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lunes, 11 de marzo de 2013

Titta Ruffo, genio y figura...


Impresionan las líneas que dedica Arturo Barea al barítono Titta Ruffo en la primera parte de su apasionante autobiografía La forja de un rebelde, de la que hablaré con detenimiento otro día:
Es un efecto tremendo oír cantar al lado de uno. Conforme estoy sentado detrás del bastidor, los cantantes vienen a veces y desde allí cantan lo que en el teatro llaman canciones internas. Los veo de abajo arriba, con sus trajes de seda, cantando y mirando al director de orquesta a través de una rendija en la decoración. La voz vibra de tal manera que se ven todas las carnes del cantante bailotear y quedarse temblando en las notas agudas. Hay dos excepciones: Titta Ruffo y Massini Pieralli. Cuando cantan no vibran ellos, vibra todo lo que hay al lado de ellos. Vibro yo y si pongo una mano en la madera de la armadura de la decoración, también la madera está vibrando. Les sale y les entra el aire en el pecho como en un fuelle de fragua, y es sólo la garganta lo que suena. Al lado de ellos, se les mira la boca y no se oye salir de ella ningún sonido, pero después suena todo, así que se les ve articular las palabras con los labios, con la lengua y con los dientes y quien las pronuncia es el escenario, la decoración, los telares, la orquesta, el público, la sala, el teatro todo, hasta la luz de la batería parece que suena. Esto lo llaman en el teatro emisión de voz.
Y claro, después de una descripción así entran ganas de escuchar al dueño de la voz, algo que hoy en día es posible gracias al maravilloso invento de internet. Con ustedes, el gran Titta Ruffo canta el aria de Germont de La Traviata (Plácido Domingo anda ahora haciendo este papel de barítono en el Met, a sus 72 años), Di provenza il mar, il suol. La grabación es de 1907, aproximadamente la época en que Barea, un golfillo de Lavapiés, lo escuchaba entre bastidores. El director Tulio Serafin dijo que a lo largo de su carrera conoció grandes voces, pero sólo tres milagros: Caruso, Ruffo y Ponselle.



Y para rematar la entrada, una anécdota que cuenta Barea recordando a Ruffo y que habla de su sentido del humor, poco convencional para la época:
Cuando hay función regia a veces viene el rey a verlos y entonces la rotonda se llena de policías que miran de mala manera a todo el mundo y de militares en traje de gala que vienen detrás del rey. A Anselmi, como es muy elegante, le alegran mucho estas visitas, pero a Titta Ruffo, que dicen fue carretero, le enfadan. Una noche llegaron los policías y empezaron todos a decir: «¡Que viene el rey!». Echaron a todo el mundo, menos a las coristas y a las visitas que eran duques o cosa así y tenían sombrero de copa. Y todos se quedaron muy callados esperando la llegada del rey. Conque, va Titta Ruffo y con el vozarrón que tiene y la puerta del cuarto abierta empieza a cantar:
- ¡Mierda! ¡Miieerda! ¡Miieerda! ¡Mierdaaaa!
Nadie se atrevía a decirle nada y él venga a cantar todo lo fuerte que podía. Al rey no le debió de gustar, porque después el comisario regio que tiene el teatro le preguntó si no podía cantar otra cosa.
- Sabe usted -le dijo Titta Ruffo-, es una palabra que va muy bien para ensayar la voz. Tiene el mi, el re y el la.
Y desde entonces, antes de salir a cantar llenaba de «mierdas» todos los pasillos del Real. Cuantos más sombreros de copa había, más «mierdas» soltaba.
Genio y figura...

lunes, 19 de marzo de 2012

¿Dónde está la "errata"?



Dejando aparte a Juan Ramón y a las comillas, pienso honestamente que fue eso, una errata. Por si hay alguien que todavía no lo sepa, este cartel pertenece a la campaña electoral en las elecciones andaluzas, y fue distribuido a través de la red Tuenti. Respuesta del partido: ¡Que fue un sabotaje perpetrado por un hacker! Qué raro que el saboteador no pusiera "er camino acia tus dereshos". Si hay algo que me molesta profundamente de los políticos, así en general, aparte de su escandalosa incompetencia, su irresistible tendencia a meter la mano y muchas otras prendas, es la mentira. Mienten impunemente, como bellacos, de la manera más vil y despreciable. Éstos son los mismos que ante la grabación de una conversación de un empleado con la directora de una sociedad pública, en la que ésta reconocía descaradamente el manejo arbitrario de dinero público, dijeron que la cinta estaba manipulada porque tenía cortes, atacando por ahí para tapar el comportamiento delictivo de su camarada. Nunca un reconocimiento, jamás una disculpa. El cinismo más sombrío e inquietante rige sus actos. Y si alguien piensa, como supongo, que hay comportamientos igualmente aberrantes en otros partidos, por favor que los diga y se cague en los muertos de quien los tenga, como yo me cago ahora en los muertos de esta panda de cabrones.

jueves, 1 de marzo de 2012

Levantando el país



Me cago en los muertos de los bancos, de las cajas de ahorro y de su puta madre. Y ya de paso, un mojón asín de gordo para Botín, su estirpe podrida y el resto de banqueros con la misma pinta de cabrones, y eso por no cagarme también en sus muertos, que a lo mejor me denuncian. ¿Que qué ha pasado ahora? Pues una más, que el Banco Central Europeo tuvo el otro día la ocurrencia de subastar la módica cifra de 500.000 millones de euritos, algo así como la mitad de nuestro PIB, a devolver en tres años y con el desorbitante interés del 1%. A mí no me han dejado ir a esa subasta, faltaría más, es sólo para bancos: hasta 800 han acudido de toda Europa, y el Santander el primero. En total los bancos españoles se han hecho con unos 150.000 milloncejos de nada, pobrecitos. Y tienen la desfachatez, la poca vergüenza, el cinismo, de decir que ese dinero difícilmente llegará a los consumidores y las empresas, que lo van a usar para pagar vencimientos de la deuda y, sobre todo, para invertir en deuda pública española, que así hacen país. De modo que compran dinero al 1% y lo venden al 4% como mínimo, con dos cojones, así quién se va a arriesgar a prestar dinero a un autónomo, o a un currito que quiere comprarse una casa. Con toda su cara, oigan, y con el beneplácito del BCE y de nuestro gobierno, tan preocupados por la deuda que nos venden al mismísimo diablo. Yo, que aunque no mucho, algo entiendo de estas cosas, daría el dinero a los bancos con una condición: ¿qué queréis, 150.000 millones? Ahí los tenéis. Con los primeros 50.000 pagáis vuestras trampas u os los metéis por el culo si lo preferís, pero los otros 100.000 millones, ésos van para el crédito privado, y al que no lo cumpla le corto los huevos.

¡He dicho!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡Los muertos del éxito!


