jueves, 1 de noviembre de 2012

1974 (bis)


Recuerdo las gotas serpenteando en la ventanilla, jugábamos a adivinar su trayectoria. Algunas veces se juntaban tres, y proseguían su camino perezosas, una gran gota que moría en la goma agrietada por el sol del verano. Y tras las gotas una ciudad de luces tenues, de ruidos apagados. Jugábamos a completar el abecedario con las letras de las matrículas de los coches. Un seiscientos letra A, un symca letra D y un 131 blanco reluciente con la letra I. Las calles estaban pobladas de gentes de rostros desiguales, de motociclistas sin casco montados por parejas en vespinos desvencijados, con la gomaespuma sobresaliendo por debajo del asiento. La calle Torneo duraba una eternidad, con su tapia infinita que parecía la muralla china, llena de teatros, y mucho después supe que detrás había un río, que era el mismo que aparecía al doblar la última curva. El autobús tenía muchos años, y visto de frente su cabina hacía un arco en semicírculo. El chófer era canijo, diminuto, se dejaba crecer la uña del dedo meñique y ponía siempre el programa de flamenco donde daban las horas con "oles". Era 1974, lo sé porque un día nos lo dijo don Alfonso, y lo escribió en la pizarra, y yo tenía los años que ahora tiene Jaime, pero qué años más distintos, qué risas tan distintas, qué abrazos tan distintos dábamos entonces a nuestros padres, qué manera tan distinta de querer, de ser querido. Yo sé que Jaime en el futuro también lo verá distinto, porque el tiempo pasa, y lo que antes era ilusión no es hoy más que un puñado de promesas incumplidas, pero así avanza la vida, y el niño se hace niño, y el hombre se hace hombre, y no hay mañana, sino ayer, siempre el ayer, el tesoro más precioso, guardado bajo siete llaves para que nadie pueda llenarlo del barro cotidiano que nos enturbia los ojos al vivir.

5 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
La lluvia te ha puesto melancólico.
Va a ser verdad eso de que la lluvia en Sevilla...
Salu2 pluviosos.

Er Tato dijo...

Es curioso, pero yo solía ver el muro de Torneo desde el otro lado, cuando se acercaba la primavera y salíamos a dar paseos vespertinos por el río, desde el Santo Negro hasta cerca de Chapina...Tonteando con las niñas, escuchando Triana o Alameda en el radiocasete Sanyo después de haber hecho una colecta para comprar pilas de las gordas o haciendo motocros con la bicicleta cerca de la defensa del río. Sí, 1.974...

El bis mucho mejor que su predecesor. ¡Dónde va a parar...! Digamos que muy Ridao esta prosa poética. Yo le doy un 9, que si te pongo un 10 después no hay quien te aguante.

Abrazos melancólicos

José Miguel Ridao dijo...

¿Ti da cuen, Dyhego? Y los frutos se recogen cuando ya no llueve, como está mandao.

Tato: el anterior fue escrito "en mojado". Veo que eres bastante más viejo que yo, jeje. Impagable el vídeo que enlazó el otro día eresmicruz en su entrada: un viaje a lo largo de la tapia de Torneo en las dos direcciones. El parque automovilístico es orténtico, como diría él.

Abrazos ariasmontanenses.

gatoflauta dijo...

Sólo para señalar mi aprobación verdadera y convencida a la prosa en cuestión. Excelente. Gracias.

José Miguel Ridao dijo...

Pues se agradecen muy sinceramente los ánimos, gatoflauta.