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domingo, 31 de mayo de 2015

Apuntes (192): Máximas intemporales


El mejor cirujano plástico es el tiempo.

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Ese momento insuperable en que te acercas con el coche a un paso de cebra, ves en el último momento a una vieja parada en el borde desafiándote con la mirada, aceleras, la miras con cara de guasa, y al fin la ves por el retrovisor profiriendo insultos y blandiendo su bastón...

 ~

Ríete de los demás con cariño, y de ti mismo sin piedad.

~

Demasiada paciencia es un síntoma de resignación.

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Escucha atentamente al necio, pregúntale por sus ideas, alaba sus opiniones y muéstrate humilde ante su necedad.

~

Cuanto más dices que eres libre más esclavo te vuelves de tus palabras.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Impresiones parisinas



- A los descendientes de los galos les quedan dos telediarios siendo mayoría en la capital de Francia.

 - La Torre Eiffel impresiona mucho más que en la fotos. Esa misma torre la ponen en Sevilla sin vigilancia y los chatarreros de Torreblanca la desguazan y la venden en los polínganos en un par de días con sus carritos del Hipercor.

- El sarcófago de Napoleón tiene toda la pinta de una caja de limpiar zapatos. Además, nunca he entendido la coba que se le da a ese megalómano asesino en pleno siglo XXI.

- Un mojón muy grande para los jardines de las Tullerías. No he visto cosa más sosa y polvorienta a la que llamen jardín en ningún otro sitio.

 - Lo que sí es un gran invento es la costumbre de dejar en los parques cientos de sillas y hamacas a disposición de los paseantes, para tomarse cómodamente una de esas asquerosas baguettes secas que venden en los kioscos a cinco euros y despatarrarse en condiciones. Volvemos a lo mismo: en Sevilla acabarían en los patios particulares en un abrir y cerrar de ojos.

- Será un problema de raza, pero a la típica parisina rubia de ojos claros le faltan un buen par de argumentos para convencer del todo a un macho ibérico acostumbrado a otras contundencias.

- La flota de bateaux mouches se reduciría a una cuarta parte si en el mundo no hubiera chinos.

- Los recepcionistas de los hoteles se dan aires de ministros sin cartera.

- Al pasear por París tenía la sensación de ir por un territorio familiar: era como dar un paseo por Sevilla pero a escala 10:1. Supongo que en ello ha tenido que ver que cuatro horas antes de estar junto al Arco del Triunfo me encontraba plácidamente durmiendo en mi cama sevillana. Así no hay quien se imbuya de un espíritu aventurero.

- París huele a mantequilla caliente.

- En Montmartre, ni rastro del ambiente bohemio. Si Verlaine levantara la cabeza se marcharía a África a buscar a Rimbaud.

- Los Van Gogh del museo d'Orsay son igualitos a como salen en las fotos. Da la impresión de que forman parte del ajuar de uno.

- Me llamarán cateto, pero tampoco es para tanto París: una gran ciudad como muchas otras, monumental, eso sí, pero sus mejores edificios no suelen pasar de los doscientos años. Es como Sevilla pero a lo bestia y sin encanto: sin duda lo tuvo antaño, pero se lo ha llevado el turismo.

Imagen: Turista haciendo el gilipollas en el museo Rodin.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Arte puro en Johannesburgo




Hay que tener un arte muy grande para colarse en el funeral de Mandela (Madiva para los africanos y los blancos gilipollas que se creen que son sus colegas de toda la vida), y hacer el indio de esta manera sin que se dé cuenta nadie. Eso, o haber nacido en Cádiz o como poco en Triana. Esto lo hace este tío por aquí abajo y da este año el pregón de los carnavales.

martes, 5 de noviembre de 2013

Ecoilogismo


Oído hoy en un hipermercado:

Él: Mira qué bien, venden puntas de espárragos.
Ella: Pero, ¿eso conviene ecológicamente?