Ojo al correo electrónico con el que me felicitan las Navidades desde el departamento de Organización de Empresas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, al que pertenezco:

La Dirección del Departamento y el personal de apoyo administrativo os desean una Feliz Navidad y un 2012 pleno de éxitos.
¡Pleno de éxitos! ¿Pero qué coño significa eso de "éxitos"? ¿No me podían haber deseado paz, felicidad, alegría, si acaso prosperidad? ¿Habrá algo menos navideño que el éxito, más repugnante, más utilitarista, más alienante? A veces me planteo qué leches hago dando clases de empresa, si no creo en lo que enseño. La Economía es otra cosa, es una ciencia abierta, social, emparentada con la Filosofía. En Economía no se habla de éxito, sino de necesidades humanas. Así nos luce el pelo, si el máximo ideal de nuestros jóvenes es el éxito, si los estudios de empresariales son los más buscados porque conducen al éxito. Yo me cago en los muertos del éxito, y pido más humanidad, coño, que se puede salir adelante sin tantos éxitos y tantos sacrificios estériles a la mayor gloria del dios euro.

P.S. Ahí, con dos cojones, dando nombre y apellidos y los centros donde trabajo, que hay demasiadas mariconas sueltas por ahí que les da miedo no vayan a pegarles una patada virtual en el culo. Y es que cuando las cosas se dicen con educación y sin decir palabrotas no hay que temer nada...

jueves, 29 de septiembre de 2011

Dejando huella


Esta mañana, mientras hacía búsquedas a través de Google, me he encontrado con una sorpresa que me llena de orgullo por mi contribución al saber y a la difusión de la cultura andaluza usando las nuevas tecnologías. He tecleado "
Consejería de educación de la Junta de Andalucía" en una búsqueda de imágenes, para admirar los logotipos y las fotografías que dejan patente el esfuerzo de nuestros responsables políticos en algo tan importante como la educación, y cuál no ha sido mi sorpresa al comprobar que una imagen correspondiente a una de las entradas de este humilde blog contribuye a ilustrar tan alta empresa. La podéis ver en la tercera página de resultados al final de la primera fila (y subiendo), pinchando en el enlace anterior.

Y
ésta es la entrada de marras. No me gusta echarme flores, pero una cosa así hay que airearla.

lunes, 11 de julio de 2011

De meteorismos


Llamados pedos por los finolis y peos por los cabales, son gases, cuescos, aromáticas ventosidades expulsadas por el ojete desde las profundidades intestinales. Siempre en boca de los tiernos infantes, tan dados a las escatologías, nos acompañan sin pudor en nuestra adolescencia y primera juventud, hasta -¡ay!- la llegada del inevitable matrimonio o concubinato, momento en que los peos masculinos deben ser retenidos, so pena de divorcio, durante las interminables noches compartiendo lecho, a bordo de coches, aviones y autobuses, en los paseos románticos bajo los rayos de la luna llena; en fin, a cambio del amor se debe renunciar a esa libertad cuesquera tan cotidiana y saludable.

No hay nada peor que un peo enconado, que se instala en el estómago, baja por el intestino delgado, pugna por salir, retorna triste a su cobijo, mientras que su sufrido propietario experimenta los más terribles retortijones a la mayor gloria de la respirabilidad del aire que le rodea. Se suele decir que el peo es patrimonio de los hombres, pero uno sospecha que el mal llamado sexo débil se los tira y bien tirados, si bien sólo en presencia de sus señoras madres y del resto de miembros femeninos de la familia. También en soledad deben atronar las casas estos peos femeniles, como delatan los restos semisólidos que, a poco que uno sea curioso, son fácilmente observables en las prendas íntimas de la parienta. Eso sí: ellas jamás reconocerán tan ordinaria tendencia, y proclamarán su inmaculada pureza ventoseril. Para su desgracia, los embarazos fallidos son tenidos por peos enconados por los más maledicentes, como justo castigo a tan antinaturales retenciones de los fluidos internos.

Son justamente famosos los concursos de peos celebrados entre adolescentes e incluso jóvenes y adultos ya talluditos. El que esto suscribe reconoce que hasta hace poco era un consumado participante en estas justas, y si se me pone a tiro alguna otra participaré gustoso. En estos torneos se valoran mayormente tres aspectos: la sonoridad del peo, su intensidad, la duración de su emisión y especialmente su olor, el aroma despedido, que normalmente está en proporción inversa a la tronada. De hecho, los peos más olorosos suelen ir acompañados de un pufffff susurrante, ante el cuál los más avezados concursantes huyen despavoridos, sabedores de que es preludio de los efluvios más nauseabundos. Otra costumbre muy extendida es la de encender un peo en el momento de su emisión con la ayuda de un mechero, demostrando de este modo su condición de gas inflamable. Para esta peligrosa práctica es aconsejable que el emisor vista pantalones vaqueros, debido a su tejido en denim, poco dado a prender.

Muchas son las historias y anécdotas que tienen como protagonistas a los peos: hay pastores que aseguran haber espantado a un rebaño de ovejas con una ventosidad atronadora; también existen músicos que improvisan conciertos entonando melodías compuestas por genios inmortales; son famosos los peos de colores revelados a la luz de una llama; hay oráculos cuesqueros, expertos en olores que adivinan lo que se ha comido unas horas antes olfateando con unción el gas pestífero, bromistas que se tiran el cuesco y acusan a la vista de todos al incauto que se sitúa a su lado; sonrojos y miradas culpables al escaparse un peete en una reunión de alta sociedad; peos sustanciosos, alimenticios, tristes, alegres, audaces, tímidos, majestuosos... una riqueza inconmensurable, injustamente relegada a los sótanos del mal gusto. Reivindiquemos lo natural, lo castizo, lo nuestro... ¡Vivan los peos! Y el que arrugue la nariz, seguro que mea colonia.

domingo, 23 de enero de 2011

Mariconadas blogueras (IV): La moderación de comentarios

Soy consciente de que con esta entrada no voy a hacer muchos amigos, pero como este fin de semana me ha salido la vena torera vamos allá.

Que sepa todo el mundo que eso de activar la moderación de comentarios es una mariconada como un piano de grande. Uuuu-naaa-maaa-riii-cooo-naaa-daaa. Hay que echarle güevos, coño, que no nos van a matar con ningún comentario, y encima los vamos a leer en privado y nos va a jervir la sangre. Ahí, a pelo, con dos cojones, y si alguien saca los pies del tiesto se retrata delante de todo el mundo, y se queda con el culo al aire, hostia, joder, tantos paños calientes, me cago en los muertos, aquí al blog se viene sin paracaídas o no se viene, que esto es para hombres, a mí la legión, coño, que parecéis nenazas con eso de "su comentario será visible tras la aprobación", ya está bien de jiñes y paranoias diarreicas. Seguro que lleváis pantalones de esos cagaítos. Pa moderación, la mía en esta entrada.

He dicho.



