martes, 23 de julio de 2013

A Gonzalo


Juega, vida mía, juega,
y no dejes que nadie te distraiga.
Vacía en tu pequeño cubo
toda la arena de la playa.
No pienses en el tiempo; has de saber
que en estos días de verano
serás siempre inmortal como las nubes
y como el verde mar.
Juega, asómbrate de todo,
acércate a las olas y salta de puntillas,
y después ven a mi encuentro con tu cabeza rubia
y las gotas saladas brillando en tu pecho de niño.
Regálate unos días más de eternidad,
y cuando crezcas
algún día volverán para curarte el alma.