Vale que nos preocupemos por el medio ambiente, pero de ahí a convertirnos en unos gilipollas va un trecho. Definitivamente, con buenas o con malas intenciones, no tenemos remedio.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Anne Bottle & The Muppets




No me extraña el cabreo de Chuck Norris después de oír a Ana Botella. Pero lo malo no es su inglés, al menos ha tenido cojones de hablar en ese idioma con unos conocimientos básicos, y al fin y al cabo se le entendía. Tampoco pasa nada por decir "café con leche" en castellano, aunque ya podría haberse buscado otra seña de identidad más afortunada. Lo verdaderamente gordo, lo imperdonable, es la cara de gilipollas que pone y el bajísimo nivel de su patético discurso, que más parece un trabajo escolar de primaria que la alocución de la alcaldesa de una ciudad candidata a las olimpiadas. Aquí nos hemos quedado con la anécdota del café, pero yo creo que a los señores del COI lo que de verdad les ha impresionado es la sarta de gilipolleces que les han soltado en un momento, sin aportar nada verdaderamente importante. Habrán pensado: "si esta tonta es la alcaldesa, ¿cómo será el resto?"

miércoles, 17 de octubre de 2012

Apuntes (181): Ya está aquí la Navidad


Siempre pasa lo mismo: nos plantamos después del puente del Pilar en mangas cortas. Con fresquito por la mañana y todo lo que quieras, pero en cuanto sale el sol en mangas cortas, y los abrigos criando naftalina en los armarios. Después dicen que por Andalucía hay dos estaciones nada más. Gran error de miopes cegados por los grandes calores del verano: el tiempo otoñal es sumamente agradable, incluso más que el de primavera, y dura sus dos buenos meses. 

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Primer síntoma de Navidad: esta mañana, mientras hacía la compra en Mercadona, que como todo el mundo sabe no necesita publicidad gratuita, he visto unos palés abandonados en medio de una calle vacía, listos supongo para que los empleados comenzaran a rellenar las estanterías con su contenido. Al acercarme he comprobado que se trataba de turrón de Alicante marca Hacendado. Siento una debilidad tremenda por el turrón duro, y siempre espero el momento en que llega a las tiendas. No he esperado a que las tabletas ocuparan su sitio: he cogido una directamente del palé y la he pasado por caja. Después del café estrenaré mis particulares Navidades dulces. Quién sabe: a lo mejor soy el primer comprador de turrón de la temporada.

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Por cierto que al pasar por caja, como llevaba diez o doce cartones de seis litros de leche en el fondo del carro, he ido a hacer lo que acostumbro: sacar uno y que la cajera lea el código de barras, pero me ha dicho que necesitaba ver el carro vacío: he tenido que sacar todas las cajas y volverlas a meter otra vez. Aclaro que no tengo demasiada mala pinta, dentro de lo que cabe. Lo que es la crisis... Tampoco me extraña demasiado: en el instituto están desapareciendo las grapadoras que se utilizan en la jefatura de estudios, y eso que están marcadas con un letrero en tinta indeleble.

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Al referirme al personal que trabaja en caja en Mercadona, la mayoría mujeres, ¿sería poco adecuado decir cajeras, por lo que de denigrante tiene para el género femenino el que se les identifique con una profesión menor? ¿Habría que emplear el genérico cajeros? ¿Debemos recurrir al engorroso cajeros y cajeras? ¿Quizá deberíamos utilizar el género de la última persona que nos atendió? ¿Debemos descartar cajer@as para no pecar de gilipoll@s? Grandes preguntas sin duda, que requieren las mentes de grandes sabios para responderlas, de los que abundan en nuestra eficiente Administración Pública andaluza.

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Y para terminar con mis peripecias marujeras (perdón si alguna Maruja se ofende), confieso que el otro día hice un comprón en Lidl, y todos los productos eran made in Germany. Con lo que es la Merkel a día de hoy para nosotros... Anda que si esto fuera Francia, iba a hacer negocio Lidl, y Media Markt, por las cajilas...

martes, 16 de octubre de 2012

De limpiadoras y limpiadores


Hoy me he topado en la prensa con un nuevo y curioso ejemplo de uso del lenguaje pretendidamente no sexista:

Los limpiadores de institutos reclaman el pago de sus salarios


Hay que joderse. Cada vez está más claro que al escribir hay que cogérsela con papel de fumar. Yo, en mis andurriales, a lo mío, denunciando las mariconadas y las gilipolleces.