Nota: Para esta entrada dejo activada la moderación de comentarios, que no me fío un pelo.

viernes, 14 de enero de 2011

Moderno, pero no tanto

A quien no me conozca le puede parecer que con esto de que tengo un blog, leo e-books y demás modernidades soy uno de esos seres que están a la última en las nuevas tecnologías, ávido de novedades interneteras, conectado con una nube de amigos cibernéticos con los que comparte los días, las horas y los minutos de su netwórquica existencia. Pues no, más bien todo lo contrario. Mi único vicio, nada inocuo por cierto, en la era conectiva en la que vivimos, es este blog que ustedes leen. Por lo demás, me cago en facebook, me meo en twitter y con el resto de redes, cuyo nombre desconozco, me limpio los mocos. Entiendo que estas herramientas, lejos de mejorar nuestra vida, la pueden empobrecer. Su origen se basa en la satisfacción de una de las necesidades humanas más estudiadas durante el siglo XX, con Maslow y Elton Mayo a la cabeza: las necesidades sociales. De toda la vida de Dios estas necesidades se han satisfecho con el contacto físico entre amigos, vecinos, compañeros de trabajo y hasta enemigos. Pero como las necesidades son, como es sabido por los estudiosos de la Economía, insaciables, el pastel de las redes sociales resulta irresistible para un gran número de personas, especialmente los más jóvenes, que se lanzan ávidos a compartir sus experiencias con sus amigos actuales, con sus pares y con un número creciente de recién llegados que van engrosando la lista de fotitos que adornan el margen de su pantalla. Bien usadas, estas herramientas son muy útiles, pero se prestan al abuso y fomentan el ensimismamiento internetero, dándose la paradoja de que se tienen muchos más amigos, pero resulta muy improbable tomar una cerveza con cada uno de ellos, más que nada por falta de disponibilidad y de tiempo.

Espero no ser lapidado junto a ningún muro -¿de dónde vendrá el nombrecito?- y no dudo de que hay muchos que hacen un uso mesurado y fructífero de estas herramientas, pero me da a mí que son los menos. Yo, por mi parte, a pesar de las apariencias me dedico a lo que se ha hecho de toda la vida en literatura: escribir (en papel -poco- y en el ordenador), publicar (en papel y en el blog) y leer (en papel y también en mi e-reader). Me viene muy bien Internet para documentarme al escribir, y para descargarme los e-books que leo, y también para ver y escuchar los maravillosos vídeos que encuentro en youtube, pero me da miedo lo que hay más allá, aunque nunca, Dios me libre, diré que no beberé de esas aguas revueltas.

P.S. Me releo y veo que en algo sí he sido tocado por la varita de Internet: en el gusto por inventar neologismos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Toilet restaurant


Me manda un correo mi compañero mercurial José Manuel Gómez Fernández, proveedor inestimable de material "oloroso" para mi blog, y no puedo menos que aprovechar el género. Son muchos los que se asombran e incluso se cachondean de mí por los lugares que elijo para escribir, que a estas alturas todos los que me leen ya conocen. Pues bien, os aseguro que nunca se me ha ocurrido llevarme un bocadillo a la sala de escritura; reconozco que me da asco. Sin embargo, vean cómo se las gastan en un restaurante de Taiwan:


¿Alguien gusta un heladito de postre?


¿No es adorablemente disgusting?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Sus mulas toas


Sírvanse cagarse en los muertos de quien les apetezca. Sus exabruptos serán añadidos a la siguiente lista sin fin.


1. ¡Los muertos de los tapiceros!

2. ¡Los muertos del IVA!

3. ¡Los muertos de Ikea!

4. ¡Los muertos del Betis!

5. ¡Los muertos de los sindicatos!

6. ¡Los muertos de Zapatero!

7. ¡Los muertos de Larsson!

8. ¡Los muertos de las botellonas!

9. ¡Los muertos de Mira quién baila!

10. ¡Los muertos de risa!

11. ¡Los muertos de los chinos!

12. ¡Los muertos de los delegados sindicales!

13. ¡Los muertos de los muertos de risa!

14. ¡Los muertos de las entrevistas de trabajo!

15. ¡Los muertos de los abrazos blogueros!

16. ¡Los muertos de Lopera!

17. ¡Los muertos de envidia!

18. ¡Los muertos del sexto sentido!

19. ¡Los muertos de los niños llorones!

20. ¡Los muertos de las viejas preguntonas!

21. ¡Los muertos de los que no les gusta el pimpirimpimpin!

22. ¡Los antes muertos que sencillos!

23. ¡Los muertos de asco!

24. ¡Los muertos de Mr. Google!

25. ¡Los muertos de la letra pequeña!

26. ¡Los muertos de los teleoperadores de Orange!

27. ¡Los muertos de las teleoperadoras de Orange!

28. ¡Los muertos que están vivos!

29. ¡Los muertos de Adán y Eva!

30. ¡Los muertos de los talleres de coches!

31. ¡Los muertos de mi ex-cuñao!

32. ¡Los muertos de las bolsas del supermercado que no se abren!

33. ¡Los muertos de las bolsas de basura sin cuerdecita que no se abren!

34. ¡Los muertos de las tiendas que cuando llegas a las cinco y media, hasta las seis no abren!

35. ¡Los muertos de los plásticos de los cedés que no se abren!

36. ¡Los muertos de las pegatinas que no se abren!

37. ¡Los muertos de los blogs que tienen a un lado diez barras de vídeo, cincuenta premios, cien blogs amigos, una música flamenquita de fondo y por supuesto, bloguero cabrón... no se abren...!

38. ¡Los muertos de la huelga general!

39. ¡Los muertos de los piquetes!

40. ¡Los muertos de los que nos matan!

41. ¡Los muertos del que inventó el escape libre pa las motos!

42. ¡Los muertos de los que pinchan música en algunos sitios!

43. ¡Los muertos de los chalets adosados!

44. ¡Los muertos de los cartelitos a toda pantalla que salen al abrir muchas páginas gües!

45. ¡Los muertos de la semipresencial!

46. ¡Los muertos de los abrefáciles!

47. ¡Los muertos del féisbuc!

48. ¡Los muertos del jalogüín!

49. ¡Los muertos del cambio de hora!

50. ¡Los muertos de los enanitos de los jardines!

51. ¡Los muertos de los teléfonos móviles!

52. ¡Los muertos de Chesterton!

53. ¡Los muertos del botón de publicar de Blogger cuando lo que queremos hacer es guardar el borrador!

54. ¡Los muertos de los talleres oficiales de coches!

55. ¡Los muertos del Libro de la Selva!

56. ¡Los muertos del McDonalds!

57. ¡Los muertos del waka waka!

58. ¡Los muertos de la RAE!

59. ¡Los muertos del escritorio de blogger!

60. ¡Los muertos del que inventó el trabajo!

61. ¡Los muertos de Bob Esponja!

62. ¡ Los muertos de XYZ ! El trío lalalá. X: Felipito, El Mister X del GAL. Y: Rub GAL Cabra, el del 11m. Z: Zetapé el Tonto Solemne, el presidente por accidente.

63. ¡Los muertos del filtro de spam de blogger!

64. ¡Los muertos de los niñatos!

