar los fantasmas que se esconden en las gotas... del corazón.

¡Qué hermoso, Ridao! Los sentimientos se pueden ver a través de las palabras.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Quelle est cette langueur
Qui pénètre mon coeur?

Me hiciste seguir recordando a Verlaine... En Buenos Aires está por llover :)

bambu222 dijo...

Hola José Miguel, el título de la entrada me ha llamado a esta visita,suena muy bien.Bonita y melancólica entrada pero hermosísima.Escucha el sonido de la lluvia.

Las hojas del roble dijo...

Me ha llegado, Ridao

Rocío. dijo...

En Madrid también llueve Ridao,que no veas,pero a mi me encanta que llueva,y que el agua chorree,por mis cristales,a mi no pone ni triste,ni melancolica,me gusta contemplarla,calentita en mi casa.Mú bonita la poesía.Los días,sean grises o rosa chillón,están pá vivirlos.
Un beso lluviero.

Mery dijo...

Es verdad, cuando llueve a mares parece que fuera la primera vez sobre la faz de la tierra.
Ese viejo sonido se nos antoja nuevo y renovado a cada momento y a mi me encanta.

Un beso

Juanma dijo...

completando un ciclo de lluvia y melancolía...fascinante esa frase, querdio R.

Un abrazo, fuerte. J.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, mangeles. Hoy tenemos sol por aquí.

Gracias también, Sara. Tengo entendido que Dublín no es mal sitio tampoco, y más con sol.

No está mal hacer eso de vez en cuando, Lourdes, sin temor a los resfriados.

Gracias, Liliana. Ese poema es maravilloso. A ver si un día lo cuelgo entero en una entrada.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Una alegría verte por aquí otra vez, bambu. La llamada del otoño es irresistible. Últimamente no puedo escuchar ese sonido; hay demasiado ruido en casa. A ver si lo consigo aunque sea un ratito.

Eso es bueno, Julio. Y no te dejes comer el coco por los managementeros ésos, que están todos colgaos.

qué vitalidad la tuya, Rocío. Es admirable.

Ya somos dos, Mery. Siempre coincidimos.

Qué de tiempo, querdio. Veo que has vuelto descansado. Muchas gracias por el piropo.

Abrazos soleados.