Por cierto que en la foto, como no podía ser menos, aparece una señora limpiando.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La botellita de agua de los cojones


Ayer fui a la reunión de tutoría de mi hijo Gonzalo y en el rato que la profesora nos estuvo hablando se jincó dos botellines de agua de un tercio de litro. Ya estamos bastante acostumbrados, pero a mí todavía me resulta chocante acudir por ejemplo a una conferencia y nada más empezar a hablar ver cómo el orador se interrumpe, descorcha la botellita de los cojones, bebe un buche, la tapa, la pone en su sitio y sigue hablando como si nada. ¡Será maleducado! Si se prohíbe fumar a un profesor debería prohibírsele también la botellita. Pero es que la moda no es sólo para los que hablan, sino también para los que escuchan: ahora todos los niños, incluidos los míos, llevan al cole en su mochila su cuarto de kilo de líquido elemento, como si no se pudieran pasar sin beber más de una hora. Que yo recuerde, jamás sentí en clase una sed tan acuciante como para no poder aguantarme hasta el recreo y beber en la fuente, y como profesor tampoco me ha hecho falta nunca el agua, si acaso alguna vez en que la garganta está tocada, pero en esos casos resulta mejor un caramelo.

Así que ya está bien de mariconadas, tanto llenarse de líquido el estómago, que parecemos ranas, si al menos fuera whisky tendría un pase, que nos movemos por los pasillos y se oye el desplazamiento de las masas líquidas bamboleantes... Eso no puede ser bueno, y seguro que a la larga hay problemas y llegan las demandas millonarias a Fontvella o a Bezoya, con todos sus premios. Un poquito de por favor, y vamos a mantener la dignidad de nuestra profesión, que nos metemos con los niños porque piden ir al servicio cada dos por tres y nosotros no podemos estar dos segundos sin dar un trago. Que yo no me entere...

martes, 17 de julio de 2012

La chispa de la vida


Acabo de descubrir, no sin cierto contento, que me he vuelto adicto a la Cocacola. A la vejez, burbujas coloradas. Yo, que cuando me dieron a probar un cigarrillo juré no volver a tragar ningún gas que no estuviera mezclado con líquido, por no hablar de los porros, que me tumban con olerlos a dos leguas. Yo, que de pequeño me comía las chucherías con indiferencia, casi por compromiso y por la inercia de pasar el rato en el cine de verano; yo, que iba a acabar con el cártel de Medellín si mis genes se extendieran por la Tierra; yo, digo, no puedo pasar ahora al llegar a casa sin un gran vaso de Cocacola con sus cubitos de hielo y hasta su rodajita de limón. Ayer, sin ir más lejos, un desajuste en la logística doméstica dejó mi frigorífico desabastecido del mejunje yanki y anduve todo el día mustio, deambulando por la casa sin una meta que cumplir, metido en la cabeza el rumor de los cubitos de hielo entrechocándose nadando en el sustrato negro. A punto estuve de bajar a comprar más provisiones a horas intempestivas, pero me frenó mi dignidad, aún me resisto a que ese líquido, por muy delicioso que sea, gobierne mi vida. Hoy tengo la nevera llena, pletórica, Cocacola en todos los formatos: latas, botellines, envases de uno, dos litros... cada una de las presentaciones tiene su encanto propio y merece la pena degustarse.

La Cocacola debe beberse en vaso grande, con una capacidad de al menos 400 cl, de modo que quepa de manera holgada el contenido de una lata y tres cubitos de hielo grandes, de los que venden en las gasolineras. El vaso ha de ser de cristal grueso y forma alabeada, más estrecho por la base y abombándose ligeramente a media altura para terminar en una boca ancha, generosa. Antes de beber se debe coger el vaso por su parte inferior y agitarlo de modo que el hielo tintinee y dé vueltas, creando el ambiente adecuado para una óptima degustación. A diferencia de lo que ocurre con los vinos, la nariz no juega un papel importante en el disfrute de la Cocacola. Es en boca donde se produce el efecto mágico que la ha hecho merecedora de un prestigio imperecedero. Nada más inundar nuestra cavidad bucal, se produce una explosión de sabores y sensaciones, donde juegan un papel esencial las nobles esencias de la zarzaparrilla, con reminiscencias del Far West. El efecto se mantiene durante unos segundos interminables; podría decirse que se detiene el tiempo desde que el líquido moja nuestros labios hasta que baja por el esófago. El retrogusto aparece de inmediato, y prolonga la sensación de placer, de modo que un solo sorbo nos franquea el paso a un paraíso de caricias para los sentidos.