65. ¡Los muertos de los vecinos folladores!

66. ¡Los muertos de los somieres que hacen ñiki-ñiki-ñiki cuando sus dueños hacen ñaka-ñaka-kaka!

67. ¡Los muertos de los muertos de los que celebran jálogüin!

68. ¡Los muertos de los griegos, del Papandreu y de su puta madre!

69. ¡Los muertos del Opus!

70. ¡Los muertos del éxito!

71. ¡Los muertos de Rajoy!

72. ¡Los muertos de Rato!

73. ¡Los muertos de todo el que cobre más de un millón de euros al año!

74. ¡Los muertos del Deutsche Bank!

75. ¡Los muertos de los cartelones de publicidad que se abren en las páginas güeb!

martes, 3 de agosto de 2010

Una cagarrutia de entrada


Cuelgo algo y me voy, coño, qué estrés, todo el día para arriba y para abajo y encima el blog de las narices, hostia, joder. ¿Y a esto le llaman vacaciones? Una mierda como un pino piñonero. A quién se le ocurre mudarse. Y encima playa, piscina, chiringuito y sus muertos en vinagre. Ya sé que hoy estoy un poco malhablado, pero es lo que me sale, me cago en to. Y no vayáis a creer que estoy enfadado, nada de eso. Si fuera así rompería el ordenador. Escribo esto porque estoy con energía, leches. Sí, energía para aporrear el teclado y escribir lo que me salga de la punta, para eso el blog es mío, y a quien no le guste que se la envaine, dicho esto con perdón, por supuesto, que no quiero enemistarme con nadie, faltaría más, con la imagen de buenecito que doy aquí. Del tirón, colegas, estoy escribiendo del tirón, tantas entradas pensadas ni hostias. Fresco, ar naturá, que para eso estamos en el Internés. Una mierda de entrada es lo que estoy cagando, y aquí la dejo.


He dicho. He escrito. La he cagado.

martes, 6 de julio de 2010

Escatologías infantiles

Debo reconocer que la escatología, en la segunda acepción que da para este término el diccionario de la RAE, es algo que me apasiona. Estoy convencido de que es consustancial al ser humano el interés por los asuntos escatológicos y el regocijo en ellos. No hay más que observar a un niño para comprobarlo; pocos os habréis perdido la tierna escena de un bebé paladeando con deleite sus propios residuos sólidos, como se dice ahora. No hay cosa que le haga más gracia a los pequeños que hablar de cacas, peos, pipís, culos y demás lindezas. La carcajada está asegurada, y se prestan gustosos al juego elaborando sus propias variantes escatológicas.

Yo, que para muchas cosas me he quedado anclado en la infancia, mantengo unas conversaciones de igual a igual con mis hijos sobre estos asuntos. Por ejemplo, les digo que juguemos al "veo veo", y empiezo rápido: - Veo veo. Ellos responden al unísono: - ¿Qué ves?, y yo: -Un peo. Al principio se reían, pero ahora me protestan e incluso empiezan a dudar si responderme o no; cuando estén en edad de darles premios ya les pondré en su sitio. Otra cosa que hago mucho cuando estoy solo con uno de ellos, por ejemplo con Jaime, es soltar, por así decirlo, un exabrupto retumbante, y cuando aún no se ha apagado el eco digo: - Pero hombre, Jaime, no seas guarro, a lo que éste responde: - No seas mentiroso, papá, has sido tú. Y así nos llevamos todo el día los cinco (mi mujer no se presta al juego). La última adquisición es Gonzalo, que se recorre la casa tirando pedorretas detrás de sus hermanos a sus catorce meses, mientras Jaime le enseña el culo para provocarle. A todo esto, Miguel muestra últimamente bastante menos entusiasmo por estos juegos. De vez en cuando me suelta: - Papá, vale ya, ¿no? Se ve que a sus siete años ya me ha rebasado en edad pudorosa. Él que se lo pierde. En cuanto a Ignacio, participa activamente en todas las actividades propuestas. Si hubiera que ponerle nota yo elegiría "Competencia confirmada", como pone en los boletines modernos, que yo sustituiría por: "Flatulencia confirmada y pedorrencia en vías de adquisición".

P.S. No quiero ni pensar lo que mis hijos irán diciendo de mí en el colegio; debo de tener una fama bien merecida entre sus profesoras.

P.P.S. Me consta que soy el ídolo de alguna de ellas.

miércoles, 12 de mayo de 2010

A un mojón


Ayer leí en el blog de Dyhego esta entrada, donde trae un genial texto del escritor japonés Haruki Murakami. Aconsejo su lectura, porque no tiene desperdicio -bueno, quizás no sea ésta la mejor manera de definirlo-. El caso es que ha despertado mi vena escatológica, nunca dormida del todo, y para tranquilizarme la he emprendido contra un famoso soneto de Quevedo.

Érase un hombre a un mojón pegado,
érase un gran mojón superlativo,
érase un mojonazo intempestivo,
érase un pastelón muy enroscado.

Era un pudin marrón desmesurado,
érase una sustancia vomitiva,
érase un salchichón con lavativa,
era Ovidio Mojón más mojonado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de mojones era.

Érase un mojoncísimo infinito,
muchísimo mojón, mojón tan fiero
que en el culo de Anás fuera delito.



P.S. Que nadie se crea que ésta es mi entrada más escatológica. Vean, por ejemplo, esta otra.

P.P.S. Me acabo de enterar de que nos bajan el sueldo un 5% a los funcionarios. Un mojón para zapatero... y muchos más mojones en la entrada de mañana.

lunes, 26 de abril de 2010

Ridaikus escatológicos


Veinte poemas

de una sola cagada.
Inspiración.

Versos anónimos
decoran las paredes
del WC.

Despacho Roca.
Bidet para el portátil;
trono ergonómico.

Suelo tirar
los versos que no sirven
por el retrete.

viernes, 16 de abril de 2010

Educando desde pequeñitos

No, no es una fotografía mía de pequeño; ya me hubiera a mí gustado. Quién sabe cuántos miles de poemas tendría escritos hoy día de haber sido así. Se trata de una inteligente campaña publicitaria de la que he tomado prestada una parte. La foto lo dice todo, pero el eslogan está incompleto:

- ¿Bebé con estreñimiento?

- Aproveche y convierta a su hijo en un escritor.

Sólo me falta poner un bolígrafo (o incluso una pluma) con el photoshop entre los dedos del bebé. Ya buscaré a un amigo que lo haga, que yo soy muy dejado para esas cosas.

La campaña está pensada para fomentar la escritura, pero también la lectura, como lo prueban las pilas de libros que rodean a nuestro pequeño héroe. Todos sabemos que uno de los grandes problemas de nuestro sistema educativo es que los jóvenes no leen. ¡Pues hagámosles escribir desde pequeñitos! Es un método revolucionario: primero les aficionamos a la escritura y después vendrá por sí solo el hábito de lectura.

