jueves, 5 de marzo de 2015

De negros y Economía


La humanidad se divide en dos grandes grupos: los que saludan efusivamente a los negros que venden pañuelos en los semáforos y de vez en cuando les dan una propina, y los que están hartos de ellos y suben la ventanilla cuando el coche se aproxima a la luz en rojo. Bien pensado hay un tercer grupo, que a escala global es el más numeroso: el de los mismos negros que venden los pañuelos. Para aclarar la metáfora (en realidad se trata de una sinédcoque, pero no quiero que me acusen de pedante), cámbiese negro por persona de color (blanco, negro, marrón, amarillo...); es decir, persona a secas, y cámbiese que venden pañuelos en los semáforos por que se buscan la vida como pueden, y en muchos casos no la encuentran (la vida), por lo que acaban muriendo jóvenes (de hambre, de enfermedades que se habrían evitado con una simple vacuna...). Es la vieja cuestión de siempre entre los que tienen las habichuelas resueltas y los que tratan de apañárserlas. A los primeros les suele molestar tener por vecinos a los segundos, mientras que éstos si pueden se tiran al palo y ven una jauja donde otros pelean cada día a dentelladas en sus cuellos blancos para ganar no el pan, sino una cesta de oro donde situarlo. Acabo de leer en un periódico inglés de internet unas declaraciones de todo un director del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en que anuncia 'The Best Economic News In Human History'. ¡Ja! ¿Y cuál es la maravillosa nueva? Pues el progreso tecnológico, cómo no habíamos caído antes, que elevará el nivel de vida de todos y cada uno de los habitantes de la Tierra. La escasez, pues, no será ya un problema gracias a esta revolución tecnológica que deja en pañales a la industrial. ¡Pobre ciencia económica, condenada a los libros de historia! No hay nada como sacar frases de un contexto para reírse de una persona importante y hacer titulares. Algo habrá de verdad en todo ello, es cierto, pero me temo que el "para quién" producir seguirá siendo la pregunta no resuelta por la venerable Economía, empecinada en el qué y el cómo. Los negros seguirán vendiendo pañuelos en los semáforos, y los que no llegaron a jauja pasarán miseria, si no hambre, y guerras, y crueles enfermedades. Algo hemos avanzado, pero ellos (los "negros") van caminando hacia atrás.

5 comentarios:

Er Tato dijo...

Hombre, tanto como caminando hacia atrás...

Digamos que caminan más despacio. Entre otras razones, porque los "blanquitos" nos creemos el ombligo del mundo, y en lugar de permitirles y ayudarles a crear riqueza en sus países, los empujamos a salir de ellos y después subimos la ventanilla cuando los vemos venir.

Un abrazo, poeta

Dyhego dijo...

El progreso, el progreso, si lo que hace falta es más justicia...
Salu2, monsieur Ridao.

José Miguel Ridao dijo...

Es verdad, Tato, lo de hacia atrás es un poco exagerado, pero... ¡el avance es tan lento y tan desigual! Yo no tengo tan claro que la culpa/causa sea de los blanquitos.

Galdós está presente, Dyhego. ¡Ya sólo me queda un libro!

Abrazos episódicos.

Er Tato dijo...

Bueno, he dicho entre otras razones...

Cuando occidente blinda sus mercados -por ejemplo ganaderos o agrícolas con PAC y otras zarandajas-, o presumen de libre comercio internacional -siempre que sea entre ellos, claro-, les estamos subiendo la ventanilla del coche.

Sí, ya sé que en sus mercados no se respetan los derechos laborales y bla, bla, bla... Y seguramente algún ingenuo -y otros, más cabrones que ingenuos-, pensará que lo mejor para que se respeten esos derechos, para que se desarrollen esos países, para que se cree en ellos una riqueza que les impulse hacia mejores condiciones de vida, democracia, libertades, derechos..., es subirles la ventanilla.

Tu entrada me ha recordado -y perdón por autocitarme en tus andurriales-, ésta otra, de haced nada menos que siete años. Y ponle estos vídeos a tus alumnos para cuando vayan a Fráncfort.

Un abrazo, poeta

José Miguel Ridao dijo...

No te había leído esa entrada. Yo abrí mis andurriales dos meses más tarde. ¡Nos hacemos viejos, hasta en internet!

Ahí, precisamente, sí que pienso que hemos avanzado: es cierto que sigue habiendo proteccionismo, pero menos que antes, incluso con los países pobres. El gen del egoísmo es difícil de extirpar, pero ahora soy yo quien piensa que no vamos hacia atrás.

Un abrazo, viejales.