Jamás debe caerse en la tentación de mezclar la Cocacola con líquidos menos nobles como el whisky, ron o muchos otros que ciertos ignorantes tienen por costumbre utilizar para ingerir esos horrendos mejunjes que llaman cubatas. La Cocacola debe degustarse sola, en toda su pureza y calidad, tocada tan sólo por el prístino hielo hecho de agua pura. Incluso hay quien le echa vino, corrompiéndola impunemente. También hay que estar muy alerta ante posibles fraudes, que se observan con frecuencia en establecimientos de hostelería. Así, no es infrecuente que uno se siente en la barra de un bar, pida con emoción su bebida favorita y el camarero venga con un sucedáneo infame, un bebedizo que tiene cierto éxito al rebufo del original, pero que se parece a éste tanto como el ying al yang que sale en su patético logotipo.

Podría seguir cantando las excelencias de tan excelente bebida, pero no quisiera que se pensara que recibo desde Atlanta algún tipo de compensación dineraria, cuando lo que me mueve es la más pura filantropía y el deseo de compartir uno de los medios más sencillos y económicos que tenemos para estar lo más cerca que nunca llegaremos de la felicidad.

¡A vuestra salud!         clink-clink-glu-glu-glu-¡Ahhhhh!

martes, 10 de julio de 2012

Proyectos literarios


Ando enfrascado últimamente en la redacción de una serie de enjundiosos ensayos que acrecienten mi ya de por sí elevado prestigio intelectual. En un arranque de generosidad, adelanto aquí algunos de los títulos.

- eBooks: La alergia del siglo XXI. Estudio taxonómico de los efectos nocivos de los ingenios de lectura electrónica sobre las mentes preclaras de escritores y poetas consagrados.

- Blogs y ocultismo. Empleo de la técnica de iteración semántica para la consecución de entradas ininteligibles.

- De las causas oníricas, onerosas, petulantes y pecuniarias por las cuales se alargan los títulos de las novelas, los ensayos y en general de cualquier manifestación literaria emanada del intelecto, digámoslo así, humano. 

- Toros y literatura: búsqueda de un método para glosar la Fiesta Nacional reduciendo a la mitad el número de epítetos y circunvoluciones lúdico-gilipollescas.

- El efecto Chesterton: análisis de su frecuencia de cita en relación con el grado de militancia católica del "citador".

- Determinación, análisis y medidas correctoras sobre el grado de correlación lineal entre la fama de un autor y su falta de propensión a contestar comentarios hechos en su blog.

- Edición, ruina y éxito social: estudio de la disparidad observada entre el número de amigos de un editor y las cifras de su cuenta corriente.

Y ya por último, también tengo previsto organizar unos tallercitos literarios:

- Aprenda a escribir utilizando palabras extrañas. Patrocinado por la RAE, AT y la Fundación Tontolaba.

- Curso práctico-coercitivo sobre la forma en que los poetas contemporáneos deben evitar cualquier rima y metro conocido. Se aplicarán castigos corporales que irán desde un cosqui hasta tragarse la pluma para los casos más graves.

- Cómo montar una tertulia literaria por Internet. Un barniz indispensable que todo escritor debe adquirir para presumir ante sus pares. Se entregará material gráfico y lúdico: pelucas para hacerse pasar por escritores locos, recitaciones de poemas en inglés con acento de Gelves, técnicas de manipulación fotográfica... 