Desde aquí animo a las autoridades educativas a que utilicen esta idea. Ya he hablado con los de la SGAE, y se la dejaré bastante baratita.

jueves, 8 de abril de 2010

Poética ridaiana


O poeta é um fingidor.

Finge tão completamente
que chega a fingir que é dor
a dor que deveras sente.
Fernando Pessoa

Hoy os voy a contar un secreto, que no es otro que mi método para escribir poemas. En primer lugar, eso que cuentan de la inspiración y las musas es un camelo. Yo lo que hago es sentarme armado de cuaderno y bolígrafo, preferentemente delante de una chimenea encendida, pero si no tampoco pasa nada. Hay quien cree que para escribir poesía se debe estar en soledad absoluta, pero ése es otro cuento chino: yo suelo verme rodeado por cuatro niños haciendo el cafre, y tan campante.

Después de los preparativos viene la fase importante: ponerse a escribir, y yo no lo hago sentadito en una silla y apoyado en una mesa, sino repanchingado en una butaca con el cuaderno encima de mis piernas. Surge la gran pregunta: ¿sobre qué escribir? Pues da igual: lo importante es que te venga una idea fugaz; no necesariamente un verso, sino algo, unas palabras, una imagen, un concepto. Por ejemplo: "Camión de juguete". ¿Por qué me ha venido esto a la cabeza? Porque estoy viendo en este momento un camioncito de juguete donde se monta mi hijo Ignacio. Ese camión me trae a la memoria el trineo de juguete que se arrojaba al fuego al final de la película Ciudadano Kane, rotulado con la leyenda "Rosebud". Este trineo es el símbolo de la felicidad perdida por culpa de la búsqueda del poder y el dinero. La idea no ha venido porque sí, y es que tengo encendida frente a mí la chimenea, luego la asociación de ideas estaba servida.

A continuación viene otra decisión importante: si escribir en verso libre o con métrica ortodoxa. Hoy descarto inmediatamente los versos libres por su dificultad; no me siento con fuerzas. Así pues elijo versos que se ajusten a la métrica como dios manda. Yo suelo elejir los versos alejandrinos o bien el endecasílabo blanco alternado a veces con heptasílabos. También me gustan los sonetos con su rima consonante, pero ahora no tengo ganas. Los alejandrinos tampoco los quiero hoy; no me apetece su ritmo demasiado pausado, así que elijo el endecasílabo blanco, y ya veré si le intercalo heptasílabos o pentasílabos, y si me apuran algún que otro alejandrino.

Hasta ahora he soltado mucho rollo, pero todavía no he escrito una sola letra, y encima ni siquiera tengo una idea definida, ni hilo argumental ni nada por el estilo. Tranquilos, no pasa nada. Esto es pan comido. Tengo una idea inicial, el juguete de Rosebud, y la herramienta de los endecasílabos. ¡Al lío!

"Aquel primer juguete de la infancia"

¡Toma ya! Endecasílabo perfecto. ¡Casi na! Ya sólo tengo que liarme a escribir hasta que me salga el poema. No tengo ni idea de por dónde puede salir; me sucede que es como si brotara solo, y las musas a tomar por culo.

Vaya por dios; ahora tengo que dejarlo. Se me ha ido el tiempo con tantas explicaciones, pero en cuanto pueda me pongo, y a ver si mañana cuelgo el poema, que no sé cómo saldrá, ésa es otra. Tengo comprobado que la calidad no depende del tiempo invertido ni de la inspiración que se tenga. No sé muy bien de qué depende, pero el caso es que a veces salen buenos poemas y otras no. Hace poco fui al cuarto de baño a mis menesteres y como estaba aburrido me llevé papel y bolígrafo. Nada más que estaba inspirado para lo que se inspira uno en estos casos, pero como quien no quiere la cosa tracé un primer verso, luego otro... y de una sentada (nunca mejor dicho) escribí este poema, uno de los más alabados por mis comentaristas del blog.

Misterios de la poética. Misterios del trono...

jueves, 18 de marzo de 2010

El misterio de la pata abajo

Hoy quiero traer una reflexión que me quita el sueño y a la que no encuentro explicación por más que la busque. Espero que a estas alturas no se escandalice nadie si digo que se trata de un asunto escatológico en la segunda acepción que da la RAE a esta palabra: “Perteneciente o relativo a los excrementos y suciedades”. Más concretamente de la modalidad excrementicia.

¿No os pasa que cuando os entran ganas de, digamos, jiñar en un lugar que está lejos de vuestro domicilio habitual y de cualquier otro urinario o cagatorio público os ponéis una mijita nerviosos? La cosa se puede controlar mal que bien mientras nos encaminamos, pongamos por caso, a nuestra casa. ¿Y no sucede que cuando os vais acercando la cosa empieza a ponerse fea, cuando avistamos el hogar empieza a pasar de castaño oscuro, nunca mejor dicho, cuando nos montamos en el ascensor tenemos unos sudores fríos y no estamos seguros de llegar a tiempo, al meter la llave en la cerradura la carga atómica está empezando a asomar y, algunas veces, explota en el momento en que tocamos la puerta del cuarto de baño?

Y mi perplejidad es ésta: ¿Por qué siempre es justo al llegar cuando claudicamos ante las fuerzas del intestino con todo el tiempo, incluso horas, que llevamos aguantando? ¿A qué se debe esa sincronía perfecta y siempre cambiante, por mucho que la distancia hasta el paraíso cagadero cambie cada vez? Son tantos los misterios que quedan por resolver...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Diccionario andurrialero en construcción


En esta entrada se ofrece el diccionario andurrialero en su última versión, y la iré ampliando conforme aparezcan nuevas entregas. Se da por descontado que SERÁN BIENVENIDAS TODAS LAS SUGERENCIAS. Eso sí, con cesión del copyright, jeje.

Afueraparte
: versión culta de fueraparte.
Un poné: nos pusieron unas gambita, fueraparte de los camarone der picoteo, y lo mejón de to es que afueraparte nos pedimo unos langostino Sanluca de dos deos de largo ca uno. A mí me tocó uno como la polla un negro.
Ancá: en casa de.
Un poné: Anda, no seas malaje y anímate, que hemos quedao ancá la Rita pa beberno unas birra, fumarno unos petardo y a lo mejor despué hasta mojamo.
Arrejuntarse: juntarse. Dícese especialmente de un hombre y una mujer.
Un poné (de una madre a su hijo):
- Hijo, ya que te has arrejuntao, ¿qué trabajo te cuesta casarte y darme una alegría?
- Sí, omá, lo mismito es. Como empecemos con los papeles la Chari me pide que firme hasta pa echá un porvo.