miércoles, 20 de junio de 2012

De iniciales y otras mariconadas


Vuelvo a la carga sobre un tema recurrente, quizá una obsesión mía ante el comportamiento de algunos escritores; me refiero al uso de iniciales. Jamás he leído una crónica musical donde, para evitar citar nombres como el de Mozart o Bach, se escriba WAM o JSB, ni tampoco LVW, RW, FS o GFH (no sigo, que esto parecen matrículas de coche). Entonces, no entiendo por qué coño al hablar de escritores se tienen que usar sus iniciales. Pocas veces veo escrito el sonoro nombre de Juan Ramón Jiménez, sino el muy aséptico JRJ. De hecho, quien no esté iniciado en el mundillo literario no sabrá el personaje que se esconde tras esas iniciales. A lo mejor se pretende salvaguardar su identidad y acaparar al poeta poniéndolo fuera del alcance de advenedizos. Y ello por no hablar de tantos y tantos escritores, sobre todo poetas modernos, no sé muy bien por qué, a los que rara vez aluden sus compañeros y admiradores con sus cristianos nombres: LAC, ESR, AT, JMM... (la mayoría de mis lectores no sabrá quién carajo está detrás de estas letras). Otra variante de este curioso fenómeno es llamar a un escritor por su nombre de pila, exhibiendo así una pretendida familiaridad con un importante plumífero. Un poné: "Ayer estuve charlando con Andrés" —se refiere a AT—, o bien: "El día en que César llegó al ministerio..." —por CAM; no confundir con la caja—; o incluso: "Yo conocí muy bien a Camilo —por CJC—). Este último caso en que se habla de un muerto es especialmente taimado, pues se evita la posibilidad de que el aludido desmienta nuestra fanfarronería.

No quisiera ofender con esta entrada a más de un lector y amigo que tiene esta curiosa costumbre, sólo trato de reconducirlos por el buen camino: muchos escritores y poetas importantes, como FGL, AM, MM, MU, GGM y una lista interminable jamás ha caído en ello. Precisamente el otro día, hablando con Mario y Nicanor sobre el tema, me comentaron que todo tiene su origen en la antigua URSS, donde la KGB hizo de las suyas y anuló la personalidad de los artistas para que sirvieran exclusivamente a los intereses del PCUS. 

           
                                                                                    Fdo. JMR

jueves, 14 de junio de 2012

Y Dios creó el antipoema


Un viejo sapo se caló las antiparras
con cuidado de no llenarlas de barro
y entonó una salmodia nauseabunda.
Catorce días y diez noches duraron los fastos.
Uno, que dicho sea de paso no está para gilipolleces,
cogió recado de escribir y constató la farsa
rasgando con esmero los cuatro últimos versos.
Después, muy despacito,
estampó el obsceno sapo a modo de sello.
Aún gotea la hiel viscosa
por la pantalla de mi nuevo iPad.

martes, 29 de mayo de 2012

Comensalismo colectivo


Atentos a la noticia que ofrece en su página web nuestra bien amada, excelentísima y doctísima, sobre todo eso, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (las negritas son mías).
La Consejería de Cultura ha iniciado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de actividad de interés etnológico, la popular romería de la Virgen de la Cabeza de Andújar (Jaén).

[...] Unos de los aspectos más relevantes de esta manifestación son los distintos y numerosos niveles de participación e identificación simbólica que se aprecian en el desarrollo del ceremonial central, durante el camino y en los diversos actos que se celebran durante los días de romería. Asimismo, cabe destacar como valores significativos la gran plasticidad de la fiesta, que da cabida a una multiplicidad de ceremonias, signos de sociabilidad y comensalismo colectivo, símbolos, indumentarias, gastronomía, manifestaciones musicales, expresiones orales y espacios, que coexisten alrededor del ritual central y unificador de la procesión de la Virgen en la mañana del domingo de romería.
De verdad: ¿Nos merecemos los andaluces y andaluzas que atenten de esta manera contra nuestra diversidad mental? Nos están volviendo múltiples. Lo que se merecen es que hagamos todos y todas una manifestación vital de nuestro malestar étnico y antropológico, y les redirijamos consensuadamente a una posición de decúbito lateral izquierdo flanqueados por un hombre de color provisto de un instrumento trepanador que le aplicará actividades de refuerzo.

i.e. ¡Que se vayan todos A TOMAR POR CULO!

¡País...!; que diga, ¡Región...!

Un mojón para Zenón


Como lo prometido es deuda —privada—, ofrezco hoy algunos sencillos argumentos que desmontan la aporía zenonoica.

1. Zenón es un cuco, y nos engaña atrayendo nuestra mirada al punto exacto donde se encuentra la tortuga. Basta con que Aquiles dirija la vista más allá para que recorriendo esa distancia rebase a la tortuga sin ningún problema (esta teoría la leí en un interesante libro de retos mentales, y compruebo que ahora está también en la puta Wikipedia de los cojones).

2. Circula por ahí en la susodicha Wikipedia una teoría basada en el cálculo infinitesimal que no hay quien coño la entienda, pero parece ser que los señores matemáticos han dado respuesta a un filósofo de hace casi tres milenios. Ya les vale…

3. Parece que nadie se ha planteado lo siguiente: ¿Y si la tortuga se queda quieta? Ello sucederá con toda certeza, pues no se conoce ningún ser vivo que esté en movimiento perpetuamente. Así pues, cuando la tortuga se para Aquiles le apunta, se echa a correr y cae en todo lo alto, pues el animal no se ha movido. Enardecido por su posición ventajosa, Aquiles pega unos cuantos brincos encima de la tortuga, la hunde en la arena y corre alegre hacia la meta.

4. A mi juicio, esta última explicación es la más convincente: Al comenzar a correr, Aquiles no ha caído en la cuenta de toda esta gilipollez de los movimientos infinitesimales y las barreras virtuales, así que avanza confiado, echa mano a la tortuga en un par de segundos y al rebasarla le pega una coz con el talón que la manda a tomar por culo. A consecuencia de la herida ocasionada por el contacto con el duro caparazón Aquiles muere desangrado, lo que pone patas arriba todo lo que sabíamos de la guerra de Troya. Los helenistas más reputados se encuentran trabajando muy seriamente sobre esta hipótesis.

martes, 24 de abril de 2012

Ideas manzanilleras


Iba yo el domingo caminando por el Real de la Feria de Sevilla -oficialmente comienza el lunes por la noche, pero eso no se lo cree ni el Tío Pepe- cuando, en vez de estar a lo que tenía que estar, me puse a elucubrar con las chorradas a las que me suele conducir el caletre, y parece ser que estaba inspirado, pues me salió un aforismo agudísimo, o al menos así me lo parecía, sin que por supuesto hubieran influido en su pretendida brillantez los mejunjes que los amigotes te obligan a beber en estos días. Traté de memorizarlo para anotarlo al llegar a casa, que tampoco era plan sacar una libreta y mancharla de albero, y seguí a lo mío: arrolito, caseta, nada de baile por supuesto, y calle del infierno con coches locos, noria y gusano loco incluidos, a 20 euros el pelotazo por atracción, teniendo en cuenta que hay que multiplicar por seis. Conseguimos escapar de ese averno inundado de decibelios a una hora prudente, llegamos a casa, baños, cenas, niños a la cama, relax, y es entonces cuando me acuerdo de mi genialidad de la mañana. Me siento delante del ordenador, abro con mimo el procesador como si fuera un pliego de papel verjurado... Blank page syndrom! Un mojón pa mí, no me acordaba ni de qué palabras contenía; sólo estaba seguro de que era bueno, de eso no puede sacarme nadie, ni el señor Alvear, ni la señora Argüeso. Como las cosas están así, y para no desperdiciar la idea, no me queda más remedio que filosofar.

Cuando uno tiene una idea de tal magnitud y trascendencia caben varias posibilidades, a saber: que se te olvide y pase al limbo de las ideas perdidas; que te acuerdes, la anotes y se quede para ti y la eternidad (lo que dure el soporte donde se anotó), o que la anotes y la publiques, mismamente en un blog como éste, que aunque no mucha gente alguno que otro lo lee. En ese caso la idea se difunde, la mayoría de las veces se olvida, pero en algunos casos se transmite y se deforma, hasta llegar a ser ese chiste malo que todo el mundo conoce pero nadie sabe quién inventó. Pues bien, yo afirmo, y tampoco se me ha caído el pelo que me queda, que da exactamente igual el destino de esa idea nacida de la vanidad: ni seguramente será tan brillante, ni a nadie le va a importar un pimiento, ni va a arreglar el mundo ni lo va a estropear: las ideas no son ni peligrosas ni beneficiosas, ni calan en la gente como algunos pretenden hacernos creer. Sin Aristóteles y Platón el mundo sería parecido al que tenemos, si no igual, y la Revolución Francesa fue un acto de voluntad, la idea de igualdad y fraternidad nos la quisieron vender luego. ¿Que no estáis de acuerdo con mi tesis? Pues consideradla como una idea y os habré convencido.