Arrempujar
: chingar, fornicar.
Un poné: Míralo, por ahí viene, no vive bien el nota, tres meses haciendo como que trabaja pa cobrá el PER y el resto del año arrempujando...
A shuparla: a tomá por culo.
Un poné: ¡Te quí ya a shuparla, home...!
Ahe: ángel, salero, gracia.
Un poné: ¡Qué ahe tiene Pepe, er joío! E un hijoputa, pero tiene un ahe...
Amigote
: 1. Compañero de parrandas; 2. Asesor financiero.
Un poné: vi a llevá er coche ar tallé der cuñao de un amigote mío.
Armejilla: shosho.
Un poné (tomado de mi antología poética): Tengo miedo a perder la maravilla / de tu cara de estatua, y el momento / que de noche te pone la armejilla / entreabierta y presta al condimento.

Astarnúo: hasta el nudo.
Un poné: Vaya mierda examen me ha salido. Me la han metío astarnúo.

Astarnúo pelúo y morrocotúo
: versión mejorada de astarnúo con mucha más carga poética, dónde va a parar.
Un poné: Y el examen qué, astarnúo, ¿no? Po zi, astarnúo pelúo y morrocotúo.
Azín: así.
Un poné:
- ¿Ezto cómo ze hace, azín?
- No, azín no, azín.
- Ahn.

Binladen: billete de quinientos euros.
Un poné (oído en un concesionario de Mercedes): el otro día entró un gitanaco y al verle la pinta le dije que seguramente aquí no encontraría lo que buscaba, y var tío y saca un fajo de binládenes, me compra el coche más caro de todos y con el billete que le sobra se limpia er culo y lo tira a la papelera, mientras dice: "Pa chulo mi pirulo".
Bolindrongo: mucosidad nasal manufacturada.
Un poné: ¿Quieres dejar de hacer bolindrongos cada vez que nos paramos en un semáforo? ¿No ves que nos mira todo el mundo?
Chaleres: chalets.
Un poné: ma comprao dos chaleres en el campo pa invertí y con la crisis me los tengo que comé con papa.
Chichi: shosho.
Un poné: a ver cuándo se inventan el telechichi, Manolo, que ya está bien de coger carretera.

Chingar: en el reino animal, copular. Úsase especialmente para la especie homo sapiens.
Un poné: Hijo, Pepe, el mundo que se hunde y tú chinga que te chinga. Te habrás quedao en er paro, pero meneas más la churra que un macaco adolescente.
Cienes: cientos.
Un poné (oído en la puerta del Hogar del Pensionista): ¡Jonatan, te he dicho cienes y cienes de veces que no quites el bastón a los viejos!

Cocreta: similar a la armóndiga, pero más ovalada y rellena de bechamel.
Un poné (oído en la playa): niño, deja de revolcarte por la arena que te se van a poné los güevo como cocretas.
Colleja: tortazo en el pescuezo.
Un poné (oído en la playa de Matalascañas): Mari, dale una colleja a ese niño antes de que yo le pegue una hostia.
Con tus mulas: faltaría más.
Un poné: Eso lo vas a hacer tú con tus mulas.
Contri ma
: cuanto más.
Un poné: macho, José Miguel, no sé si te has dao cuenta de que contri más tiempo pasa más barbaridades escribes en er blos. Y últimamente estás de un fisno que te casgas en las brasgas.
Creaturita: seguidor del Betis.
Un poné (oído a Lopera): Yo he devuerto un Beti libre a toas las creaturitas que se jartaban de pasá hambre.
Deporé
: autónomo.
Un poné (oído en Carmona): Mi marío sa jartao der jefe y ahora trabaja deporé.

Doctor Rino: otorrinolaringólogo.
Un poné (oído por mi mujer cienes y cienes de veces): No, yo no tenía consulta con ninguna doctora, sino con el doctor Rino.

Empetao: lleno.
Un poné: empetao, aquello estaba empetao y no había quien se moviera. El año que viene vas a ir con tu puñetera señora madre a ver la Semana Santa, que este menda se quea en er sobre hasta que tos los nazareno se hayan vestío de corto pa ir a la Feria
En tor bebe: ahí mismo mismamente.
Un poné (oído en la playa):
- Venga, chuta ya...
- ¡Flofff!
- En tor bebe, las dao en tor bebe a la vieja, corre...

Endergasá: adelgazar.
Un poné: me vi a poné a régimen a ve si endergaso, que me se salen las carnes por lo arto la farda.

Enritar: irritar.
Un poné: No me toques el pito que me enrito.
Enritasión: irritación.
Un poné: Ni me mientes hoy a mi jefe, que tengo una enritasión mu grande.

Ercoñotuprima: en eso mismito estaba pensando.
Un poné (conversación que mantengo mucho últimamente):
- Qué bien, el cuarto varón. Y ahora a por la niña, ¿no?
- ¡Sí, ercoñotuprima!
Ercoñoturmana: en eso mismito estaba pensando, hijolagranputa.
Un poné:
- ... Y después tres niñas más, para que jueguen entre ellas, ¿eh?
- ¡Sí, ercoñoturmana!
Esgargolao*: esmayaíto, muerto de hambre.
Un poné: ¿Te pues creé que cuando llegué a casa ayé noshe despué de está de parranda con ustede me encontré a mi marío esgargolaíto perdío esperándome en er sofá? Es tan flojo y tan inuti que no sabe ni friyerse un güevo.

Eskai: cierta tapicería para sillones pensada para que se te quede pegado el culo en el asiento.
Un poné (oído en un autobús): ¡Estoy reventá! En cuanto llegue a casa jinco el coño en el eskai y de ahí no me mueve ni dios.
Follado: 1. Fornicado. 2. Muy rápido.
Un poné: Yolian, mira que te lo tengo dicho, que vas siempre follao por los pasillos de casa. A ver ahora quién desincrusta a la abuela del espejo del ropero.

Fostiar: pegar una hostia.
Un poné: niño, que sea la última vez que cuelgas a tu hermana de la ventana agarrándola por los tobillos o te fostio, y me da igual que me denuncien los vecinos.

Friki: el que está todo el día con un teclado tiki tiki tiki.
Un poné: Yo mismo, mismamente.

Fueraparte: además; por otro lado.
Un poné (oído cocina): os voy a poné una pata de cordero que sus vais a chupá los dedos, y fueraparte una ensaladita pa desengrasá el estómago.

Furbo: fútbol.
Un poné: Anda, calzonazos, vete ar furbo con tus amigotes a vé si ar meno te desahogas con el árbitro.
Gatillazo: pollazus interruptus.
Un poné: ¡Una mala tarde la tiene cualquiera!
Gelves: pueblo sevillano ribereño del Guadalquivir, blanco de las miradas de las mujeres de vida alegre.
Un poné (oído a pie de obra): Ole, ole, ole, morena, que te iba a poné mirando pa Gelves y luego p’Antequera.
Golondrino: bulto en el sobaco.
Un poné (tomado de mi antología poética):
Volverán los oscuros golondrinos
en tu alerón sus nidos a colgar,
y otra vez, como el tren de Castro Urdiales,
vapor exhalarán.
Pero aquellos que el médico miraba
con cara de haber visto un palomar,
aquellos que eran grandes como un monte,
ésos... no volverán.