P.S. Y aunque no viene a cuento, hoy me han llamado para firmar en la Feria del Libro de Sevilla mis libros de Blogueína y Duérmeme Papi, el 17 de mayo a las 20:30 h. La última vez que fui con otros libros firmé cinco ejemplares en dos horas, y como eran amigos míos se los regalé. En fin, supongo que hay que pasar por estos trances...

sábado, 21 de abril de 2012

Mariconadas idiomáticas


1. Llamar al inglés "La lengua de Shakespeare".

2. Hablar a los perros en alemán.

3. Llamar Aachen a Aquisgrán, Lleida a Lérida, Donosti a San Sebastián, Ondarribia a Fuenterrabía, Ourense a Orense, etc., cuando nadie llama London a Londres, Санкт-Петербург a San Petersburgo, 北京 a Pekín, دمشق a Damasco, 東京都 a Tokio, y no sigo...

4. Decir que se dominan cinco idiomas cuando se manejan unas doscientas palabras del vernáculo, la mitad de ellas tacos.

5. Llamar al español "castellano", por mucho que diga la Constitución.

6. Cuando nos dirigimos en español a un catalán, hacer éste como que no entiende nuestra lengua.

7. Llamar euskera al vascuence.

8. Que un individuo o individua de nacionalidad japonesa grite ole, arsa, toma ya, y exclamaciones de ese tipo.

9. Afirmar que el francés es "el idioma del amor". A cualquier cosa la llaman amor...

10. Cuando no se tiene ni puta idea de un idioma y llega un extranjero y nos pregunta, responder a voces en español con la esperanza de que así se entere.

martes, 10 de abril de 2012

Ese pedazo de euro


Hoy voy a ronear un poco: prueben a teclear la palabra "euro" en google, en el buscador de imágenes, aquí mismamente, y comprobarán que el primero de los resultados, pedazo de moneda de un euro, corresponde al blog de un servidor. Lástima que sean euros virtuales...

jueves, 8 de marzo de 2012

Filosofía, Poesía y Economía


Acabo de caer en la cuenta de un hecho sorprendente y obvio al mismo tiempo: si todos los filósofos que han existido a lo largo de la historia, desde los presocráticos a el Beni de Cádiz, no hubieran escrito ni enseñado nada, el mundo habría seguido exactamente el mismo curso, y los hombres no serían ni más ni menos felices: simplemente se afanarían, como siempre, en hacer más placentero su paso por esa vida que tanto analizan los secuaces de Descartes.

La poesía, en cambio, es un arte claramente utilitario, mucho más incluso que la Economía, porque alimenta el alma, y eso, aunque no se sabe muy bien qué es, son palabras mayores, a ese festín nos apuntamos todos con avidez. Algunos, todo sea dicho, se quedan con la gastronomía, que alimenta el cuerpo.

En cuanto a la Economía, para qué vamos a hablar, es una ciencia que ni está ni se la espera, una alfombra roja para las plagas, un castigo que se remonta al pecado original, algo que pudiendo ser muy simple nos empeñamos en enredar con arabescos matemáticos, teneduría de cuentas y esclavitudes milenarias. Al menos me da de comer. Eso sí, suscribo una economía donde se produzca sólo lo que necesitamos para ser felices, y que esa modesta cantidad llegue a todos los seres humanos, y si no es mucho pedir, que éstos no se multipliquen como conejos; es más, sería conveniente reducir su número, yo borraría de un plumazo toda la China, incluyendo los chinos expatriados, el Islam enterito, los agonías que trabajan más de ocho horas al día, los gilipollas que en el mundo han sido, y así hasta quedarme solo con mi familia y mis amigotes, que nos íbamos a comer y beber el manso, en Alájar a ser posible.

Ya veis, cada uno tiene sus sueños.