Gordopilo: hombre gordito.
Un poné: amo, igualitos son los Reyes que el gordopilo ese pobretón que va siempre en pijama, no tiene dinero ni pa camellos y se tiene que colar por la chimenea porque no le dejan entrar por la puerta.
Goyú: yogur.
Un poné (oído en Triana): ar favó de darme un cartón de goyú danone de fresa, mi arma.
Guindo: árbol donde maduran los pardillos.
Un poné: José Miguel, ¿tú es que tas caío de un guindo o qué? Pos no vas y le sueltas un binladen al tapicero por tapizarte dos sofales...
Hacer un picasso: pintar un grafiti.
Un poné: como er vecino siga poniendo la música a toa pastilla vi a bajá con un espray y le vi hasé un picasso en er coche.
Haiga: 1. Haya. 2. Automóvil de gran tamaño y cilindrada, frecuentemente con unos cuernos de búfalo sobre el capot.
Un poné (oído en un concesionario de automóviles en pleno auge inmobiliario:
- ¿Qué coche le gusta más?
- Póngame usté el más grande que haiga.

Home: usado como exclamación, ¡hombre!
Un poné: Sí, home, lo que tú digas, diez polvos al día, y después te vas a rodar una peli porno, ¿verdad?
Internés: Internet.
Un poné: ¿Pa eso estamos pagando el Internés, Pepe? ¿Pa que te metas en páginas guarras?
Ira: efecto secundario de la Viagra.
Un poné:
- Manoli, ¿sabes que la Viagra produce ira?
¿Cómo dices, Pepe?
- Ira ira ira ira ira ira…

Irsen: idos.
Un poné (oído a Lola Flores en la boda de su hija): Si me queréis, irsen...
Jabalines: jabalíes.
Un poné (explicación de un amigo mío a mi hijo Miguel): No, asín no se dice, es asín: ja-ba-li-nes.

¡Janda!: ¡Corre!
Un poné (oído a un concursante andaluz en una competición de longitud de picha).
- ¿Puedo usar un truco?
- Bueno.
- (Sacando de un bolsillo las bragas de su novia, restregándoselas en el paquete y lanzándolas): ¡Janda con ella!

Jembra: mujer de armas tomar.
Un poné: Una buena jembra es lo que hace farta a tu niño, y verás como se iba de casa.
Jincar: palabra comodín; puede significar clavar, comer, y algunas otras cosas.
Un poné: Ma jincao un chuletón de buey que pa mí se quea.
Otro poné: Er cabrón der Manué, desde que sa echao novia se pasa tor día jincando.
Jiñar: hacer de vientre, defecar, obrar, cagar. En reflexivo, tener miedo.
Un poné:
- ¿Ya estamos jiñando otra vez, José Miguel?
- Ave qué te crees, ¿que hago las entradas en una sola sesión?

Joé: usado como exclamación, joder.
Un poné: Deja ya de dá por culo, ¡joé!
Joioporculo: individuo molesto, mosca cojonera.
Un poné: Que sepas que es la última vez que invitamos a cenar al joioporculo de tu cuñao, si quieres ver a tu hermana que venga sola.
Junlai: tonto, capullo, carajote.
Un poné: ira, ahí va er junlai der Manolo comiéndose los moco con esa cara de pringao que tiene. Esconderse rápido que como nos vea se nos cuerga y nos espanta a las tías.

Juntar: untar.
Un poné: omá, júntame er Tulipán en la tostá mientras termino de cagar.

La carmita: la que admita.
Un poné (oído en Carmona):
- ¿Y qué harina hay que echar?
- La carmita (he de confesar que creí que se trataba de una marca).
La polla: usado como adjetivo y referido a una persona, admirable y muy ingeniosa.
Un poné: Desde luego, tu cuñao es la polla, po no ha venío a casa y sa jincao to los botelline de Cruzcampo que había en la nevera…

La polla en vinagre: la leche, la caña, el no va más.
Un poné: Este Ridao es la polla en vinagre, en vez de hablar de economía se pone a escribir guarradas en su blog.

Maestro: profesor de instituto o de universidad.
Un poné (oído y sufrido por este menda en la Universidad Pablo de Olavide): Maestro, ¿me puede poner el examen otro día, que mañana tengo que ir al médico?
Mamarrasho: persona desaliñada, generalmente de pocas luces y odiada por todos.
Un poné (oído a un bético): parece que er mamarrasho de Lopera se ha ío por fin a shuparla, pero no me fío, que er cabrón tiene más vidas que termineitor.

Manojopollas: conjunto de dedos flácidos de una mano.
Un poné (oído en una oficina donde trabajé hace tiempo):
-¿Por qué le decís a don Bonifacio “el manojopollas”?
-Porque le das la mano y parece mismamente que quiere que le pongamos los deos tiesos.
Manubrio: pene, cipote, polla, picha...
Un poné: Niño, a ver si estudias algo, joé, que estás tor tiempo dale que te pego al manubrio.

Maricona: tío con salero, algo golfillo.
Un poné: maricona, ya está bien de beber de gorra, a ver cuándo invitas alguna vez.

Masca: el masca...pullo. Por extensión, el jefe.
Un poné (oído en una oficina):
- ¿Quién es aquí el masca?
- Ése de ahí.
- Pues además de capullo tiene pinta de carajote.

Me la súa: me da igual.
Un poné (oído en un aula de secundaria):
- Iván, o te bajas ahora mismo de la mesa o te pongo un cero.
- Me súa la polla, maestro.


Mojino: boquete próximo al shumino.
Un poné: ¿Qué estuviste haciendo ayé, Pepe, que te se ha puesto el mojino como el culo de un mandril?
Moniato: batata.
Un poné: asercarse niña, que tengo los tomate par gaspacho a sincuenta séntimo, tres kilo de papa a un euro, las sebolla pa que le cresca ar marío la polla, y los moniato pa que se le levante el aparato.
Moñiga: mojón de vaca.
Un poné: po no va er niño y le estampa al hermano la cara en una moñiga de las vaca der tío Usebio… Como le coja va a está comiendo mierda hasta que deje limpio el campo.
Moustro: persona fuera de lo común (en todos los sentidos).
Un poné (oído a Martes y 13): Paca, eres un moustro... pero de fea, hijalagranputa.
Muslamen: conjunto formado por los dos muslos de una mujer.
Un poné (oído a pie de obra): ¡Ole, ole y ole, qué muslamen luces, guapa!
No te cabe na...: 1. Ya te vale... 2. ¡Qué buena estás!
Un poné: ¡Ole, ole y ole! Niña, te cabe er Titanic y er Mani de costao.

Ojino: 1. Famoso e infalible método usado mayormente para engendrar diez o más hijos. Fue desarrollado por el ginecólogo japonés Kyusaku Ogino. 2. (También llamado ojete): vía de evacuación de los humores residuales en estado sólido.
Un poné: por el ojino mismamente le metía yo su método al japonés ése de los cojones.
Par taco: para el taco.
Un poné: Trae acá pacá los billetes, esto va par taco.
Parienta: dilecta esposa.
Un poné: Ya me gustaría ir con vosotros ar furbo, pero cualquiera convence a la parienta.
Parpaztú: paspartú.
Un poné (oído en una galería de arte): Juani, quítale el parpaztú a ese cuadro que queda mu malamente.

Pechá: jartá, cantidad excesiva de alimento.
Un poné: vaya pechá de garbanzos que se ha jincao er niño, que lo he llevao a los toro y se ha puesto a largá como er der chiste de Paco Gandía.
Pepino: instrumento que idealmente se introduce en el shumino y, según sea de gordo, en el mojino.
Un poné: Manolo, ojito con donde metes er pepino, que te corto los güevo.

Pepe: shosho.
Un poné (oído en Valverde): Hija, mi primer parto fue tan rápido que me tuve que poné la mano en er pepe pa que no me se cayera el niño.

Peralto: pene, cipote, polla. Mi amigo Alejandro le dedicó toda esta entrada.
Un poné:
- ¿Sabes qué es un peralto?
- No, ¿qué es?
- Un carajo asín de alto, contigo en lo alto pegando saltos.

Periqui: mujer. Úsase especialmente para las que, sin llegar a putas, son ligeritas de cascos.
Un poné: no te veas cómo vienen pidiendo guerra este año las periquis der barrio. Yo creo que va a mojá hasta tu hermano Usebio, que lo único que sa tirao en su vida son las cabras de tu vecino.
Pija: un pija es el miembro de una tribu que habla un poco raro y suele mirar a los demás por encima del hombro. Una pija creo que es otra cosa.
Un poné: Eres más pija que los calzoncillos de snoopy.
Piragua: juego acuático infantil que practican los adultos.
Un poné:
- ¿Jugamos al teto?
- Esta vez no me pillas, me voy a dar un chapuzón.
- Entonces podemos jugar a la piragua.
- ¿Y a eso cómo se juega?
- Como al teto pero debajo del agua.
Pirulo: churra, cipote, pene.
Un poné (visto y oído por este menda en el Hospital Virgen del Rocío a un niñato al que un municipal acababa de multar por aparcar en medio de la entrada de ambulancias): - En la cara del guardia y rompiendo la multa -: Pa chulo, mi pirulo.
Plantar un pino: jiñar.
Un poné:
- Oye, José Miguel, hijos ya tienes cuatro, y libros más. Ya sólo te queda plantar un árbol.
- Ya lo hago, home, planto un pino cada mañana.

Pollada: tontería, cipotada, capullada.
Un poné: Hay que ver la de polladas que se pueden decir con la plabra polla.

Pollas: con carácter enfático, demonios, diantres, leches, coño.
Un poné: Manolo, ¿se puede saber dónde pollas has dejao mis bragas?

Pollazo: golpe contundente propinado con el pene a una hembra melindrosa.
Un poné: Tú ves a la Rocío lo buena que está y lo tonta que es, con esa cara de perro pequinés que tiene, ¿verdad? Pues un buen pollazo, y se le quitaban de golpe todas las arrugas.

Pollón: pene que supera holgadamente los 25 centímetros de largura en estado de reposo.
Un poné (espiando unos vestuarios): Ira ira ira, Chari, vaya pollón, igualito que el champiñón de tu Pepe...

Por la cara (en inglés, by the face): desde luego que sí.
Un poné (conversación entre dos blogueras):
- ¿Has visto lo guapo que es José Miguel Ridao, ahora que tiene foto en su perfil?
- Por la cara, guapo pa reventá.

Por las cajilas: eso no te lo crees ni tú.
Un poné: anda que si no fueras er cuñao der arcarde te habrían dejao construir en lo arto de esas ruinas romanas por las cajilas.
Porculero: persona que molesta, mosca cojonera.
Un poné (dicho a la parienta, echándole huevos): Que sepas que tu madre es una porculera de cojones.
Poyaque: añadido en una obra.
Un poné: Pepe, poyaque hemos tirao er tabique, ¿por qué no hasemo un cuarto de baño nuevo?
Primer convidón: fiesta pagana celebrada allá por el mes de mayo con motivo de un rito religioso que es lo de menos.
Un poné: Pues para la de mi niña voy a tener 237 invitados. ¿Tú cuántos tendrás para la del tuyo?
Puntarnabo: glande.
Un poné:
- ¿Puede usted retirar la piel para que examine el glande?
- ¿Mandé...?
- Mira que eres bruto, Manolo, te está diciendo que le enseñes la puntarnabo.

Sebaúra: rozadura producida en la piel por el contacto prolongado con una prenda, generalmente por los zapatos.
Un poné: mira si es bruto er Guanito que se ha hecho una sebaúra en los cojone por usar gayumbos de esparto.

Shopepó: chopped pork.
Un poné: Omá, ponme hoy un bocata de jamón par cole. Sí home, de shopepó con aceitunas y va que chuta.
Shosho: armejilla.
Un poné (oído por Mery en la playa de una madre a su hija que se iba a meter en el agua): ¡¡Yoliii, hazta er shosho ná ma !!
Shumino: boquete próximo al mojino.
Un poné (oído en una carnicería): hija, Toñi, a ve si te lavas el shumino que parece enteramente que estás despachando pescao.
Simpa: irse de un sitio simpa...gar.
Un poné: Cuando pueda me trae usted la cuenta... Ah, ¿por dónde queda el servicio?
Sinebló: Silent bloc (pieza mecánica de un coche).
Un poné: vaya dirgusto que me llevao en er tallé. Por lo visto los sineblós estaban malos y me se ha ío la junta de la trócola. Totá, dos nóminas.

Te quí ya: usado como exclamación, ¡te quieres ir ya...! O, lo que es lo mismo, ¡vete a tomar por culo!
Un poné: Te quí ya por ahí, home...
Tetamen: pechos ubérrimos.
Un poné: Vaya tetamen el de Loli la del tercero, se va dando en la barbilla cuando baja las escaleras.

Teto: juego de niños que practican los adultos.
Un poné:
- ¿Jugamos al teto?
- ¿Y a eso cómo se juega?
- Tú te agachas y yo te la meto...
Trono: sitio usado, mayormente, para pensar, para escribir, para leer el correo y para escaquearse de los children.
Un poné: Hijo, ¿se puede saber qué haces tanto tiempo en el trono? Cagas más que un caballo de feria.

Tus mulas toas: me cago en tus muertos.
Un poné: ¡Tus muuuuuulas toas! Mira por dónde vas, coño, que mas pisao en tor deo chico.
Y y...: y aún así habría que verlo...
Un poné: Sí, José Miguel muchos poemitas y muchas ínfulas literarias, pero si tú sabes de algo es de Economía y y...

domingo, 24 de enero de 2010

Haiku bloguero


pantalla en blanco

píxeles expectantes
cuelgo la entrada

Versión alternativa (sugerida por Octavio):

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píxeles expectantes
cago la entrada

P.S. Rogaría a mis amables lectores que me indiquen qué versión prefieren.